El punk es una constante en mi vida, más tarde o temprano, siempre vuelve a relucir, a sacar cabeza por algún lado. Ando leyendo un libro sobre Eskorbuto y eso me ha llevado a volver a repasar una discografía que me se al dedillo. Las noticias me ponen de mala hostia, lo que también ayuda a que queme barricadas morales a base de punk veloz, que la lucha en la calle y en los altavoces de tu reproductor. Y ahora suenan ahora los madrileños The Birras Terror que tras esa portada de vidriera medieval canalla, nos presentan 17 canciones llenas de marcha y directas al grano. Rápidos y sin pelos en la lengua, reaparten a diestro y siniestro, en un disco con el que es complicado no botar como un poseso, y quemar adrenalina a base de guitarrazos sin fin.
«Muertos e infectos» es el primer puñetazo y esas voces me recuerdan a ratos a Reincidentes, y bueno, las cosas claras y ellos cantan «...es que hay mucha competencia por lograr ser el muerto más infecto del panorama musical…«. Oda a las adicciones con «El método Sick Boy». «Punk love song», acelera el ritmo, y declaración de intenciones. Primera hostia al poder establecido con «Recordman». Tirón de orejas con «Fuego» a todos esos bien pensantes, con una muy buena letra, retratando la cobardía de esta sociedad. Coño, ¡que me gusta esta adaptación de «Viva Las Vegas», reconvertida en «Viva Vallekas»!. El tiempo que viví en Madrid, me pasé media vida en aquel barrio, así que brindo junto a ellos por uno de mis lugares favoritos del mundo.
«El baile asexual» da paso a «Rediós» y «Él», y pildorazos a la religión. Al loro con «Madrefoca», y la criminalización de los que dicen las verdades como puño. «Los malos», denunciando ese racismo cotidiano que nadie reconoce a ritmo de rock and roll. «Ultracuerpos» denuncia la invasión del imperialismo. Curiosa letra la de «Mu profesional» y como justificamos tantas cosas. «Les importas» deja a las claras como nos comen la cabeza para que traguemos y terminando sintiéndonos incluso culpables. Algo que se repite en «El buen obrero». Ataque a la Europa e los mercados con fragmentos de Hitler en «el monstruo azul». Terminan el repaso con «Hijos del capitalismo», y nos dejan un disco que te escuchas de un tirón, mientras van pensando en como nos van dando coba en este puto sistema.
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