Si en este ‘revival’ que estamos viviendo del rock setentero ya están los Rival Sons para liderarlo en el ‘mainstream’ y los The Answer para hacer lo propio en la primera división del ‘Classic Hard Rock’, necesitamos a bandas que les empiecen a hacer sombra y, a la larga, que les tomen el relevo y sí, hay muchas bandas ‘Vintage’ hoy en día que salen todos los días de hasta de debajo de las piedras pero sólo unas pocas están señaladas para apuntar alto y llevar a las masas el veneno del Rock & Roll más genuino. No tengo ninguna duda de que una de ellas son los Scorpion Child…
Permitamos que ‘ella cante’ y ‘nosotros matamos’, ¡¡¡PRESS!!!…
De sobras es sabido lo que esta banda dio que hablar con su debut homónimo hace tres años, el combo yankee empezó a subir como la espuma y comenzaron a codearse con los mejores siendo la sensación de los festivales como ‘nueva banda ‘hard’ emergente’, así como también a ser criticados por su sonido deudor de los Led Zeppelin más enfurecidos, cosa de la que discrepo, pues esta banda no ha mimetizado ni plagiado nunca, ¡ni de coña!, los riffs de Page y, bueno, el timbre vocal Aryn Jonathan es similar al de Plant pero no se me ocurriría jamás decir que es un ‘impersonator’. Es igual, es la misma historia de siempre y esto ya pasó con The Answer y Rival Sons en sus inicios. No hagáis ni puto caso.
También sabréis que hace un año la banda sufrió la partida de su base rítmica con Shaun Avants a la cabeza para formar un ente setentero más oscuro de nombre DUEL, del que hice la reseña en esta casa hace unos días y que os aconsejo su escucha.
Pues bien, llegó el complicado momento de demostrar que el difícil segundo disco confirma o no a una banda como talento de largo recorrido y que no les ha afectado la partida (al parecer amistosa) de más del 50% de los integrantes que compusieron aquel debut y he de confesaros que, no sólo demuestran que son una banda con un futuro impresionante, sino que también han dado nuevos brios a su música con la incorporación de los nuevos integrantes del que destaca sin duda AJ Vincent con esos teclados omnipresentes y flamígeros en todo el álbum.
Acid Roulette (2016) es exactamente lo que reza su título, una jodida ‘ruleta ácida’ del mejor ‘hard rock’ 70’s con toques proto-heavies que te puedas echar a la cara. Con las escuchas (y llevo ya unas cuantas) te das cuenta de que la banda lo ha dado todo en el disco, la intensidad sónica, los riffs, el rollo ácido que se gastan a través de los teclados de AJ y la entrega vocal de Aryn son argumentos suficientes para ver a una banda sin complejos ante su impresionante debut.
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Temas podría citarlos todos pues los 13 tracks contenidos son de aupa pero citaré el intensísimo inicio con «She Sings, I Kill» con un rollo muy The Cult época Sonic Temple, «Reaper’s Dance» deudor de los primeros tiempos ‘Maiden’, el epatante y excesivo «My Woman In Black» de estribillo y climax final increibles, la psicodelia de «Acid Roulette» que nos incita a acordarnos de The Brew con otro clímax instrumental de aupa tomando las riendas el Hammond. Los trallazos ‘hard’ no podría dejármelos y aquí tenemos «Winter Side Of Deranged» y «Twilight Coven» como ejemplos, así como temas pegadizos a la par que ácidos caso de «Moon Tension», el ‘Purpleliano’ «Blind Man’s Shine» y el excesivo y jodidamente perfecto «I Might Be Your Man» que me tiene loco, loco y que vuelve a demostrar con creces lo que esta banda sabe de Rock and Roll y lo bien que maneja los tiempos y los espacios, las atmósferas y los desarrollos terrenales pero también los oníricos.
En definitiva, los Scorpion Child han vuelto a dar en la diana con un disco más flamígero que su debut y con unas composiciones absolutamente adictivas y epatadoras que denotan que la escisión sufrida, aunque amistosa, no les ha restado capacidad compositiva y electricidad…
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