Una cosa queda clara incluso antes de entrar al Slap! Festival de este año. El Slap! ha crecido y mejorado respecto a ediciones anteriores. Se ha abierto a la ciudad de Zaragoza (el servicio de autobuses nocturnos es un puntazo) y ha mejorado sus atractivos para todos los públicos.
Este año, el camping de la ciudad de Zaragoza hay más escenarios, más actividades desde la mañana (talleres, foodtrucks y hasta un toro mecánico) para disfrute de niños y mayores. La división del festival en Slap! de día y Slap! de noche es una muy buena idea que amplía su público potencial. El paso hacia delante es evidente y se agradece.
La jornada inaugural del viernes fue una calurosa tarde en la que el cuerpo pedía piscina y allí estuvimos. En la cancha de baloncesto asistimos a los frenéticos bailes de break dance del Slap battle 1vs1 hasta que en el escenario Ambar empezó la actuación de James Room.
Nadie diría que vienen de Bilbao, su rock con raíces norteamericanas es ejecutado con fuerza y convicción. Ideal para ir tomando contacto con el festival.
Tras James Room y mientras caía el sol refrescando el ambiente, Borja Keeper nos estuvo amenizando la cena lanzando trallazos de buen funk y soul. A las 10 de la noche pasamos al Slap! de Noche para asistir a la propuesta de Alien tango en el singular entorno de el bosque psicodélico. No sé si tienen más de Alien o de tango, pero la bizarra propuesta a base de psicodelia y glam de los valencianos se me hizo algo indigesta. Tienen personalidad de sobra y buenos temas pero no conecté con su música.
Me resultó mucho más refrescante la actuación de Pony Bravo. Los sevillanos se erigieron desde el anfiteatro Slap! como los ganadores de la primera jornada del festival. Su música se podría definir como un surrealista cruce entre The Doors, Triana (como bien dicen en su canción Mi DNI) y, añado yo, No me pises que llevo chanclas. Su rock decididamente desenfadado y muy del sur se ganó al respetable con hits como Eurovegas, El político neoliberal, Zambra de Guantánamo y la citada Mi DNI. Tremendos.
Acto seguido le tocó el turno al refinado rock de tintes retro de Thee Vertigos en el bosque psicodélico. Me gustaron, no es que hayan inventado nada pero se nota pasión en lo que hacen. Y ahí se acabó para nosotros la primera jornada del Slap! Que hay que reservar fuerzas para las jornadas siguientes.
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