Paul Gilbert lo ha vuelto a conseguir: una vez más ha editado un álbum con el que es imposible dejar de mover el pie, las caderas – o lo que cada uno quiera – y esbozar una sonrisa con cada una de sus canciones.
I Can Destroy pone de manifiesto, nuevamente, la facilidad que tiene el estadounidense para transmitir su particular sentido del humor en todo lo que hace.
Este nuevo álbum, producido por Kevin Shirley (Iron Maiden, Joe Satriani, Rush…) ha sido lanzado en USA y Europa a través del sello earMUSIC (aunque ya vio la luz en Japón el pasado 23 de Diciembre a través de Wowow Entertainment). Lo primero que llama la atención del sonido de este LP es su sobriedad y crudeza: en muchos momentos llegas a tener la sensación de que estás escuchando un directo en una pequeña sala, o incluso un ensayo. Y esto es algo que le viene que ni pintado al tracklist del disco. Está claro que ha sido algo muy premeditado.
Mención aparte merecen los músicos de los que se ha rodeado Gilbert para grabar I Can Destroy: Freddie Nelson y Tony Spinner a las guitarras y voces, Kevin Chown al bajo y Thomas Lang a la batería. La mayoría de estos instrumentistas ha trabajado previamente con Paul y esa cohesión se nota en el resultado final del álbum.
En lo que a las canciones se refiere, Paul Gilbert lo pone cada vez más difícil para englobar una obra suya dentro de unos parámetros concretos, aunque a excepción de “I Can Destroy” – en la que coquetea con el Metal – y la balada acústica “Love We Had”, se podría decir que este nuevo CD se construye dentro del Rock, Blues, Funky, R´n´B, Boogie Rock y hasta Pop, todo ello hilado por un constante regustillo sureño. En definitiva, I Can Destroy es un disco ecléctico donde los haya.
Paul Gilbert está que se sale en el álbum y su trabajo a las seis cuerdas es muy equilibrado. Tiene sus momentos épicos de lucimiento, por supuesto, pero nunca está por encima de las propias canciones. Se agradece mucho que en ningún momento te asalte esa sensación de “empacho solista” que a menudo impregna los discos de algunos “héroes de la guitarra”. Todos los temas han sido compuestos por el propio Gilbert a excepción de «Gonna Make You Love Me», escrito por Freddie Nelson y «Great White Buffalo», versión de Ted Nugent.
En otro orden de cosas, llaman la atención los arreglos vocales de temas como “Everybody Use Your Goddam Turn Signal” o “Knocking On A Locked Door”, donde hay una influencia clara de los primeros Queen o de The Beatles. Sospecho que el gran Freddie Nelson ha tenido mucho que ver en esto. «Adventure And Trouble» (donde Emi Gilbert, esposa de Paul, toca el órgano Hammond y los pianos) y «Blues Just Saving My Life» son, en mi opinión, lo mejor de un álbum que mantiene un nivel altísimo a lo largo de sus 13 canciones.
La conclusión es que I Can Destroy es un gran trabajo, además de positivo, macarra y vacilón. De obligada escucha para los amantes del Rock sin etiquetas.
Paul Gilbert – I Can Destroy: Tracklist
- Everybody Use Your Goddamn Turn Signal
- I Can Destroy
- Knocking On A Locked Door
- One Woman Too Many
- Woman Stop
- Gonna Make You Love Me
- I Am Not The One (Who Wants To Be With You)
- Blues Just Saving My Life
- Make It (If We Try)
- Love We Had
- I Will Be Remembered
- Adventure And Trouble
- Great White Buffalo (Bonus Track – Ted Nugent Cover)
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