Ayer se estrenó en varias salas españolas el nuevo documental sobre Enrique Bunbury: El camino más largo. La película, de Alexis Morante, retrata los entresijos de la gira que llevó al aragonés errante y a su equipo a USA, en 2010.
Anoche pudimos disfrutar de un excelente documento audiovisual cargado de honestidad y buen rock´n´roll, donde las relaciones profesionales y personales adquieren un papel fundamental y van hilando, de una forma muy amena, las anécdotas de una banda en carretera.
El camino más largo refleja perfectamente los pros y los contras de una escapada consciente de la zona de confort artística, y que el propio Bunbury resume a la perfección en la siguiente frase: «Hay que vivir experiencias para ofrecerle algo al público».
Enrique Bunbury reivindicando la profesión
El camino más largo se centra en «la cara B» de la gira. Durante una hora y media se pone en valor la gestión y el riesgo de un proyecto artístico, más allá del escaparate. La cinta muestra el duro peaje que a menudo hay que pagar por entretener al prójimo.
Está claro que a ningún artista se le pone una pistola en la sien para hacer lo que hace, pero de vez en cuando está bien que se reivindique el mundo del espectáculo como lo que es: un trabajo como otro cualquiera. Y si este toque de atención viene dado por una voz autorizada, como es la de Bunbury, mejor que mejor.
A lo largo del metraje queda patente que todo el equipo del tour funciona como una máquina perfectamente engrasada; ningún detalle se deja al azar. También se da a conocer el lado más personal de Los Santos Inocentes, banda que acompaña a Bunbury desde 2008. El grupo protagoniza algunas de las secuencias más simpáticas de la proyección. En concreto, el «momento gamberro” del grupo al completo cantando Los rockeros van al infierno de Barón Rojo no tiene precio, y en el fondo es toda una declaración de intenciones.
De los estadios al “carretera y manta”
El documental comienza con retazos del concierto que Bunbury ofreció el 11 de Noviembre de 2009 en el Estadio Azteca, Mexico DF. Estas imágenes realzan el contraste con la aventura en la que el zaragozano se embarcaría 6 meses más tarde: un tour de 26 fechas en USA, la siembra de un territorio en el que todavía no gozaba del reconocimiento y «tirón» que ya tenía en España y Latinoamérica.
Esta nueva gira, en la que se presentaba en vivo el LP Las consecuencias, llevó al artista a teatros y salas de pequeño y mediano aforo – en ocasiones con entradas a medio gas -, y a enfrentarse a unos avatares más habituales de un grupo primerizo que de un artista consagrado.
En definitiva, estamos ante un documental imprescindible para el seguidor habitual de la carrera de Enrique Bunbury, y muy recomendable para cualquier amante del buen rock. Nunca mejor dicho, El camino más largo es una firme Apuesta por el rock´n´roll.
0 comentarios