Estoy seguro, que casi todos, recordáis la guerra fría. Que pregunta, ¿no?. Yo viví el final de aquellos tiempos, nací en el 72, y en los 80 es cuando fui consciente de aquel enfrentamiento entre dos formas de entender el devenir del mundo. Está claro, que en los ochenta, ya no se sufría aquella paranoia de los 50 y 60, en que todo el mundo, sobre todo en los States miraba por las ventanas aterrados, esperando el comienzo de la tercera guerra mundial, esperando ver misiles soviéticos aparecer en el horizonte.
Vivíamos a este lado del telón de acero, en el lado occidental, teníamos a Hollywood que nos mostraba quien era el enemigo. «Rambo» , «Amanecer Rojo»… los comunistas eran el mal y E.E.U.U. el guardián de la libertad y la civilización occidental. La poca transparencia de los países de la órbita soviética, tampoco ayudaba a tener otra imagen, de lo que se cocia detrás de aquel muro lleno de alambradas, perros, alarmas y soldados armados. Solo el deporte permitia tener contacto con ellos, muchos fuimos los que admiramos aquella Cibona de Petrovic o aquel Dinamo de Kiev de Lobanovsky.
Nos enseñaron que en Unión Soviética todo era muy marcial, muy gris, que el rock and roll era denostado por considerarlo fruto de la decadencia capitalista. Aunque veíamos que si llegaba la música, y no solo a Alemania Oriental. Recuerdo aquel «Behind the iron courtain» cuando Iron Maiden cruzaron el Telón de Acero, para tocar en Polonia, allá por el 85. Ver las caras de los fans, deseosos de recibir a la banda, no los diferenciaba tanto de cualquiera de nosotros, no se si a través del tan cacareado mercado negro, o por que realmente, si que se colaba por los conductos oficiales, el caso, es que el rock, el heavy metal, estaba presente.
Y es que, por ejemplo, los franceses Didier Marouani & Paris France Transit tocaron en la U.R.S.S. en el 83, aunque su rollo era diferente, más hacia el synth pop, y seguro que no fueron los únicos en tocar en los países del ámbito soviético. En muchos sitios cuentan que Queen con su concierto en Hungria, en el 86, fueron los primeros occidentales en tocar rock en aquellos lares, pero como dije más arriba, Maiden estuvieron en el 85. Ahora gracias a internet, tienes en la palma de la mano, muchas grabaciones que antes era imposible no ya conseguir, sino planteártelo. Curiosamente, desde hace tiempo, he ido recopilando grabaciones de grupos de rock, que salieron durante aquellos años, antes de que la glasnot, fuese el comienzo del fin del bloque soviético. Bandas de la antigua R.D.A., Checoslovaquia, Hungria o la propia U.R.S.S., sacando discos desde los 70, copando desde el rock progresivo al hard rock o heavy metal, lo que indica, que aunque realmente, no fuese fácil en aquellos días, si que había gente que se dejaba la piel en ello. Uno de esos ejemplos es Lene Kosti, una de las bandas pioneras del heavy metal yugoslavo.
Fundada en el 78, los ahora eslovenos, comenzaron con un sonido más propio del rock de reminiscencias blues, hasta la entrada en la banda en el 85, de Milan Krusic, que cambió totalmente el giro musical del grupo y el visual también. En aquellos momentos, la banda la formaban Marc Kavas (guitarra), Giovanni Kavas (guitarra), Janez Dagarin-Dago (bajo), Dare Brenko (bajo) y Iztok Perko (batería). La entrada de Krusic llevo a la banda a dar gran importancia a la imagen en el escenario, buscando ese lado agresivo visualmente hablando que ya se explotaba en occidente. En 1986, los oyentes de Radio Velika, eligen la canción «Stones of death» como favorita, situándose durante tres meses en el número uno de dicha radio. La popularidad del grupo, aumentaba a pasos agigantados, y también sus problemas con el sistema. El haber elegido el inglés como idioma para sus canciones, les hace tener que presentarse en la jefatura de policía, antes de canda concierto, con la traducción de las canciones, para evitar mensajes subversivos en sus letras. Les acusan de que la canción «Russian girl», trata de prostitutas a las mujeres de Rusia, o que el fotografiarse en el Cementerio central de Žalede, Liubliana, como una ofensa a la religión.
Lene Kosti estaban preparados para grabar su primer disco, pero una y otra vez, surgían los problemas burocráticos, que les dejaban en la estacada. Al final en 1988, Krusik abandona Lene Kosti, y estos derivan hacia otro sonido. En 1990 grabarían su primera demo, «Park bar» al auspicio de los nuevos tiempos en la zona, pero ya nada sería lo mismo y en 1991, ponían punto y final. La banda vuelve al ruedo en 2009, lanzando dos discos, «Do or die» en 2010 y «Penetrator» en 2012, volviendo a separarse. Pero quizás lo más interesante, es la edición de esta recopilación de sus demos, grabadas entre el 85 y el 87, donde se muestra ese sonido tan propio del heavy metal clásico, heredero de lo que se fraguaba en UK con la NWOBHM, e incluso, canciones donde se nota aún, ese gusto por el boogie rock. Quizás, dentro del panorama general, Lene Kosti no sean más que otra banda, de las que no consiguió saborear el éxito, pero lo cierto, es que tienen ese encanto, ese pellizco, que solo aquellas bandas especiales atesoran, más allá de sus índices de popularidad.
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