Supongo que ya estaréis un poco cansados de socializar en familia a marchas forzadas. Bueno, pues vuelta a la realidad, hoy toca ya la última fiesta de este final/comienzo de año, que son los reyes magos. No se como habéis comenzado el año, yo de forma tranquila, café cargado, peli, nueva comida familiar, de nuevo más cervezas, estomago pesado, tarde de sofá y series….. bla, bla, bla, a quien cojones le importa, lo que no podía faltar es el puto rock and roll, hombre ya.
Todavía tengo discos del año pasado sin escuchar (y de anteriores), pero este nuevo periplo de 365 días, lo he querido bañar en el preciado líquido de un disco recién salido, directo desde Suecia, que huele a rock salvaje, de riff fuertes, de esos que te hacen volver corriendo a por otra cerveza, o lo que tercie en el momento. Al final, uno vuelve a lo que realmente le pone, por mucho que se pasee por otros barrios, que se empape de los que sale de otras ventanas o se asome a compartir lo que se cuece en otras cocinas.
Lo mio son y serán los riffs uno tras otro, la velocidad y el sabor a alcohol en cada canción, y de eso estos suecos saben bastante, porque «All in» de Gain Eleven, vive de ese hard rock macarra y chulesco. Y es que ese riff de la canción que da nombre al disco, tiene sabor a Guns n Roses, aunque luego se muevan por terrenos cercanos a bandas como Imperial State Electric y toda esa legión de paisanos y vecinos suyos. Algo parecido se puede decir del riff de»Sexual punishment», en la que el bajo cobra importancia. El camino ha seguir está claro, y eso lo podemos seguir escuchando en «Let me be your man» y su adrenalítico solo, el hard rockero single «Never back down» y su buen estribillo, la rapidísima «Candy & cocaine» o el sonido más clásico de «Hit me» con sus riffs marcados. Siguen saliendo buenos discos, buenas bandas, con ganas de disfrutar y que lo hagamos con ellos. Que siga sonando el rock and roll. Podeis escuchar su disco en Spotify.
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