Siempre me pasa lo mismo con Casablanca, nunca llego a escuchar sus discos a tiempo para meterlos como merecen en lo más alto de su año de publicación y con éste Miskatonic Graffiti (2015), el tercer disco de su carrera, no iba a ser menos reseñándolo a estas alturas ‘a toro pasado’. Pero bueno, nunca es tarde, un disco no sólo está hecho para ocupar un lugar en los ‘Best Of’ anuales y con la banda sueca me lo he querido tomar con tranquilidad en vistas al cacareado (y criticado) cambio de rumbo que parecían haber tomado.
Casablanca era (y espero que lo siga siendo) la banda del grandísimo Ryan Roxie que, por problemas de agenda y múltiples compromisos gracias/por culpa de estar en las filas de Alice Cooper, ha tenido que dejar su liderazgo en la banda a todos los niveles. Ryan parecía ser el alma del grupo sueco y todo el mundo nos acojonamos sobre lo que podría salir de la mente del histriónico y teatral Anders Ljung y de la aplastante valkiria Josephine Forsman, pero que nadie se lleve las manos a la cabeza, creo que podéis estar tranquilos, al menos hasta cierto punto, porque el nivel compositivo incluso ha subido a un nuevo nivel para mi gusto.
Ahora bien, si hay alguien que tenga un problema con el A.O.R. que se vaya cagando leches de aquí je, je… Como sé que a Bernardo de Andrés, del blog «Mi Tocadiscos Dual», le pone mucho este estilo y la década que lo vio nacer le encanta, éste post va dedicado a él.
Una grandísima canción de fondo, please!…
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En primer lugar, pongámonos en situación porque Miskatonic Graffiti no es un disco de rock’n’roll al uso, no Pupilos, la retorcida mente de su cantante Anders Ljung no podía quedarse en el glam rock callejero de los dos anteriores trabajos con Casablanca y, en mi opinión, ha podido dar rienda suelta a sus inquietudes e inclinaciones confeccionando un disco conceptual basado en los Mitos de Cathulhu popularizados por H.P. Lovecraft. Esto ya se veía venir desde aquel primer tema de Ridin’ A Black Swan (2013) con el oscuro y elaborado «The Giant Dreamless Sleep». Sin Roxie, la épica y la ampulosidad melódica han ganado la partida a las putas y el glamour de cloaca…y no seré yo el que vaya a tener ningún problema con esto a pesar de recelos iniciales.
El disco ya empieza sin complejos con «Enter The Mountains», un tema…¡de más de diez minutos!!! que comienza ese ‘viaje a las Montañas de la Locura’ y que comienza tenebroso e inquietante, muy Sabbath a la par que progresivo y épico en su desarrollo hacia el final. Una verdadera prueba de fuego para el ‘die hard fan’ de la discografía anterior de Casablanca.
Pasado el primer envite, todo se endulza bastante y se hace algo más inmediato aunque sin perder esa atmósfera épica y AOR/Prog. «Closer» tiene un riff acojonante, un ‘solo’ por parte de Erik Almstrom que nos hace olvidar a Roxie (en éste y, curiosamente, en todo el trabajo) y unos teclados incendiarios ‘a la Purple‘. A partir de aquí el Melodic AOR de melodías épicas y muy curradas se hace con el mando como en «This Is Tomorrow», «My Shadow Out Of Time» o «Sister» que serían perfectos ejemplos en donde aceptas esta nueva piel de los escandinavos, en donde no les notas nada forzados, en donde dejan constancia que saben el terreno que pisan y quieren explotar, hasta se permiten un tema de intencionalidad ‘pop’ como «Miskatonic Graffiti» que ganaría el Festival de Eurovisión por la gorra y sin despeinarse.
Quieron acabar destacando el contraste entre el hard rockero «Name Rank Serial Killer» (genial Josephine
En definitiva y para ser sinceros, si llego a escuchar este disco hace uno o dos meses estaríamos hablando de uno de mis cinco discos preferidos del 2015, ¿me explico con claridad?
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