Echando la vista atrás, recuerdo que uno de los primeros posters que lució en las paredes de mi habitación, fue uno de Blackie Lawless. Estamos hablando de hace 30 años, imaginad si ha llovido desde entonces. El primer disco de W.A.S.P., es a mi parecer, uno de los mejores discos debuts que ha dado el hard rock y el heavy metal. Tenía algo especial, más allá de un puñado de grandes canciones. La banda siguió sacando discos, con su guerra particular declarada al deplorable P.M.R.C.. El tiempo ha ido pasando, y W.A.S.P. han seguido estando ahí, en mejor o peor forma, con mayor o menor fortuna. Escándalos, peleas, rupturas, reconciliaciones y siempre canciones, que nunca falten. Pero Lawless sigue adelante. Hace tiempo que la bestia de Holmes no está a su lado, pero eso da igual, la maquina sigue rodando, la banda sigue grabando buenos discos y girando, que la carretera es al final, el mejor punto de encuentro.
«Golgotha» es la declaración de principios de W.A.S.P., en este 2015, y necesitamos que los viejos grupos de hard and heavy, sigan sacando buenos discos, porque nos ayudan a seguir caminando, y por que pegan en la boca, de aquellos ilusos, empeñados en ridiculizarlos. «Golgotha» sigue con paso firme el camino al que Lawless se lanzó hace tiempo, dejó atras la provocación para centrarse en su propio ser, a la hora de escribir canciones, y ahora nos regala un viaje sin retorno a su Golgotha particular, donde expiar nuestros pecados juntos en la danza macabra de las guitarras eléctricas. La inicial «Scream» ya se lanza directa a por ti, deudora de ese sonido al que la banda nos ha acostumbrado en los últimos tiempos. El hard rock asoma tras los acordes de «Last runaway», rememorando viejos tiempos melódicos, sobre todo en ese estribillo. «Shotgun» es uno de esos himnos que tan grande hacen a esta música, Lawless en estado puro. Llega la hora de encontrar al Lawless más íntimo con la balada «Miss you», a la que su voz, da ese toque dramático que la impregna de grandeza, ¡que gran canción amigos!
Atentos al inicio de «Fallen under», esos apergios junto a los teclados, que preceden a la entrada de la voz, engullendo toda la fuerza que es capaz de transmitir. «Slaves of the new world order», evoca a esos W.A.S.P. de principios de los 90, con toda la intensidad que encierra la canción. Sonidos potentes para «Eyes of my maker», coronados con un fabuloso estribillo. Nuevo acercamiento a lo que significaron los 90 para la banda, con «Hero of the world», que os puede parecer extraño, pero Lawless me recuerda en esta canción a Bob Catley con sus Magnum en la estrofa. Cierra el disco de manera majestuosa la canción que da título al disco, «Golgotha», un medio tiempo de más de siete minutos, en el que las melodías están cuidadas al máximo pero desprender esa épica e intensidad que contiene. Un gran disco de W.A.S.P., que no siguen regalando grandes canciones. Blackie, si así nos lo pides, te seguiremos con los ojos cerrados al Golgotha.
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