Intentando encontrar una serie más, digamos, ‘ligera’ para contrarrestar el drama moral de lo ‘hubots’ de Real Humans (Akkta Maniskor) tenía reservada Transparent tras apuntármela el año pasado por la cantidad de nominaciones que tuvo en los Emmy Awards del año pasado. La serie, creada por Jill Solloway (A dos metros bajo tierra), consta de 10 capítulos de media hora corta y la segunda temporada se estrenará a no tardar este Otoño vista su gran aceptación y los premios conseguidos contando con 2 Globos de Oro 2014.
Transparent -irónicamente ‘Padre Trans’- va de otro dilema/drama moral planteado como una
comedia de situación en la que los integrantes de una familia aparentemente normal tienen que aceptar y gestionar la confesión que su padre por fin les hace sobre su transexualidad. Cada uno de los tres hermanos, a pesar de las reticencias iniciales, reacciona de una manera completamente distinta así, la hermana mayor, Sarah Pfefferman (atractivísima Amy Landecker), es la que mejor lo lleva y acepta con normalidad, el mediano, Josh Pfefferman (Jay Duplass), es el más reticente y la pequeña de la familia, Ali Pfefferman (Gaby Hoffmann) es la que más inestabilidad emocional le produce el hecho.
Pero no nos olvidemos del verdadero protagonista, ‘Maura Pfefferman’ (nacido como Morton Pfefferman), perfectamente interpretado por Jeffrey Tambor, que es el que lleva todo el peso de la serie mostrando a la perfección y en paralelo, su vida ‘oculta’ en los 90’s y ‘su salida del armario’ hoy en día con todas las de la ley, a pesar de las trabas familiares y los intereses de unos hijos malcriados de vida fácil y caprichosa.
Las tramas paralelas, es decir, la de la inestable vida de sus hijos son el reflejo fiel de lo que siempre le ocurrió a su padre, debatiéndose entre lo que oculto y lo que muestro como ‘correcto’, saliendo a relucir (tras la confesión paterna) todas las ‘mierdas’ que tenían guardadas por omisión y/o ocultación.
Y bien, sin ser nada del otro mundo, la verdad es que entretiene, se nota también que está bien documentada y tiene un punto de vista muy sensible para con el tema planteado pero, para ser sinceros del todo, si bien hay momentos que te partes el culo con ‘Maura’ y su ‘transformación’, hay otros momentos que me agobian como la trama del hermano de exitosa carrera y fracasada vida sentimental o como los agobios ‘teenagers’ de la pequeña. Eso sí, el tema sexual se plantea con total libertad y sentido explícito saliéndose de los cánones ‘republicanos’ y de la doble moral Yankee.
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