No os podéis imaginar la cantidad de discos que salen a la calle en estos tiempos, en los que el mercado musical vive sus peores momentos, al menos desde las perspectiva de las ventas. Las discográficas fuertes, han apostado a lo seguro, y solo algunos sellos siguen apostando por nuevas bandas. Una inmensa mayoría de grupos, decide hacerse cargo de su carrera en todos los aspectos y tirar para adelante, probando suerte.
Los discos, más que nunca, se han convertido, sobre todo, en una forma de atraer a la gente a los directos, que esa es otra. En plena avalancha, te topas con discos, que jamás hubiesen pasado la criba de una discográfica tiempo atrás, cuando, si discos buenos, terminaban olvidados en algún cajón, imaginad los que no tenían un mínimo nivel o un buen padrino. Sin embargo, llegan otros, que sorprenden, que le vas pillando cosas y terminas apreciándolo.
Es el caso de los madrileños Taxus. Su metal alternativo, con voz femenina, que les da un toque muy melódico, ha terminado sonando una y otra vez en mi equipo. Un buen trabajo, de una banda con futuro, que en cinco canciones, da rienda suelta a un potencial que se presenta esperanzador. Desde la inicial «El vuelo» con ese sello tan característico del metal de los 90, donde destaca la voz de Wanda, creando paisajes melódicos entre los furiosos riffs. «Abyssal» tiene un ritmo de guitarras muy contundente, así como una base rítmica que le añade mucha fuerza. «Taxine» se mete de lleno en terrenos melódicos, sobre todo gracias a la voz, aunque deja espacio para ir intercalando unas guitarras muy potentes. «La bestia» suena más heavy, más agresiva, mientras la voz deriva por terrenos acotados por los sonidos de los 90.
Cierra el ep, «Revelación», donde colabora Emilio Sanchez (Tao Te King), aportando voces agresivas que se conjugan con las melódicas de Wanda, mientras musicalmente se posicionan cerca del nu metal, con esos ritmos llamativos. Como dije más arriba, un muy buen trabajo, de una banda que ha encontrado su camino y ahora tiene que ir creciendo con naturalidad. La voz melódica se convierte en una seña de identidad, destacando durante toda la grabación, pero sin dejar atrás el gran trabajo que hacen Mansi y Ger en las guitarras, Euge al bajo y Franco a la batería. Habrá que seguirles la pista.
0 comentarios