Es mas que imposible inventar algo nuevo en el siglo XXI en esto de la música. siempre es posible sacar un parecido, una similitud , un origen, un algo ya escuchado por eso cuando se aparece un producto que cuesta trabajo ubicar entonces nos encontramos ante una rara avis , una especie a conservar.
Aaron Livingston, aka Son Little, ha lanzado su disco debut y desde luego es complicado de ubicar, ergo es más que digno de tener en cuenta a estas altura de la historia. Para unos les sonara a soul pero desde luego no suena a Otis Redding, otros mantendrán que tiene raíces gospel pero tampoco es como los Staple Singers, raíces hip hop podría decirse pero no es The Roots; electro y sin embargo no es Suicide; o blues pero tampoco es The Black Keys. Son todos ellos y ninguno esa es la fortuna de Son Little.
En tiempos de sobreexposición de sonidos negros que tienden a copiar lo inmejorable como son los clásicos de la Stax,( Memphis, Tennesee ) que aparezca algo que impacta y de claro sabor personal debe ser significado, Son Little ha facturado el disco de alma negra del SXXI es una perfecta sucesión de ese gospel, soul, blues, folk y rock con color del carbón sólo que en un lenguaje propio
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A años luz de cualquiera de los revivalistas, esto es un soplo de aire, un camino a seguir y la demostración de que es posible la existencia de un soul moderno . Para mi gusto personal uno de los mejores discos del año Un 9’5. Por fin un negro dispuesto a demostrar a los multiples blanquitos que todavía hay clases
Un lp de múltiples aristas de muchas sorpresas un lp que promete ser eterno
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