Siempre fui muy fan de Jeff Waters, bueno, realmente de los dos primeros discos que editaron Annihilator, que me siguen pareciendo dos putas obras maestras, con esos cambios y esos riffs impresionantes, que ponían a los canadienses a la altura de cualquier banda de las que en esos primeros ochenta, trataban de alcanzar el cetro, que luego fue para otros, que ninguno eran Annihilator. El destino llama a tu puerta y tu decides, si quieres jugar la partida o no. A Waters, le llamó Mustaine, y le ofreció ser el guitarrista solista de aquella joya que sería «Rust in peace«, pero el guitarrista estaba dispuesto a tocar la gloria con su banda, y al final, pareció quedarse en un eterno purgatorio. Ya aquel «King of the kill», que tanto gustaba a la gente que se movia a mi alrededor, a mi me olia a quemado, no era aquella banda que me había hecho disfrutar como un poseso. A partir de ahí, una constancia en cuanto a grabaciones y gira, pero el favor del gran público el metal, les parecía vedado, al menos en cuanto a ventas. La constante inestabilidad en la formación de la banda, y en la propia vida personal de Waters, fuero haciendo mella en una de las bandas más prometedoras del heavy metal de los ochenta.
En 2015, siguen constantes, fieles a su cita, y su nuevo disco es «Suicide Society», con un Waters, que se hace cargo de las voces, guitarras y bajos, acompañado de Mike Harshaw a la batería. ¿Es un mal disco?, no, pero tampoco es lo que sabemos o intuimos que Jeff podría dar de si. El tipo es muy buen músico, de eso no cabe duda, pero escuchando este disco, me da la sensación, de que se ha limitado a cumplir el tramite, en vez de intentar dar ese salto adelante, que siguen dando muchos de sus compañeros de generación. Y aunque Jeff en ciertos momentos, ha intentado resucitar viejas formulas, no termina de convencer. Abren con la canción que da nombre al disco, y yo, que soy de la teoría de que la primera canción de un disco debe ser matadora, aqui no lo encuentro. «My revenge» me levanta bastante la moral, con ese sonido thrasher, y ese riff omnipresente, que suena muy Metallica. «Snap» me llama mucho la atención, desde ese melódico inicio, al tratamiento de la estrofa y el estribillo que sorprenderá a más de uno, seguro, aunque, eso si, cuenta con un gran riff. «Creepin’ again» me vuelve a bajar la moral, ese rollo moderno no lo termino de casar en la banda.
«Narcotic avenue» vuelve a acelerar el asunto y eso se agradece, este es el barco donde mejor se desenvuelve el canadiense. «The one you serve», no es para tirar cohetes, pero consigue cumplir el tramite. A Waters siempre le ha gustado ir un poco más allá, experimentar con el sonido de su banda, y «Break enter», es de esas canciones, y a mi, sinceramente me gusta, sobre todo ese estribillo y la estrofa que lo antecede. No se, pero «Death scent» me suena muchísimo a Megadeth, ¿se estará arrepintiendo Jeff de algo?. La última, «Every minute» vuelve a explorar sonidos más actuales, junto con mucha melodía. ¿Es Suicide Society un mal disco? No aventuraría tanto, pero lo cierto es que no será un disco para recordar. Dentro de poco estarán tocando por nuestro país, y seguro que ahí mejoran mucho las cosas.
0 comentarios