Supongo que la gente seria se hará preguntas del tipo de si hay vida más allá de la muerte o si en el espacio exterior seres de otras civilizaciones que nos visitan puntualmente. Yo, que me preocupo más bien poco por los asuntos trascendentales y no me quitan el sueño ciertas historias, me pregunto la razón de que las bandas de rock melódico de este país son denostadas a pesar del cada vez más creciente número de fans del género, que juran y perjuran por Steve Perry disfrutar de las melodías edulcoradas del género desde el principio de los tiempos.
Pero aquí somos así, hemos dejado pasar el tren de bandas como 91 Suite o Nexx hasta hundirlos en el hastío y cansarlos de remar contra corriente, dedicándoles muy bonitas palabras pero pocas escuchas e interés en la historia que tenían que ofrecer. Pero qué esperar de un elevado número de personas que acuñan como suyo aquello de «yo es que el rock español…». En fin, que más vale ser un mediocre de Oregón que una vez a punto estuvo de telonear a unos que casi tienen sus quince minutos de gloria, que ser de Toledo o Cádiz, y enarbolar la calidad por bandera.
The Val viajan en una locomotora que no deberíamos dejar pasar, no mirar hacia otro lado cuando su tren pase por nuestra estación. Este nuevo disco debe suponer, si no su confirmación, al menos un gran paso adelante, y también merece, como mínimo, la atención de la gente. La voz de Gaby De Val es, sin lugar a dudas, el vehículo conductor para estas once canciones (más una intro), repletas de melodía y buen gusto. Su voz me recuerda mucho a Ann Wilson de Heart, y es que los parámetros por los que se mueven, andan bien por los momentos más A.O.R. de la banda de las hermanas Wilson como por fronteras más soft. Tras la intro que da nombre al disco, nos topamos de frente con uno de los momentos más rockeros con «Wish you all the best«, que me trae a la cabeza aquel fantástico «Brigade« que las de Seattle lanzaran en el 90.
«Crusader» se llena de la magia de los teclados y, además, puedes comprobar con el mimo que está realizado este disco. Una de las mejores canciones, sin lugar a dudas, es «Roses and chains«, con ese tono épico, la voz descomunal y una melodía que va creciendo en todo momento, junto a un fantástico solo de guitarra. «Up to where u are« posee unas guitarras más rockeras,aunque el estribillo vuelva a desbordar melodías por doquier. «She’s dumb and blind« está milimetrada para el lucimiento de Gaby, que se luce sobre ese fondo de piano que da pie a una muy buena canción. La cosa sigue sobre ruedas con «Stardust«, un grandísimo medio tiempo con cierto aire blues y ese estribillo de tintes pop rock. «My heart is beating» se acerca al sonido del hard melódico, sobre todo por ese riff de guitarra. Ojo al estribillo.
Metidos en las profundidades del A.O.R. con «I saw him first«, unos bonitos coros y desprendiendo buen rollo. «Breathe in me» reposa el ritmo, para introducirnos de lleno en una sentida balada, donde los teclados de nuevo brillan con luz propia. Cierran el disco «Wreckage of my heart» donde dan rienda suelta a su lado más rockero, sin pasarse, claro está, porque aunque el poder de las guitarras está ahí, siempre queda en un segundo plano, y «Borderline», una preciosa canción acústica, donde la voz juega de maravilla con las melodías.
The Val están sobradamente preparados para dar guerra en este difícil mundo del rock melódico, y sin lugar a dudas, este disco es una apuesta segura y un enorme paso adelante para una banda que ni puede, ni debe dejar de crecer.
Par mí uno de los discos con mejor gusto y de más calidad de lo últimamente publicado por grupos nacionales. Enhorabuena a The Val