Va acabando el 2104, un año con infinidad de conciertos en Barcelona y alrededores, siguiendo con la crisis galopante que nos está acuciando a todos en mayor o menor medida. Pero aún nos quedaba uno de esos días que muchos jóvenes fans tenían marcados en sus agendas: el concierto del grupo sueco Sabaton en Barcelona, con cambio de sala, de la Razzmatazz 2 a la 1 por el buen número de entradas anticipadas vendidas. Buena señal. Y eso que ya nos habían visitado en julio en el Rock Fest de Santa Coloma de Gramanet.
Se abrían puertas a las 18:30, y empezaba el primero de los grupos a las 19:00, los de las Islas Feroe, Tyr. Media entrada había en esos momentos, normal por lo temprano de la hora. Como ahora los conciertos acaban hacia las 23:00, eso provoca que todo se adelante, que gente que viene del trabajo llegue tarde y se pierda a los grupos teloneros, muy interesantes últimamente. Y Tyr no defraudaron. Los de Heri Joensen (voz y guitarra) calentaron rápidamente el ambiente con su rock-folk y viking-metal. Juntan música de su tierra con rock y metal dando lugar a una mezcla muy interesante; sobre todo cuando cantan a coro los cuatro a capela. Su música invitaba a bailar como si estuviéramos en una taberna escandinava. Tenían un buen número de seguidores que coreaba cada uno de sus temas. Dejaron un buen sabor de boca. ¡No estaba nada mal para empezar!
Un rápido cambio de batería y, sobre el escenario continua la fiesta que empezó Tyr con una banda más fiestera aún, Korpiklaani. Con ellos, desde la primera a la última canción, no puedes parar de moverte. Contagian a todos su espíritu alegre y de diversión. Tocan folk finlandés con toques metal, y su acordeonista y su violinista le dan al grupo un aire al grupo español Celtas Cortos. Su cantante y fundador, Jone Järvelä , con sus largas rastas, no paraba de moverse por el escenario, al igual que su guitarra y su bajista, que parecían surgir de la américa profunda con su aspecto similar a los ZZ Top. Cantan en su idioma y en inglés, pero eso no importó al público, que coreó diversas canciones, como la dedicada al Vodka, entre otras. Gran actuación de un grupo que va a más en cada actuación.
Y nos esperaba el plato fuerte de la tarde noche. El cambio de escenario nos presentaba sobre el tablado un gran tapiz con el nombre de la banda y en el centro un gigantesco tanque, con la batería en la parte superior, con dos cañones laterales con luces. ¡Qué bestia! Unas redes de camuflaje a lado y lado preparaban la batalla musical que se nos estaba a punto de presentar. Y con una muy buena entrada comenzaron Sabaton su concierto con la potente «Ghost Division».
Todo el público sin excepción empezó a saltar al ritmo de su heavy metal marcial con mayoría de letras dedicadas a batallas épicas que nos marcaba Joakin Brodén y sus huestes. Tanto sus dos guitarras, Chris Rörland y Thobbe Englund como el bajista y fundador Pär, iban continuamente intercambiándose sus lugares en el escenario, y subiendo de vez en cuando en la parte delantera del tanque. Se les veía siempre luciendo una sonrisa, muy sueltos y disfrutando encima del escenario. Mención aparte merece su vocalista Brodén, imagen y alma de este grupo. Su fuerza y simpatía se transmiten desde el primer momento. No dejó de bromear entre cada canción, llegando a hablar incluso en catalán. Pidió si la canción «Gott Mit Uns» la queríamos en inglés o en sueco, y la gente escogió el sueco. Le echaron una camiseta negra y se disculpó de no haberla cogido al vuelo diciéndole al chico “¿no ves que llevo gafas oscuras?”, un comentario que provocó las risas y aplausos de todo el auditorio. Esas inconfundibles gafas tipo aviador, en una de sus últimas canciones se las regaló a un fan con la cara pintada con la bandera sueca.
En el set se intercalaron sus grandes canciones con las nuevas de su último álbum de estudio, Heroes, de 014. «Carolus Rex», «The Art Of War» y «7734» fueron algunas de las incluidas en su repertorio. A destacar que «Soldier Of Armies» y «White Death» no estaban en el setlist y las tocaron a petición de los fans de la primera fila. ¡Increible el buen rollo y buen hacer del grupo! Joakin nos dio las gracias en diversos momentos del concierto al ver la implicación del público en cada una de las canciones que interpretaban.
Otro momento a destacar es cuando Joakim cogió una guitarra, que le entregó Floor Jansen, la vocalista del grupo Nightwish y actualmente pareja del batería de Sabaton, el holandés Hannes Van Dahl, y se marcó unos riffs que picaron primero a Tobbe y después a Chris, que vacilaron con sus solos delante del cantante. Él entonces se marcó el principio del «Master Of Puppets» de Metallica ante el asombro de los presentes, que unió con la potente «Resist And Byte», a la que se unió el resto del grupo.
La banda abandonó el escenario momentáneamente para regresar con sus bises. «Night Wiches», «Primo Victoria» y «Metal Crue» cerraron el concierto de los suecos, dejándonos a todos sin fuerzas pero con una gran sonrisa en la cara después del potente show que se marcaron. El cambio de tres miembros en 2012 no ha afectado a la popularidad y fuerza del grupo, que no deja de crecer. Con bolos como este, no me extraña que su número de fans vaya en aumento, yo incluido.
En resumen, gran miércoles de diciembre con tres bandas que nos derrocharon su buen hacer y optimismo, muy necesario hoy en día con la que nos está cayendo. Y con la gran noticia de que Sabaton vuelven otra vez al Rock Fest en su edición de 2015.
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