Lo han vuelto a hacer, y lo mejor es que todos, todos los inputs, señalan que esto va a ser una constante a lo largo de los tres capítulos que restan para dar por finalizada esta espectacular temporada de Homeland. Sí, volver a recordar de dónde venimos tras lo acontecido en la pasada temporada y las pocas expectativas que teníamos de la actual, no sería más que seguir dando vueltas en la jaula del hámster, por lo que nada mejor que centrarnos en el magnífico espectáculo al que acabamos de asistir. Si el episodio anterior se quedaba en un notable alto, con este There´s Something Else Going On, esta cuarta temporada ha entrado de lleno en la excelencia.
Una vez el finalizado el capítulo anterior quedaba claro que sólo podría haber una salida para Saul, y que no iba a gustarle, pero, si bien estaba cantado que habría canje, faltaba ver cómo se desarrollaba, y la verdad que la secuencia, desde el momento en que el niño sube a la furgoneta, donde los diversos peones de la partida se ponen en movimiento, hasta su finalización, sólo se puede calificar de magnífica, y todos los encuadres de la misma traspasan la pequeña pantalla y bien podría haber sido filmada en cualquier gran producción de Hollywood. Diversos planos perfectamente estructurados, filmados con toda precisión para que ningún cabo quede suelto y con las dosis necesarias de dramatismo para conseguir poner en ascuas al espectador. Es ahí donde Mandy Patinkin se encarga de engrandecer todavía más al personaje de Saul, pero, si bien todo parece indicar que ahí va a acabar la cosa, una vez más Carrie -aunque a la finalización del capítulo todavía no está en condiciones de saberlo- ha acertado con sus presentimientos y en la partida, tal como ella intuía, alguien ha jugado con las cartas marcadas.
Sí, una jugada sucia, y no sólo para el devenir de, por una parte los viajeros en el convoy, aunque es fácil hacer la quiniela de quienes van a salir mejor parados del incidente, y por otra los del interior de la embajada una vez Boyd descubre el plan oculto de Tasneem, sin olvidarnos de nosotros, simples espectadores, que tendremos que esperar una semana para conocer el desenlace de lo que se nos acaba de plantear en el mejor capítulo de esta cuarta temporada, pero que seguramente no tardará mucho en ceder el honor a cualquiera de los tres restantes. Y es que, repito, todo los inputs señalan claramente que el nivel ya no se va a mover de la excelencia alcanzada a lo largo de los últimos cuarenta minutos.
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