Anathema ya hace años que decidió dar un paso adelante y variar el rumbo de sus inicios, en los que se dedicaron a transitar por los abruptos y oscuros caminos del doom, y poco a poco, hasta llegar a su anterior disco consiguió encontrar exactamente lo que andaban buscando, y este Distant Satellites ahora no se podría entender si antes no hubiese existido el Whather Systems.
Un disco que es una magnífica continuación del mismo. De hecho, la estructura tiene bastante similitud. Sólo hay que ver el arranque del mismo donde, si bien con diversos matices que lo diferencian, «The Lost Song Part 1» y «2», nos recuerda el brutal inicio del Wheater donde ese par de «Untouchables» consiguieron elevarnos a una dimensión superior, y si bien el primer «Lost Song» se queda lejos del primer Untouchable, no podemos decir lo mismo del segundo donde Lee Douglas, de nuevo maravillosa, se hace suyo de tal manera el tema acompañada de la guitarra acústica, mientras el resto del grupo se encarga elevar la canción a los mismos niveles de excelencia vividos en su anterior álbum. Sin duda este «The Lost Song Part 2″ es uno de los grandes momentos, no sólo del disco, sino también de la historia reciente de Anathema.
Y si con los dos temas encargados de abrir el disco, siguiendo la estela de luminosidad y frescura del Weather, la luz consigue filtrarse tras el paso de la tormenta, con «Dusk», de la mano de Vincent, el grupo nos recuerda que no siempre ha sido así, y ante nosotros aparecen unos Anathema mas sombríos, pero de esa melancolía los hermanos Cavanagh vuelven a demostrarnos que hoy en día pocos, muy pocos, son capaces de ponerse a su nivel.
Llevamos tres de tres, y si con su anterior disco eran cinco de cinco los temas que uno tras otros conseguían crear el inicio más demoledor de los últimos años, aquí la cosa, sin llegar a la esa excelencia, sigue por los mismos derroteros, y es de nuevo esa maravilla llamada Lee Douglas quien, acompañada de ese piano marca de la casa, se encarga hasta entregar el relevo a Vincent, de recordarnos lo grande que es. Los hermanos serán el estandarte musical de Anathema, pero yo soy incapaz de entender el grupo sin la presencia de Lee, sin duda el alma del grupo.
Y una vez dejamos atrás «Ariel», le toca el turno a tercera «The Lost Song», el único tema que el grupo ya nos había dado a conocer anteriormente. Un tema que sigue los mismos pasos de los dos anteriores y es de nuevo la dupla Vincent & Lee los encargados de tomar las riendas del mismo, mientras donde la magnifica base rítmica que forman Jamie y Daniel deciden dar un paso adelante y hacer que su presencia sea más marcada. Este tercer «Lost», quizás porque ya sabíamos de ella, carece de ese efecto sorpresa, y si bien sigue siendo un tema a tener en cuenta, no es de lo mejor de este Distant Satellites, o quizás esté ahí puesto para que, si hemos asistido a un pequeño bajón, esto quede olvidado ante lo que nos espera, y es que para empezar la segunda parte del disco, momento en que el Wheater bajaba de nivel, el grupo se ha guardado un carta ganadora bajo la manga, y es que ante nosotros hace su aparición «Anathema».
Y un tema que lleve el nombre del grupo no puede ser un tema cualquiera. Y no, no señor, vaya temazo acaban de cascarse. Una canción donde al lo largo de sus casi siete minutos, salvo la excelencia de Lee, todo lo que es Anathema en estos momentos aparece, y si bien, como no podía ser de otro modo, tenemos una dupla estelar en la que voz y piano consiguen recrearnos lo mejor de ese universo tan made in Anathema, ese solo de guitarra encargado de conducir a la excelencia, es de tal nivel que, salvando la evidente diferencia a la hora de entender la sonoridad de la guitarra, bien nos pudiera recordar al Gilmour de la mejor época cuando su maestría se encargaba de elevar el listón de los Floyd. Temazo auténtico y sin duda otra de esas grandes joyas que se esconden en este Distant Satellites.
¿Momentos flojos de disco?, pues sí, tal como sucedía en el anterior, de vez en cuando los Cavanagh se dedican a explorar y a experimentar, ya que si no lo hiciesen no serían ellos, ya que es un grupo en constante evolución y eso es lo que nos depara la peculiar «You´re Not Alone», pero eso es quizás una simple apreciación personal, y sólo se trate de uno de esos temas que necesiten algo más de tiempo y poso para su comprensión. Sea como sea, para mí, un tema distante, pero poco importa si todavía ante nosotros tiene que aparecer el tema encargado de dar nombre al disco que con sus ocho minutos y un cambio de registro brutal, el grupo, a modo de reto, nos invita a que demos un paso adelante para entrar en una nueva dimensión, aunque muchos seremos los que nos quedaremos con la propuesta inicial de este Distant Satellites.
Pero cualquier duda queda totalmente dinamitada cuando ante nosotros aparece» Take Shelter», el tema encargado de cerrar el disco donde a lo largo de seis minutos, tras unos minutos de experimentación, el grupo vuelve a ponerse serio y decide regresar a la senda inicial. Seis minutos absolutamente espectaculares que sirven para cerrar a lo grande. Seis minutos con los que el grupo se encarga de entrar en tu mente para dejarte sin sentido. Seis minutos en los que de la mano de una orquestacion excelsa el grupo consigue secuestrarte y adueñarse de tus emociones. Seis minutos en los que Anathema vuelven a ser Anathema, o lo que es lo mismo, con el permiso de Steven Wilson, demostrarnos una vez más que en la actualidad, tal como antaño sucediese con Pink Floyd, cuando hablamos de musicalidad, nadie es capaz de toserles.
Particularmente,me seguiré quedando con Weather Systems, y si bien de entrada ya era obvio que muy difícil superarlo, Anathema con este Distant Satellites cerca, muy cerca, se han quedado de lograrlo y de hecho este disco ya pasa a ser el mejor disco del año para un servidor.
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