La primera hora, ya analizada anteriormente, nos dejó convenientemente preparadas las piezas en el tablero de juego. Sesenta minutos necesarios para, sin tener todavía la certeza absoluta de los motivos, asistir al regreso de Jack Bauer. Una hora en la que varias cosas quedan claras sobre quienes van a ser los acompañantes de Bauer a lo largo de estas doce horas en la magnifica ciudad de Londres, donde, por un lado, tenemos a aquella frágil analista que apareció en la tercera temporada en la CTU, y a la que muchos en aquel momento no creímos que su figura fuese mucho más allá de tres o cuatro capítulos, pero a la postres ha acabado siendo una pieza fundamental de la serie. Sí, evidentemente se trata de Chloe.
Y la segunda figura, también femenina, que veremos, aunque por los mentideros ya se habla de que posiblemente Kiefer Sutherland quiera jubilar a Bauer y es más que posible que esta vez su alumna/o más aventajado no acabe bajo una lápida y tome las riendas de la nueva temporada de «24», pero esto no es más que un rumor que anda circulando con bastante fuerza, los derroteros por los que acaba transitando, pero no hay duda de que Kate Morgan va a tener un papel de lo más destacado en esta nueva temporada.
Y una vez definido el tablero de juego, si bien el ritmo no ha estado mal, no hay duda de que, por mucho que Bauer haya puesto nada más empezar un edificio gubernamental patas arriba, tampoco podemos hablar de nada excesivo y todo bastante lineal con solo una linea argumental, pero esto ya empieza a cambiar seriamente en esta segunda hora donde ante nuestros ojos aparece ese Jack Bauer implacable al que tanto amigos, suponiendo que tenga alguno, como él mismo se encarga de afirmar, y sobre todo enemigos temen, y del que por fin, si bien, esa parte queda un pelín floja, sabemos los motivos de su vuelta. De la misma manera que se nos muestra el resultado de ese «apágalo» de Chloe y las consecuencias de su decisión tomada cuatro años antes.
Y ahora en las calles de Londres ha empezado esa cuenta atrás tan made in «24» para localizar a la que se supone la personificación de esa amenaza que todos sabemos va a acabar desencadenando, pero en el universo «24» suele pasar que nada es lo que parece y que en cuestión de minutos se produce un giro argumental que de un plumazo se encarga de cerrar una puerta para abrir otra todavía más inquietante, sobre todo si en ella nos aparece Michelle Fairley. Aparición que por unos instantes nos hace recordar ese magnifico «The Rains Of Castamere» y ese brutal punto y final a una parte de los Stark. Sí, Michelle Fairley que aquí va ser con quien va a tener que lidiar Jack Nauer, en Juego de Tronos daba vida a la gran Catelyn Stark. Sin duda, otro ingrediente más para saber que esta temporada de solo doce capítulos se nos va a hace terriblemente corta. Este es el único pero. Todo lo demás, una vez visionados los dos primeros capítulos, no hace más que presagiar que #jackisback a lo grande.
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