Con la premisa de que estas canciones son descartes que no entraron en High Hopes, un álbum que está hecho, en parte, de descartes, tampoco nos vamos a sorprender de no encontrar algún pelotazo entre ellas. Un EP lanzado con motivo del Record Store Day compuesto por cuatro canciones pasables. ¿Un EP oportunista?
Ni el poderío instrumental de su banda ni sus ganas cantando en un registro poco habitual consiguen que «American Beauty», el primer tema, me enganche de laguna manera. Un intento de himno rockero de los que acostumbra, que se queda en algo repetitivo y sobrecargado de producción. Más suave y emotiva es «Mary Mary», aún con estribillo poco conseguido y Bruce con el piloto automático. En este acústico de lo más común, la fina producción al menos sí funciona.
Si me hubiesen pedido opinión a mi, que tampoco tengo demasiada idea, hubiese elegido para el videoclip de promoción «Hurry Up Sundown», el tercer corte del EP, más en la línea de los últimos discos de Springsteen. Gran presencia de la E. Street y un estribillo más grande que el de «American Beauty», más disfrutable. También «Hey Blue Eyes», el otro tema suave, supera con creces a «Mary Mary», con letra reivindicativa un Bruce casi susurrante. Y aún así, muy lejos de sus cotas altas.
Sin el valor añadido de una producción bien fundamentada económicamente, junto a la siempre especial forma de interpretar de Bruce, no sólo no habría escrito ni una palabra sobre este disco; ni siquiera lo hubiera estado exprimiendo como he hecho. Simplemente, cuatro canciones un tanto impersonales, normaluchas, que dirían por ahí, que enriquecen una discografía que empieza a ganar más grasa que músculo, algo que me me preocupa.
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