The Brew siempre me pasan por encima y me dejan un pitido de oídos que me da las buenas y noches y los buenos días. Ya han sido tres veces, y a cada cual, mejor. Si hace poco afirmaba que su flamante Control perfectamente podría ser su mejor disco, me reitero. Es el disco que más suena como sus directos, pero aún así, sobre el escenario, le han añadido calidad, potencia y presencia. Lo de anoche fue un conciertazo para el que parecían haberse alineado los planetas. Qué banda señores…
A pesar de que un pequeño retraso de diez minutos atenuó el desarrollo de la noche, los Última Experiencia sirvieron de adecuado calentamiento. No me terminan de convencer, pero a su favor tengo que admitir que saben tocar muy bien. Me gustan algunos de sus temas, como «La Casa de la Bruja» o «Lady Isabela», todo impregnado de hard rock clásico cantado en castellano, con el sonido caracerístistico de un power-trio a la antigua, pero a tramos no puedo evitar despegarme de sus canciones. Mención aparte merece «Castillos de Arena», su tema más ácido que incluye una recta psicodélica que durante unos minutos, a base de solos de guitarra y ritmos espaciales nos lleva directamente al universo de al lado. Bastante bien conseguida. Se llevaron aplauso del público tras unos 45 minutos en los que el sonido brilló por sí sólo. Ya temblábamos ante lo que vendría a continuación.
Nos echamos las manos a la cabeza cuando descubrieron los amplis de The Brew. O hace años no me fijé bien, o han renovado el equipo. Inmensas pantallas que acojonan si estás en las primeras filas, como era el caso. El hueco entre el público y el escenario lleno de bafles… y el trío rockero de padre, hijo y colega, tomando posiciones a la vez que preparan todo junto a los técnicos. Dan las diez y cuarto; comienza a sonar «Ectasy Of Gold» y la emoción se desata mientras bajo la sombra de los focos, Jason enchufa su guitarra, se remanga la americana, y levanta el brazo antes de arrear los primeros golpes de púa. Griterío y…
Sabía que estaba cantado pero celebré a golpe de headbanding «Repeat», el brutal tema que abre Control. Riff de Jason y brazos de Kurtis a lo alto. Un segundo después, tímpanos reventados y un revoltijo de músicos, instrumentos y música en el escenario. Difícil creer que sólo son tres, pero se hace imposible fijar la vista en sólo uno de ellos. Un torbellino de saltos, poses y unos golpes de batería sacan el corazón del pecho. Gracias, de paso, al sonido cristalino, lo sentenciamos como conciertazo.
En éxtasis desde el principio. The Brew suenan más compactos que nunca, más nítidos. Jason ya no se mueve al borde del histrionismo; se ha quedado con las poses más elegantes y reserva los saltos para momentos puntuales, como hace Tim, amén de que su voz suena más grave y madura hasta cuando se desgañita. Sin parar: «The Master», y añadiendo algún que otro comentario tipo «esta es del nuevo\esta se llama tal», de seguido «Mute» y «Pause». Fe ciega en su nuevo disco y en los fans, que parecían sabérselo muy bien.
No cayeron demasiados clásicos de su repertorio, a excepción de la inevitable «KAM» -la más coreada-, la impresionante «Every Gig Has a Neighbour» -insisto, en directo estas canciones cobran vida propia- y sus imprescindibles solos: el del Jason y el arco de violín -más corto que otras veces- y el de Kurtis, que cada vez impresiona más. Pude comprobar como los curiosos se agolpaban en las primeras filas para ver cómo acababa tocando con el dorso de las manos hasta los platos metálicos. Las ovaciones fueron ruidosas. Intercaladas, sonaron muy, pero que muy bien, «Skip» y sobre todo «Eject». Sin duda, han progresado sobresalientemente con Control.
Tuve que sacrificar los bises, que según marcaba su setlist, serían «Million Dead Stars» y una maravillosa «Rewind» (¿alguien lo confirma?), perfecta para decir adiós. Vivir fuera de la capital significa que, en jueves, el tren no me esperaría para volver a casa, por lo que no puedo atestiguar si salieron de allí a hombros o no. Tampoco creo que haga falta. Merecerlo, lo merecían, y es que nunca los he visto en tan buena forma, con tan buen sonido, y con tantas ganas de reventar. Conciertazo.
Setlist:
Repeat
Master
Mute
Pause
Every Gig Has A Neighbour
Shuffle
Eject
KAM
Skip
Fast Forward
Solo de Jason
Solo de Kurtis
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Million Dead Stars
Rewind
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