No sé a que hora abrieron las puertas, pero sí sé que antes de las 19:30 cayó un buen chaparrón en Madrid, y para cuando llegué, no había siquiera gente esperando fuera del Palacio de los Deportes madrileños. Sorpresa mayúscula cuando me entero, ya en la entrada, de que no se puede entrar al recinto con paraguas. Paraguas a la basura. Más sorprendente aún la poca cantidad de gente que había entrado en el Palacio, hablando de un grupo taquillero este. Gradas vacías y pista sin ocupar apenas a la mitad.
A las 20:15, servidor ya un poco harto de aguantar a los entrados en edad madura pasados de vueltas, salieron a escena Feathers, unas muchachas tejanas que hacían lo que yo calificaría como pop electrónico. Entre su música lineal, y el aún más lineal house que pincharon después hasta las 21:30, me dio un bajón físico importante. La música de Feathers no era lo mío, aunque el buen sonido del que disfrutaron era buena señal. Una show breve que encajaba bastante con la línea de Depeche, pero claramente a otro nivel.
El house nos taladró los tímpanos a volumen creciente, consiguiendo que para las 21:30 estuviéramos realmente deseosos de que comenzase lo de verdad. No cabía un alfiler a pie de pista en el Palacio, y para cuando se apagaron las luces, el público, cuya media de edad superaba los cuarenta, enloqueció como si volviese a vivir en la adolescencia. Señoras de la edad de mi madre chillando a cada gesto de Gahan. Tal cual lo cuento.
El setlist comenzó como esperábamos, similar al del día anterior y Barcelona, pero a partir de «Precious», para mí, uno de los momentos absolutos del show, aparecieron cambios que no me gustaron demasiado. En lugar de «Black Celebration», sonó «Stripped», en una línea marcada por el sonido industrial de su reciente Delta Machine que no me terminó de convencer.
El escenario está pelado, pero es inmenso, y los vídeos de Corbin que se proyectan a impresionante definición -repito, lo de «Precious» fue el mejor recuerdo que me llevé- resultan hipnóticos, mejorando sobremanera «Should Be Higher». Pero los cambios en el setlist se siguieron sucediendo en forma de descenso de revoluciones. El encadenar, tras la atmosférica «In Your Room», los temas que canta Martin -«The Child Inside», «Judas»-, con menos de la mitad de carisma que Gahan al frente, y con «Heaven» después, también de su último álbum, me supuso un descenso de ritmo importante.
Suerte que a partir de entones teníamos por delante un desparrame de grandes clásicos, espectáculo, y puro Gahan, ya con el chaleco desabrochado luciendo torso atípico de hombre de 51 años. Hay que joderse cómo suenan temas como «Behind The Wheel», «A Pain That I’m Used To» o «A Question of Time», dramáticos, intensos y bailables. Dave canta mejor que nunca y se mueve como sólo a alguien de su ego se le permite. Vueltas sobre si mismo y mucho baile sexy. Puro Depeche Mode. Él sólo acapara la atención sin necesidad de histriónicas luces.
Las hímnicas «Enjoy The Silence» y «Personal Jesus», esos temas que se dejan de pinchar en casa pero que se desean en directo, fueron el primer adiós. La banda sí que respetó el sonido original de las mismas como si fueran sagradas, pero sin embargo, tras otra avanzadilla de Gore con «Home», el «Halo» remezclado fue el que sonó y me supuso una agria helada.
La suerte de bandazo final con el clásico ochentero «Just Can’t Get Enough» (la original), «I Feel You» y el tema más épico de su repertorio, «Never Let Me Down Again» palió las ausencias de «Policy Of Truth» y «Black Celebration», aunque sólo fuera por la espectacular coreografía de los brazos del público moviéndose al unísono.
Era mi primera vez, pero diría que Dave Gahan está mejor que nunca. Para mi gusto, sobra el empeño de Gore, substituible por un par de hits sobados pero de agradecer, y los temas del disco nuevo resultan algo lineales, aunque pasables dado el espectacular sonido. Un concierto de dos horas técnicamente impecable. Un gran concierto de estadio en el que la sensación final depende del repertorio.
Setlist:
deacuerdo en casi todo, agrego que se comierion everything counts, people r people, marter n`servant uff monton de mejores temas , i feel u es un coñazo y si es por temas un poco recientes podian haber metido it´s noto good que es bien comercial y pegajosa, y si, martincito se quiere comer el show, que se quede tranquilo que lo que hace es cagarla, podia haber cantado Compulsion del counterfeit que lo mas decente que ha hecho!
un saludo!
Dios, noticia, noticia¡¡ un concierto de Depeche Mode lleno de gente entre 35-45 años¡¡¡
Madre, eso es lo mismo que ir a uno de One Direction y que esté lleno de adolescentes¡¡
Una crítica de un concierto dominada por tus comentarios sobre la gente que te molestaba a tu alrededor entrados en edad madura, hace que la crítica que hayas realizado del concierto al que acudimos haya perdido todo valor.
Tal vez deberías ir tu al concierto de One Direction y dejar que tu madre disfrute del Depeche Mode que seguramente lo hará con menos ideas retrógradas en la cabeza que usted señor crítico.
Totalmente de acuerdo con las dos personas que comentan arriba: con todos los respetos, es una crítica mala mala motivada por unas expectativas que no sé dónde tendrías. ¿Qué concierto creías que ibas a ver? ¡Obvio lo de la horquilla de edad, teniendo en cuenta que empezaron a despuntar a finales de los 80!
¿Canciones himnicas? Chirría tanto palabro que al final no dice nada.
Y si era tu primera vez, ¿en qué te basas para afirmar que Dave está mejor que nunca? No sé, me dejas alucinada.
Que las crónicas al final no son más que opiniones personales, y son como los culos, cada uno tiene uno, como decía Woody Allen. O sea, que según tú el concierto habría sido redondo si hubiesen escogido el repertorio que tú querías. ¿Y cuál sería, si se puede saber, ya que parece que sabes tanto?