A principios de la década del 2000, una hornada de grupos inspirados por el garaje rock de los 60, el post-punk, la new wave, el shoegazing y el noise rock, asaltaron las listas de ventas. The Strokes, The White Stripes, The Hives y Franz Ferdinand fueron los primeros en alcanzar éxito a nivel mundial, cosechando excelentes críticas y la adoración popular. Había nacido un nuevo movimiento musical —post-punk revival— que posteriormente englobaría a diferentes formaciones como The Strokes, Black Rebel Motorcycle Club, The Killers, The Bravery, Interpol, The Horrors, Bloc Party, Kasabian, White Lies, Arctic Monkeys, Editors, Arcade Fire, Death Cab For Cutie, Savages y Eagulls, entre muchas otras.
Las influencias de aquellos grupos eran evidentes: Joy Division, The Cure, Echo & The Bunnymen, My Bloody Valentine, The Chameleons, Cabaret Voltaire, The Jesus And Mary Chain, Nirvana, The Smiths, Pixies, Depeche Mode, The Fall, Dinosaur Jr, Bauhaus, Oasis, Wire, etcétera. La prensa musical no tardó en trazar paralelismos y encumbrar la mayoría de los debuts de las formaciones anteriormente mencionadas. Por enésima vez, en un ejercicio retroactivo, los años ochenta/noventa se convirtieron en un modelo de inspiración a tener en cuenta.
Editors, banda de Birmingham liderada por el cantante Tom Smith, se formó en la universidad de Staffordshire en el año 2002. Después de varios cambios de nombre y grabar una maqueta conocida como Snowfield Demo, firmaron con Kitchenware Records. Con Jim Abbiss como productor (Arctic Monkeys, Kasabian, Ladytron, Sneaker Pimps, Adele) se dispusieron a entrar en el estudio para grabar su disco de presentación.
The Back Room (Kitchenware Records, 2005)
The Back Room tuvo un clamoroso recibimiento por parte de los críticos. El álbum cuenta con brillantes sencillos como «Bullets», «Munich», «Blood» y «All Sparks». Gracias a su sonido oscuro, melancólico y predominantemente guitarrero, deudor de bandas como Joy Division, R.E.M. y Echo And The Bunnymen, la formación consiguió un buen número de seguidores, llegar al segundo puesto de las listas británicas y ser nominados al Mercury Prize. Cabe destacar temas como «Fingers In The Factories», «Someone Says» y «Distance»; pequeñas joyas herederas de la angustia sonora de Ian Curtis. La voz de barítono de Tom Smith —sugerente, oscura y profunda— sería una de las mejores del movimiento junto a la de Brandon Flowers y Kele Okereke. Tal como suele suceder en estos casos, conforme el grupo continuó adelante, la prensa no volvió a prestarle el mismo apoyo. Al igual que sucedió con The Killers, The Bravery, Bloc Party o Interpol, cada lanzamiento musical sería defenestrado y comparado con su debut. Algo que no sucedería a Arctic Monkeys, Arcade Fire y The Horrors, formaciones mimadas por la crítica que, al igual que Radiohead en los noventa, gozarían del apoyo incondicional de las revistas especializadas. Excelente primer álbum que demuestra el potencial de un grupo que le queda mucho por ofrecer.
An End As A Start (Kitchenware Records, 2007)
En An End As A Start la banda amplió su paleta musical creando un disco destinado a los grandes estadios. La producción de Jacknife Lee (U2, R.E.M., New Order, Radiohead, Kasabian) hizo hincapié en el piano, coros, arreglos de cuerdas y sintetizadores. El sonido es más ambicioso, rico, dramático y lleno de matices que en la primera obra del grupo. Singles como «Smokers Outside The Hospital Doors», «And End As A Start», «The Racing Rats», «Push Your Head Towards The Air» y «Bones» demuestran una notable evolución que los llevo al número uno de las listas inglesas y conseguir disco de platino. Canciones como «Escape The Nest», «When Anger Shows» y «Spiders» son auténticas maravillas que no desmerecerían aparecer en cualquier recopilatorio del movimiento. La crítica volvió a quitarse el sombrero y alabar la ambición e inventiva del grupo. Lo considero uno de los mejores álbumes de la década pasada y continúa siendo mi favorito de los Editors.
In This Light And On This Evening (Kitchenware Records, 2009)
In This Light And On This Evening constituyó un salto sonoro que la mayoría de los fans y críticos no supieron comprender. Con Flood a los controles (New Order, U2, Gary Numan, Nick Cave And The Bad Seeds, The Smashing Pumpkins, The Killers), la banda colocó en segundo plano las guitarras y abrazó las cajas de ritmos y los sintetizadores, creando una obra moderna y tenebrista que bebía de Nine Inch Nails y Depeche Mode. La controversia estaba servida: el grupo fue acusado de haber perdido la inspiración y crear un disco mediocre que no estaba a la altura de lo esperado. Nada más lejos de la realidad: temas como «Papillon», «You Don’t Know Love», «Last Day» y «Eat Raw Meat = Blood Drool» rayan gran altura y podemos encontrar gemas como «In This Light And On This Evening», «Like Treasure» o «The Boxer». La evolución de la banda no resulta forzada en absoluto y, mal que pese a muchos, refrescó su sonido con nuevas propuestas que repetirían en el futuro. Aunque el álbum llegó a número uno de los charts británicos, no tardó demasiado en caer de las listas de ventas. En abril del 2012, el guitarrista Chris Urbanowicz abandonaría a los Editors alegando diferencias musicales. La crítica declaró que no podrían superar aquel bache y que la formación estaba acabada. Un disco a reivindicar.
The Weight Of Your Love (PIAS Recordings, 2013)
Debido a las colaboraciones con otros artistas y el disco navideño de Tom Smith con Andy Burrows, la banda —reformada con Justin Lockey y Elliott Williams— tardaría cuatro años en editar The Weight Of Your Love. Pese haber retomado el sonido de guitarra, la prensa se mostró polarizada con las nuevas canciones producidas por Jacquire King (Tom Waits, Modest Mouse, Kings Of Leon, Of Monsters And Men) y llegó a la conclusión que el grupo se había vendido al mainstream. Las guitarras acústicas, cuerdas y el canto en falsete de Smith toman una relevancia superior a los anteriores trabajos. El álbum está influenciado por U2 («A Ton Of Love»), R.E.M. («Hyena»), The Cure («Two Hearted Spider») y Bruce Springsteen («The Phone Book»). Sencillos como «A Ton Of Love», «Formaldehyde», «Honesty» y «Sugar» demuestran la buena forma compositiva de la banda y su amplitud de miras musical. El álbum llegó al número seis (su posición más humilde hasta aquel momento) de las listas inglesas. En la actualidad está considerado un trabajo de transición.
In Dream (PIAS Recordings, 2015)
Durante el 2015, coincidiendo con la década de su debut, la publicación de «No Harm», «Marching Orders», «Life Is A Fear» y «The Law» (en colaboración con Rachel Goswell de Slowdive) definieron que el nuevo álbum de los Editors ahondaba en la vertiente más experimental, electrónica y climática de su sonido. Grabado en la campiña escocesa y producido por ellos mismos, In Dream fue el sucesor de In This Light And On This Evening: un disco que hizo las delicias de los fans y (sorpresivamente) desató los elogios de los medios musicales. Cualquier otra banda hubiera vuelto a los orígenes para contentar a todo el mundo (Muse sería un buen ejemplo) pero los de Birmingham se negaron a retroceder: temas como «Life Is A Fear» y «Our Love» están claramente destinados a las pistas de baile. Su nueva propuesta resultó ambiciosa, elegante, madura y arriesgada. Un trabajo de múltiples facetas para saborear con lentitud. Algo que, en los tiempos que corren, siempre es de agradecer.
Para aquellos que no hayan disfrutado de los Editors en directo recomiendo escuchar «Marching Orders»: ocho épicos minutos que ilustran perfectamente la evolución de un grupo que, lejos de acomodarse, han decidido de avanzar en sentido contrario al esperado.
Autor:
Alexis Brito Delgado (Tenerife, 1980). Escritor, amante del cine y fanático de David Bowie, los Smiths, Iggy Pop, Nick Cave, Depeche Mode, la Velvet Underground, R.E.M. y The Verve, entre muchos otros. Autor de las novelas “Soldado de fortuna: Las aventuras de Konrad Stark” y “Gravity Grave”.
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