Ha tardado 8 años , Nutini, en poner en orden sus sentimientos . Como si fuera una persona carente de sueño ha precisado tiempo para que, tras una suerte de noches agridulces, haya reunido la serenidad suficiente para poner en orden todo lo que por su cabeza ha ido pasando, que además ha sido mucho a tenor de la duración del trabajo , unos 70 minutos, un importante número de composiciones , unas dieciséis y, sobre todo lo extraordinariamente impredecible e inconexo de su colección de canciones.
Nutini mantiene su estatus de escritor de canciones de amor y este lp es un álbum de amor de cabo a rabo, dónde las emociones se encuentran a flor de piel, pero lo que le hace único es que se convierte en un deslumbrante paseo por el lado experimental, que abarca géneros tan inverosímiles como el krautrock, el post-punk , el pop, o el shoe-gaze, sin perder ni un ápice de sustancia. Sobre el papel y con tales premisas podría entenderse que existan reticencias a la hora de enfrentarse a este disco. Un aparente artista que debería ser devorado por el mainstream lanzando un disco largo y lleno de aristas no parece ser un buen reclamo, pero el exceso del mismo es lo que lo convierte en imprescindible compañía
El tema de apertura ‘Afterneath’ , nace como un grito desesperado , al compas de una base de ritmos repetitivos convirtiéndose en una mezcla caótica de rock y spoken word. Está avisando Nutini de que esto no va a ser un viaje cómodo si es estimulante al máximo . «Radio» tiene esas exquisitas texturas nocturnas que sólo gente como Blue Nile podría ser capaz de ofrecer y todo para contar una historia de amor furtivo e imprevisto . «Through The Echoes» es el tema más genuinamente Nutini del bloque o al menos del que hasta ahora venia siendo. Voz de sentido soul para una instrumentación de tono folk cual Al Stewart . Sigue siendo Paolo un impresionante contador de historias de amor con pocas palabras. «Acid Eyes» mantiene la misma cadencia de Radio, texturas marcadas por un omnipresente bajo, para un tremenda historia de ruptura S»tranded Words» es un interludio para unir al bloque , la enorme «Lose It» , que bebe de fuentes como Lou Reed como del math rock . Solo unos coros gospel te permiten levantarte de la atadura de esas guitarras fuzz y ese bajo retumbante. Obra maestra. «Petrified In Love» permite un soplo de aire con esta cancioncilla new wave de aires costellianos . Un descanso corto pues esa inquietud de la vigilia regresa con «Everywhere» , imponente épica y desgarradora canción de amor blue eyes soul.
«Abigail» es otro cambio repentino ya que nos pasamos al folk rock en forma de nana country de una simpleza y candidez deslumbrante y que da paso a «Children Of Stars» , que me recuerda a los mejores momentos de los Waterboys marcando por cierta épica beatle y un soberbio solo de guitarra. Cambio de tuerca con «Heart Filled Up» , post punk/shoegaze , larga , adictiva con noise final, y de repente amanece «Shine a Light», un inevitable single por que dispone de todos los ingredientes para ello: fuerza en el estribillo, final épico, y una potente instrumentación con rasgos electrónicos muy New Order, «Desperation» es toparnos con un formidable tema indie rock con estribillo pop demoledor . «Julianne» es otra canción bellísima compuesta a la manera McCartney y que da pie a «Take Me Take Mine» , un opus de siete minutos de inicio wilsonesco que muta a lo largo del mismo de mil y una formas desde recursos a Talk Talk, a Beatles, hasta momento barroco a lo Moody Blues. «Writer» cierra el disco de forma perfecta. Canción de cantautor al piano . Últimos estertores de una noche larga que se apuran ya sereno con la mejor letra del trabajo en una historia de recuerdos y adioses de una relación .
«Last Night in the Bittersweet» es un trabajo deliberadamente extraño que solo muy pocos cantautores son capaces de sacar a flote y pocas veces tiene lugar. Disco Profundo de combustión lenta lleno de sorpresas inesperadas ,cuentos de amor , voces negroides y desatadas notas . Una obra agridulce en su forma como creada a lo largo de los muchos momentos de una noche sin dormir con su rabia, su agotamiento, sus pesadillas, sus pensamientos y sus propios momentos de sosiego que van cayendo en forma de canciones hasta culminar en una sentida calma y quietud. En definitiva para degustar sin freno.
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