Tras 35 años de carrera, los zaragozanos Las Novias presentan Detente Bala. Tras un parón discográfico de 8 años, solamente roto por el directo XXX, Detente bala suena a Novias por los 4 costados, sí, pero también supone un cierto cambio. Detente bala es su disco más potente y directo, una auténtica patada a la entrepierna que no dejará indiferente a nadie. Ha sido un parto largo y difícil que se vio truncado por la pandemia. Grabado en La cafetería atómica de Rafa Domínguez y masterizado magistralmente por Javi Roldón, Detente bala es el disco de las novias que mejor suena. Así de claro. Se han centrado en lo esencial: en cuatro colegas tocando a tope en un local. El sonido de garaje resulta más potente que nunca. El mismo grupo dice que es su mejor trabajo y puede que no les falte razón.
Pero lo esencial son las canciones y éstas tampoco defraudan. Los fieles seguidores de Las Novias están de enhorabuena, ahí están las singulares letras y la voz de Toño Leza dando forma a un conjunto que resulta compacto como una roca. Atrás parecen haber quedado esas poesías casi indescifrables de sus primeros trabajos para dar paso a unas letras más comprometidas. La guitarra de Oskar Díez suena más versátil y afilada que nunca mientras la sección rítmica formada por el bajo de Pedro García y la batería de German Arenaz (el último en unirse al grupo) sirve de perfecta base a las canciones.
Me gusta mucho el inicio con esa oscura y larga letanía que es el tema Detente bala. El acertado primer adelanto Misericorde tras varias escuchas se te mete en la cabeza y no hay manera de sacarla. Buena cosa. El disco mantiene un excelente nivel con balazos como Dos hemisferios, Sirio, Hilo Rojo o El Espíritu de la escalera. Lo cierto es que la fiereza punk de LF es todo un homenaje a esa juventud del grupo en el barrio de Las Fuentes. Ese verso de «Cierzo, drogas y Rock n’ Roll» vale su peso en oro. Opino que tanto Ruido Blanco como El espíritu de la escalera serán himnos indiscutibles que se corearan a voz en grito en los futuros directos del grupo. Un disco así de épico necesitaba un cierre a la altura y Las trincheras de Hadal cumple sobradamente con esa tarea. De los 11 temas de Detente bala no hay bajones de interés ni temas de relleno. Se nota que estos 4 veteranos artesanos han dado lo mejor de sí. Desde luego, Las Novias no reniegan de sus raíces ni de su pasado aunque tampoco se han estancado.
No sé si es el mejor disco de Las Novias, no es cuestión de ponernos categóricos ahora, pero sí un trabajo más que digno y que suena simplemente brutal.
Hola Luis,
Recuerda escribir Las Novias y Oskar correctamente. Un saludo.