Como indica su propio nombre, El libro de Boba Fett es un spin off de The mandalorian que expande el universo Star Wars a base de narrar las andanzas del cazarrecompensas Boba Fett. Lo curioso es que Fett aparecía muy poco en la trilogía original y apenas decía 4 frases. Era el cazarrecompensas que buscaba a Han Solo y finalmente lo entregaba congelado en carbonita a Jabba the Hutt. Pero Boba Fett nunca se quitó el casco ni se dijo nada de su origen. Era un personaje muy secundario del que apenas se sabía nada. El misterio que rodeaba al personaje lo hizo interesantes a ojos de la chavalería que crecimos con las películas originales. Luego vino el pesado de George Lucas a fastidiarnos con esos episodios I, II y III que no sólo fueron muy inferiores sino que destrozó el aura de misterio que rodeaba a Darth Vader al contarnos su infancia. Es más, Lucas se empeñó en narrarnos el origen de Boba Fett y así supimos que era uno de los miles de clones que se hicieron de su padre, Jango Fett.
Ahora que Disney se dedica a estirar hasta el infinito y más allá el universo Star Wars, le ha tocado el turno a Boba Fett, quien tiene, por fin, su propio western espacial. El libro de Boba Fett no rompe ningún tabú que haría rasgarse las vestiduras a los fanáticos de Star Wars. Todo lo contrario. Se ciñe a lo que ya todos conocemos. Volvemos a Tatooine, al palacio de Jabba y todos los seres que poblaban esos lugares. Desde los Jawas o los Tusken a los guardias Gamorreanos. Es un regreso en toda regla y un a delicia para los fans. Pero si incluso aparecen monstruos míticos como el Sarlacc y el Rancor después de los casi 40 años que han pasado desde El Retorno del Jedi. Por cierto, impagable el cameo de Danny Trejo en un personaje que parece escrito para él. Entiendo que Robert Rodríguez y John Favreau crecieron con la saga de Star Wars y han intentado rellenar los huecos que Lucas dejó durante décadas. Para ello se han servido de los efectos especiales para rejuvenecer a cierto personaje e incluso rescatan algún villano de la serie animada de The clone wars.
Así pues, no podemos decir que El libro de Boba Fett peque de no agradar a los fans aunque no sólo de nostalgia debe vivir una serie en 2022. A El libro de Boba Fett le cuesta demasiado arrancar y su ritmo durante los primeros capítulos es muy mejorable. Al contrario que en The Mandalorian, los primeros episodios de El libro de Boba Fett resultan algo pesados y confusos. Tanto flash back puede resultar lioso para los más pequeños de la casa. Las dos líneas temporales no resultan igual de interesantes y eso hace que la serie se resienta. Todas esas intrigas entre sindicatos del crimen no acaban de cuajar. Funciona mucho mejor el arco narrativo con los Tusken (que me recuerda a Un hombre llamado caballo) que ocupa casi todo el segundo episodio e incluye un asalto al tren que es puro western. A pesar del estupendo segundo episodio el ritmo decae en los dos siguientes. Esos moteros mejorados parecen sacados de Quadrophenia, un horror. Para más inri, Temuera Morrison ha resultado bastante escaso de carisma, mejor que no se quite el casco.
Es curioso que El libro de Boba Fett mejora cuando no aparece Boba Fett. La cosa se pone interesante a partir del quinto episodio cuando avanza la historia de Djin Darin (Pedro Pascal) y Grogu (baby Yoda) pasando Boba Fett a un segundo plano. Como si los responsables de la serie se hubieran dado cuenta que la han pifiado con el personaje y pasan de él volviendo a los de The Mandalorian. Es en los últimos 3 episodios cuando El libro de Boba Fett levanta el vuelo y se convierte en un recomendable ejercicio televisivo más allá de los guiños y la nostalgia. Quizás sea un poco tarde pero este tramo final sí acaba siendo el divertimento de primer nivel que todos esperábamos.
Debo destacar la música del sueco Ludwig Göransson quien repite tras The Mandalorian y demuestra que no es necesario repetir los esquemas musicales de John Williams para que la música de Star Wars funcione. Göransson huye de los sonidos sinfónicos de las películas para encontrar su propio y sorprendente camino.
Lo dicho, El libro de Boba Fett comienza mal y tiene un desarrollo irregular aunque desemboca en 3 episodios finales que bien valen la espera.
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