Desde siempre he relacionado a Mad Max – y seguramente muchos de vosotros que como yo andamos en cierta horquilla generacional – con la sintonía de La Emisión Pirata. Cuando sonaba su cover de «Fox on the run» era la señal para que El Pirata comenzara su programa y a fin de cuentas, crecí con la oreja pegada a la radio devorando – y tratando de grabar en cassette – las canciones que sonaban. Pero evidentemente, Mad Max van más allá que una sola canción. Los germanos son de esas bandas cuya discografía, sin llegar a colocarse en los altares que conforman los pilares del hard rock melódico, si que pueden presumir de que todos y cada uno de sus discos rayan el notable sin problema. Es muy complicado no disfrutar un disco de Mad Max, y con este «Stormchild Rising», que desconozco si guarda relación alguna el título con aquel «Stormchild» editado en 1985, no iba a ser menos. Lo primero que quiero destacar del disco es el estupendo estado de forma en el que sigue Michael Voss, por el que parecen no pasar sus años, o por su garganta al menos, convirtiéndose para mí en el protagonista absoluto del disco con sus melodías.
Este «Stormchild rising» es pura y simplemente Mad Max, es decir, hard rock de sonido alemán, con mucha melodía y las dosis suficientes de fuerza. Colaboraciones como la de Ronnie Romero en la inicial «Hurricaned» mostrando la faceta más potente de la banda. Demostraciones de melodía en «Talk to the moon» donde por cierto Voss me recuerda muchísimo a Claus Lessmann y los mejores tiempos de Bonfire o «Ladies and gentleman» en los que los riffs se colocan en primera línea. Más colaboraciones nos encontramos en «The blues ain’t no stranger» donde hace acto de presencia Oz Fox, guitarrista de Stryper, otros que andan con nuevo disco. Si he destacado al principio el trabajo de Voss, no sería justo no hacer referencia a la guitarra de Jürgen Breforth, que se convierte en el fuelle necesario para que el disco mantenga en todo momento ese acertado tono rockero y además se ha sacado de la manga una fenomenal colección de riffs que se muestran en cada canción. En definitiva, Mad Max vuelven a hacer lo que mejor saben hacer y ahí es muy complicado batirles. Un disco para disfrutar a buen volumen.
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