Este poema de Edgar Allan Poe, Balada Nupcial, es una pequeña historia de amor, que al final se nos muestra con ironía. Trata de una doncella desposada con su señor, al parecer fallecido. Y cuando ella muestra al principio alivio por estar muerto, de repente comienza a sentir su alma sacudida, como si desde el mundo de los muertos la vigilaran, advirtiendo así ella los peligros del amor eterno.
BRIDAL BALLAD
The ring is on my hand,
And the wreath is on my brow;
Satin and jewels grand
Are all at my command,
And I am happy now.
And my lord he loves me well;
But, when first he breathed his vow,
I felt my bosom swell—
For the words rang as a knell,
And the voice seemed his who fell
In the battle down the dell,
And who is happy now.
But he spoke to re-assure me,
And he kissed my pallid brow,
While a reverie came o’er me,
And to the church-yard bore me,
And I sighed to him before me,
Thinking him dead D’Elormie,
«Oh, I am happy now!»
And thus the words were spoken,
And this the plighted vow,
And, though my faith be broken,
And, though my heart be broken,
Here is a ring, as token
That I am happy now!
Would God I could awaken!
For I dream I know not how!
And my soul is sorely shaken
Lest an evil step be taken,—
Lest the dead who is forsaken
May not be happy now.
BALADA NUPCIAL
El anillo está en mi mano
y la guirnalda en mi frente;
satén y espléndidas joyas
están todas a mi disposición,
y soy feliz ahora.
Y mi señor me quiere bien;
aunque, cuando antes susurró su voto,
sentí mi pecho henchirse,
por esas palabras sonando como una sentencia,
y la voz suya pareciome de quien caía
en la batalla por el valle,
y así quién es feliz ahora.
Pero él habló para tranquilizarme,
besando mi pálida frente,
mientras un ensueño me sobrevino,
y entonces hasta el patio de la iglesia me aburrió,
y así suspiré ante mí,
(pensando que estaba muerto D’Elormie)
«¡Oh, soy feliz ahora!»
Y así las palabras fueron pronunciadas,
y este fue el voto de compromiso,
y aunque mi fe se rompa,
aunque se rompa mi corazón,
aquí hay un anillo como muestra
¡de que soy feliz ahora!—
¡Mirad el dorado símbolo
que me demuestra feliz ahora!
¡Quiera Dios que pudiese despertar!
¡porque sueño y no sé cómo!
y mi alma es dolorosamente sacudida
no sea que un mal paso sea dado,—
no sea que el muerto que es abandonado
no pueda ser feliz ahora.
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