En una banda como Destruction poco acostumbrada a los cambios, cuando estos se producen te dejan la duda de haber como son capaces de salir de ellos. Destruction son los irreductibles del thrash metal alemán. Parte fundamental del big four germano, siempre un paso por detrás (o dos, o tres) de Kreator, algo por detrás de los devastadores Sodom y en un empate técnico, ya según gustos, con Tankard. El primer cambio en la batería, después de ocho años, nuevo inquilino. Canadiense. Randy Black. Ex- Annihilator entre otros. Y además vuelta a ser un cuarteto, cuando parecía que la banda se había acostumbrado a funcionar como poderoso trío, con un Schmier como centro absoluto de las miradas. ¿Qué ocurre con este nuevo disco de Destruction?. De entrada a mi no me parece un mal disco. Estos tipos van a lo seguro, porque además cuando intentan arriesgar un poco, mínimo, no les sale demasiado bien, y en este disco se ha notado cuando parece que tratan de desviarse con alguna canción como «Inspired by death».
Incluso me atrevería a aventurar que les falta un poco más de potencia, de oscuridad, de brutalidad que tienen adquirida de sobra, como han demostrado antaño. Y que siguen manteniendo en directo. Pero este disco se queda por debajo de su anterior «Under Attack» en el que parecía que después del refrito de canciones antiguas grabadas de nuevo, versiones y demás historias en las que andaban metidos, iban a levantar cabeza. Y ya os digo que en el tour junto a Flotsam And Jetsam que tuve la oportunidad de verles en directo, me volaron la jodida cabeza. Pero este «Born to perish» no lo consigue. Hay multitud de bandas actuales que ahora mismo les sobrepasan por cualquier lado. Bandas que no han grabando, ni lograrán grabar piezas minimamente cercanas a «Release from agony» o «Eternal Devastation», dos de las grandes obras de Destruction que yo defenderé a muerte con quien haga falta. Lástima.
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