¿Tiene sentido hacer un film sobre Venom sin mostrar a Spider-Man? Pues no. En mi humilde opinión, el origen de Venom va unido indisolublemente a Spider-Man. Qué demonios, a riesgo de parecer un viejo friki trasnochado, creo que vale la pena narrar escuetamente el origen de Venom: allá por el año 1984, la compañía de juguetes Mattel decidió lanzar una serie de muñecos inspirados en los personajes Marvel. En contra de lo creía yo de niño, primero fueron los muñecos y luego el cómic. Los de Mattel realizaron una encuesta entre niños norteamericanos buscando las palabras que más les atraían a la hora de comprar contenidos. Las 2 palaras ganadoras fueron War y Secret. Así pues, decidieron lanzar una serie de muñecos llamada Secret Wars y le pidieron a Marvel que lanzara una serie con ese nombre. Así fue como nació Secret Wars de los años 80. Una mini serie de 12 números en la que buena parte de los súper héroes y súper villanos del universo Marvel eran secuestrados por un ser llamado Todopoderoso (o Beyonder en inglés) para que lucharan entre ellos en un remoto planeta. Ahí, en el nº 8 concretamente, es cuando Spider-Man, buscando reparar su maltrecho traje, se topa casualmente con una máquina de la que sale una especie de materia negra que se adhiere a su cuerpo. Las habilidades de nuevo uniforme van mucho más allá de ser un simple traje. Ya en la Tierra, Spider-Man descubre que es un ser vivo que lo está parasitando y, con ayuda de Reed Richards (el de los 4 Fantásticos), Peter Parker acaba desprendiéndose del traje negro. Dicho parásito (o simbionte) acaba escapando y busca un nuevo huésped: el periodista Eddie Brock, quien casualmente (sí, una de esas casualidades imposibles que sólo crees de niño) odia a muerte a Peter Parker ya que lo considera culpable de su infortunio. El odio de simbionte y huésped por Spider-Man/Peter Parker produjo al mejor antagonista del trepamuros de los 90: Venom. Incluso parte de Venom se unió a un psicópata dando origen a otro villano todavía más terrible: Carnage (Matanza). Eso sí, con el paso del tiempo Venom acabó convertido en anti héroe perdiendo parte de su esencia y atractivo.
Puede que el tratamiento de Venom que hizo Sam Raimi en Spider-Man 3 supiera a poco. Pero al menos, ligaba el origen de Venom a Spider-Man (de una forma un poco burda, la verdad) y añadía a la ecuación el odio de Eddie Brock a Peter Parker. Pero… nada de ello aparece en el film que nos ocupa. El esperado film de Venom es un horror.
Como los de Sony siguen teniendo los derechos de Venom y ya no tienen los de Spider-Man, se han sacado de la manga un innecesario film sobre Venom de cara a rentabilizar su inversión. Más allá de no ser nada fieles al origen del personaje, algo que ha pasado otras veces en el universo cinematográfico Marvel y no ha provocado ninguna debacle, Venom me pareció un film mediocre. La falta de pretensiones del guión es casi insultante tanto para el aficionado a los cómics como para el espectador medio. ¿Cómo hacer que el simbionte llegue a la Tierra? Pues copiamos lo que hizo Raimi. Y se quedan tan anchos.
Este Venom poco o nada tiene que ver con las mejores películas sobre personajes de Marvel. Ni en ritmo ni en diversión. Lo cierto es que me parece una pena que un personaje tan jugoso como Venom haya tenido un tratamiento tan decepcionante. No aparece por ningún sitio la mala leche propia del personaje, lo cual le confiere un tono descafeinado y para todos públicos. Mira que la cosa funcionó muy bien a todos los niveles con Deadpool, pero no han hecho lo mismo con Venom. Estamos ante un film que destila una total falta de pasión por lo narrado. El guión es un despropósito tras otro. Por no hablar de un villano patético que no hay por dónde cogerlo y un plan de lo más irrisorio. Ni el gran Tom Hardy parece que estuviera muy comprometido con este proyecto y parece estar pensando en qué se iba a gastar el cheque. Todo en Venom me pareció insulso, sin alma, un mero proyecto para hacer caja. La dirección de Ruben Fleischer (Zombieland) me pareció tan impersonal como si la hubiera dirigido una mosca de la fruta. Ni acierta con el tono ni tiene el ritmo adecuado. Puede que los efectos especiales sean correctos, pero no hay nada más que valga la pena destacar. Venom es una historia previsible rodada de una manera anodina. Como guinda del pastel cabe destacar la escena post-créditos con la aparición de Woody Harrelson (con peluca pelirroja) encarnando a Cletus Cassidy/Matanza. Otro despropósito a sumar a la lista.
Esperemos que Sony pierda finalmente todos los derechos sobre personajes Marvel y deje de perpetrar adaptaciones tan lamentables como Venom.
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