El outsider Stephen Pearcy parece ser que está en racha, no contento con su aprovechable Smash (2017) del año pasado, se desmarca ahora con su quinto trabajo en solitario desde aquel Social Intercuse de 2002. Y parte de esta hiperactividad en estudio, pero también en directo (con irregulares resultados por lo visto por ahí…), tiene que ver con la excelente química creada junto a su nuevo guitarrista, Erik Ferentinos, que parece haber entendido a un tipo tan excesivo e imprevisible como nuestro protagonista. Se ha adaptado como un guante a las necesidades de Pearcy y está dando en el clavo para adaptar el sonido RATT al S. XXI, de ahí que en tan sólo doce meses ya podamos disfrutar de una nueva colección de canciones titulada View To A Thrill (2018).
Nadie mejor que él para afirmar eso de ‘SOY UNA RATA!’…
Y bien, para empezar hay que reconocer que tenemos otro disco resultón, que va a agradar a todos los ‘die hard fans’ de Ratt pero también de Mötley Crüe, Faster Pussycat, Warrant, etc,… hard rock sleazy de la vieja escuela lo llaman, remozado a la nueva centuria, que suena vacilón y cachondo y que tiene momentos conseguidos y otros realmente interesantes y destacables como el ochentero «Malibu» con ese estribillo rabioso y esa melodía tan catchy además de, cómo no, el himno de este disco en el que se convierte desde la primera escucha «I’m A Ratt» que podría estar mirándole a la cara a los grandes hits de Pearcy con la banda madre. Me gustan también mucho el riff de «Dangerous Thing», así como tracks en donde se quiera sonar más pesado y metálico («Secrets To Tell», «Violator»). No es un disco perfecto, ni lo pretende, ni tan siquiera va a estar entre lo mejor del año pero Stephen sabe qué es lo que mejor sabe hacer (o lo único que sabe hacer) y no encontraremos experimentaciones extrañas ni giros de timón inesperados, tan sólo Sleazy Rock ‘old school’ con muchas pelotas y toneladas de ‘ego’ callejero…
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