Seguro que has leido, escuchado o comentado que Black Stone Cherry fueron durante un instante la gran esperanza blanca para algunos, y como suele suceder, las expectativas se desinflaron, para esos mismos claro. Lo cierto es que la banda se marcó un disco debut de esos que te acompañan toda la vida, y aunque aquí comienza la controversia, «Folklore and superstition» personalmente me parece también un grandísimo disco. Pero claro, ya entramos en apreciaciones que nacen del deseo de cada cual. Lo cierto es que la banda se perfila como una de esas que sigue manteniendo a gran nivel el hard rock de corte clásico, de raíces sureñas, ya cada uno que instaure el corte donde crea necesario. Ahora, como tantas otras hacen, miran hacia dentro para reivindicar esa vena blues tan importante en su forma de entender la música y lo hacen con este ep, «Black to blues», en el que han decidido echar en sus alforjas seis clásicos del blues pero tratándolos de llevar a su terreno, no limitarse a reproducir la original.
Y les ha salido bastante bien el invento, nadie puede negar que el espíritu de las canciones anda ahí, pero les han imprimido mucha fuerza, propia de su forma de entender el rock. «Built for comfort» de Howlin Wolf suena recia, dura, potente con un riff muy marcado y plena de energía. A «Champagne & Reefer» de Muddy Waters consiguen impregnarle esa solera sureña que tan bien manejan estos tipos. El añorado Leon Russel también tiene su homenaje por parte de Black Stone Cherry con «Palace of the king», muy rockera, gracias a ese sonido de batería y al riff cortante. Clásico entre clásico, «Hoochie Coochie Man» es la que suena más blues, mas fiel a la raíz, siempre bajo la perspectiva de Black Stone Cherry. No menos conocido y versionado son «Born under a bad sign» y «I want to be loved» de Booker T Jones y Willie Dixon respectivamente, que ponen punto y final a este ep que os aseguró que va directo al coche, porque es la banda sonora ideal para ir quemando kilómetros tras el sol.
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