A pesar de que la noche se presentaba bastante poco apetecible debido al viento y la lluvia, todo ello quedaba en segundo plano con la visita de Alejandro Escovedo a tierras gaditanas para dejar en la memoria de las aproximadamente 150 personas que nos dimos cita en el Edificio Constitución 1812 de Cádiz, un lugar por cierto, amplio, cómodo y bien situado, perfecto para una cita ineludible con el rock. Los primeros en salir al escenario eran los italianos Don Antonio, banda desconocida para la mayoría de los presentes. El cuarteto que presenta su primer disco llamado como la banda, grabado en Sicilia, además de oficiar como teloneros de Escovedo, también son la banda que le acompaña sobre el escenario en esta gira europea. Y lo cierto es que nos sorprendieron a todo, tanto por su buen estar sobre le escenario, con su cercanía y humor, y lo más importante, con su propuesta musical. Durante los escasos 25 minutos que tuvieron para presentarse ante el público, mostraron su maestría como músicos, presentando una interesante propuesta en la que conjugan ritmos latinos, mediterranos, surf y garage, todo tocado con muchísima elegancia y fuerza escénica, incluso permitiéndose en el último tema, bromear con el público y metérselo en el bolsillo a rimo de twist, mientras repasaban grandes éxitos e interactuando entre ellos.

Un pequeño descanso, al fin Alejandro Escovedo salía al escenario, y comenzaba la catarsis. El rock es una comunión complicada de explicar pero de fácil entendimiento cuando miras al de al lado y compruebas su mirada cómplice de aprobación, incluso aunque jamás os hayáis visto antes. Con muchísimas ganas y fuerzas, Alejandro Escovedo nos daba desde el escenario una lección de rock y vida, mostrándonos que si existe el paraíso, esa noche lo tocábamos con la punta de los dedos. La banda de acompañamiento, parecía que llevase tocando con él toda la vida y se notaba en la cara de Escovedo, al que se veía feliz sobre las tablas de la sala gaditana. Comunicación constante con el público, a veces en castellano, la mayoría en inglés, nos habló de Chuck Prophet, de Bruce Springsteen, nos contó que «Down in the bovery» está dedicada a su hijo Diego, que de pequeño le decía que hacía música para viejos.

Todo esto mientras sus canciones terminaban de redondear una noche perfecta, en la que iban sonando canciones como «Horizontal», «Castanets» o «Always a friend» (con la que cerraron antes del encore). Si el concierto de por si ya era sobresaliente, hubo un momento, el que transcurrió entre que Alejandro cambió la eléctrica por la acústica y nos extasió con una maravillosa «Sister lost soul» hasta que varias canciones después sonaba ese himno imperecedero, merecedor del olimpo llamado «Sally was a cop». Simplemente increíble, es muy complicado encontrar palabras para poder expresar lo que sentí anoche. Casi una hora y media de concierto, con un Alejandro Escovedo en un estado de forma excepcional, que disfrutó y nos hizo disfrutar a todos como si no hubiese un final. Aún estamos en marzo y quedan muchas citas por delante, pero os podría asegurar que ha sido uno de los conciertos del año. No quiero olvidarme de citar de nuevo a Don Antonio, que también fueron parte fundamental de una noche mágica. Alejandro Escovedo prometió volver pronto, aunque fuese de vacaciones, ojalá lo haga con su guitarra en el equipaje.

by: Carlos tizon

by: Carlos tizon

Licenciado en el arte de apoyar el codo en la barra de bar. Comencé la carrera de la vida y me perdí por el camino, dándome de bruces con el rock and roll. Como no pude ser una rock star, ahora desnudo mi alma cual decadente stripper de medio pelo en mi blog, Motel Bourbon.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

Te puede interesar

Crónica del Festival The Root Of All Evil en Sevilla

Crónica del Festival The Root Of All Evil en Sevilla

Es muy arriesgado organizar un evento de metal extremo en nuestro país, y mucho más el realizarlo en una ciudad no tan habituada a este tipo de eventos como es Sevilla, pero tras lo vivido el pasado sábado 23 de noviembre en la renombrada sala Supra, que muchos...