Así sin darnos cuenta y con montañas de bandas y discos todavía por descubrir y disfrutar en este 2016, había que dar carpetazo por alguna parte ofreciéndoos mis subjetivas impresiones sobre lo que más me ha impactado este año. Para empezar, lo tengo más que claro, no estoy para nada de acuerdo con aquellos que insisten en que este 2016 ha sido flojo, ¿Cómo?, ¿Flojo?… Si hubiesen escuchado tan sólo una pequeña parte de los discos que mis compañeros del Staff de Rock, The Best Music y un servidor proponemos me aventuro a asegurar que cambiarían de opinión. Este 2016 ha sido bueno, muuuy bueno, de hecho sigue la línea ascendente que, desde 2012, sigo observando, en cuestión de lanzamientos recomendables en muchos estilos y géneros. Pero lo que más quiero destacar, por encima de todo incluso, es la espectacular y protagónica presencia femenina entre lo mejor del año porque…¡¡¡las mujeres han mandado en estos 365 días!!!. En solitario, como ‘frontwoman’s’ con predominancia masculina, con bandas integradas exclusivamente por mujeres, con bandas mixtas chicos/as, en todas y cada una de las facetas musicales en las que una chica: rockera, punky, poppie, bluesy o artista musical sin etiquetar, han liderado, en mi modesta e hiper-subjetiva opinión, los lanzamientos discográficos que más me han echo vibrar y disfrutar de la música.
The Excitements, Breaking The Rule (2016):
El tercer disco de la banda barcelonesa es todo un compendio excitante y exhultante del mejor Vintage Soul de los 50’s/60’s, con una energía de la que no podrás resistirte gracias a la impresionante interpretación y presencia vocal/escénica de la bestia parda definitiva del soul español, la mozambiqueña Koko Jean Taylor. Tenemos pues entre manos una absoluta fiesta del Soul más enraizado en Motow/Stax que pasa por unos músicos con una clase abrumadora recreando a la perfección un sentimiento y una atmósfera de otro tiempo pero refrescada al S.XXI.
Monster Truck, Sittin’ Heavy (2016):
Tuve muy claro desde la primera escucha que éste disco estaría entre mis tres discos favoritos el año y así sigue siendo. Los canadienses se han sacado de la manga una obra muy machota y monstruosamente acorazada de Rock’N’Roll, Stoner, Vintage, Boggie rock, Southern,… ¿hay algo que no hagan bien?. Estos cuatreros del país de la hoja otoñal se han superado clarísimamente con un disco con más matices, con composiciones redondas y unas melodías que se te clavan en el cerebro irremediablemente. Si te gustan Clutch, Spiritual Beggars, los Grand Funk Railroad más enfurecidos y los Lynyrd Skynyrd, mezclados en singular y alocada cocktelera, Monster Truck son tu banda para este 2016, for sure!!!.
The Black Wizards, Lake Of Fire (2016):
Escuchar el segundo artefacto sónico de los portugueses The Black Wizards es un viaje cósmico/desértico de cojones, con paradas en el Heavy Blues, el Vintage Rock de áridas aristas y desembocando y finalizando el viaje en el Stoner de exponente más ‘jammy’ y fumeta. Joana Brito sorprende a la voz pero más sorprende a la guitarra en un género que sólo parece destinado a los machos más monolíticos y las mentes masculinas más ‘neanderthales’. Una gozada estratosférica.
Dorothy, Rockisdead (2016):
La angelina Dorothy Martin me ha vuelto absolutamente loco. La amo, la deseo, sueño con ella en muchas posiciones… ¿Y Por qué?, pues porque ha parido un demoledor debut en donde el Blues, el Hard Rock, el Pop…¡y Black Sabbath! se complementan en un todo en uno en una colección de canciones con un erotismo sonoro y una actitud rebelde y malota que tira para atrás. Todos, absolutamente todos los temas contenidos en el álbum podrían funcionar como single por su pegada, magnetismo e insaciable ‘groove’ bluesy siendo escupidos y desplegados en nuestra libido con sibilina conciencia comercial. ¿El disco del año?…¡¡¡contundentemente sí!!!
The Barber, General Trashing (2016):
El Hardcore Punk más crudo e intenso no viene ni de L.A. ni de New York, ¡Ostias, que no!, ¡viene de Moscú!, y no os miento lo más mínimo porque el descubrimiento de esta banda me voló la cabeza de un sólo tiro. En éste su tercer disco, la banda se vuelve más high energy punk’n’roll, aportando más rock’n’roll a su propuesta kamikaze y sangrante, aún así siguen siendo arrolladores, como una puta apisonadora de guitarras atronadoras a las que se añade una voz excesiva y furiosa hasta el infinito, sonando como una lija vamos, que embrutece todavía más si cabe las belicosas hostilidades.
Misty Miller, The Whole Family Is Worried (2016):
La fiebre Misty Miller empieza a extenderse más allá de Albion y es que su arrebato ‘riot girrrl’ no puede ser más fresco y electrizante. Con una colección imbatible de canciones que beben principalmente de los 90’s con aromas a Pixies, Breeders, P.J. Harvey o Jack White, tenemos entre manos estilos tan variopintos como excelentemente recreados utilizando el pop, el punk, el grunge, el psychobilly y el garage como armas de destrucción masiva de nuestro todavía espíritu ‘teenager’ que van a llegar (¡deberían llegar!) muy lejos. Si Dorothy es irresistible, la Miller tan sólo le anda un pasito por detrás.
The Brew, Shake The Tree (2016):
Siempre he matado por The Brew…¡y siempre lo seguiré haciendo!. He llegado a la conclusión de que Jason Barwick, Tim Smith y Kurt Smith nunca nos van a fallar con ese classic hard rock deudor de The Who, Led Zep y Hendrix. Este Shake The Tree es, con claridad, su disco más musculoso pero también su disco más The Brew, el que tiene los temas más conseguidos, más redondos y el que mejor matiza la personalidad de la banda sin que estemos fijándonos en todo momento en sus nunca escondidos referentes setenteros.
Greenleaf, Rise Above The Meadows (2016):
Los ‘Hoja Verde’ llevan una carrera intachable y sin fisuras que se sigue desarrollando a la perfección con éste su sexto trabajo. Nunca los suecos, capitaneados por el culo inquieto de Tommi Holappa, llevaron su Stoner abisal y sinuoso por el terreno de la crudeza y la linealidad, los áridos ritmos se revuelven en sensual tornado con el Retro Rock y el Progresivo con unas melodías que te atrapan en una maraña tan hipnótica como atractiva al oido gracias a la fuerza instrumental e interpretativa de una banda bendecida por los dioses vikingos.
Hey Hello, Hey Hello Too (2016):
El segundo trabajo de los Hey Hello de Ginger Wildheart, tras cuatro interminables años desde su refrescante debut, se ha hecho esperar pero ha merecido la pena a pesar de su accidentada grabación por la baja de su aguerrida y carismática Hollies J. El salpimentado de canciones no es que sea bueno, ¡no!, es que es GRANDIOSO!!! y es que Ginger y sus secuaces siguen siendo únicos a la hora de parir pildorazos powerpoperos, pelotazos punkoides insurrectos y hardrockadas que supuran azúcar bien picante y encabronado. En lo más alto de este año tenía que estar y no me equivoqué al vaticinarlo… Ginger es DIOS!
Miss Lava, Sonic Debriss (2016):
Los portugueses ‘stoners’ Miss Lava (sí, otra vez Portugal) tienen, en esta su tercera Oleada Desértica, uno de los álbumes más irresistibles del año en el género. La variedad estilística y de parajes sonoros siempre ha sido el fuerte de los lusos, así, el space rock ‘a la Monster Magnet’ y el stoner rock de Palm Desert se enfrentan en una batalla sideral sin igual con emanaciones Grunge (Soundgarden y Alice In Chains a la cabeza) y un cuidadoso trabajo melódico y de estribillos que sigue marcando a fuego
su ascensión hacia ‘Ego, The Living Planet’…
Pristine, Reboot (2016):
El blues rock psicodélico que se gasta la banda de Heidi Soldheim, Pristine, me lleva emocionando e hipnotizando todo el puto año. Este Reboot, tercer disco de los suecos, es una ardiente montaña rusa de emociones: rabia, melancolía, juerga desenfrenada, delicadeza, cuelgue psicodélico, épica, sexo… Y si a eso le sumamos ramalazos Grand Funk, Fleetwood Mac, Cream, Hendrix y ese Soul 70’s que tan bien controla la Soldheim, ¿Qué tenemos?…pues un disco que es puro fuego, bello e intensísimo que directamente está llamado a hacer obligado podio en este 2016.
Liar Thief Bandit, Gun Shovel Alibi (2016):
Auspiciados y protegidos bajo el sello Sailors OVerdrive Records, de Alessio King Mastino, el debut de estos (practicamente) imberbes suecos viene a seguir demostrando que desde las tierras vikingas siguen saliendo formaciones frescas y con mucha energía que expulsar a la ya de por sí rica e interminable escena sueca. Una banda que ama a los Hellacopters/Backyard Babies por encima de todas las cosas pero también a Thin Lizzy, Kiss, MC5, etc… no puede fallar, incluso cuando se ponen deliciosamente powerpop o les da por acercarse a Foo Fighters con estupendos resultados. Qué melodias se gastan queridos lectores…
The Amorettes, White Hot Heat (2016):
Este año es para las mujeres, eso lo tengo más que claro. Si alguien se pensó que tras el interminabe ‘hiatus’ de The Donnas y la reciente disolución de las Crucified Barbara nos íbamos a quedar sin representantes hardrockeras en el mundillo, ese alguien estaba equivocado de todas todas. Clarisimamente, el disco que nos ocupa (el cuarto de las escocesas) se ha convertido, junto con el Rockisdead de Dorothy, en mis discos del verano. Y no es para menos porque la colección de zambombazos ‘hard’ es imbatible, un disco de pellizcos ‘glam’, achuchones ‘acedecianos’ y un sabor adictivo al paladar a aquellas primeras ‘riot girls’ encabezadas por The Runaways y Suzi Quatro.
Bad Motherfuckers Club, Overrated (2016):
Cómo se está poniendo de interesante la ciudad de Buenos Aires de un tiempo a esta parte, la ciudad bulle y arde para el rock’n’roll y, quizás, uno de sus estandartes máximos sean los incendiarios amos y señores de esta mini-reseña porque se han marcado un debut (tienen dos E.P’s anteriores) que te knoquea en la mandíbula desde el primer segundo. Sí, los Hellacopters y los Backyard Babies se encuentran en la ardiente ecuación, pero aquí incluso le imponen cierto regustillo al Reverendo Manson, sobre todo en el tratamiento vocal de Fucking Fucker, además de dejar bien claro que el Sleazy que sale de la guitarra de Slash les marca muy mucho. Historias sórdidas, referencias gansteriles, puticlubs de mala muerte y referencias al cine de género te van a encandilar… a la par que agarrarte por las pelotas.
Mean Machine, Bastardyzed Mean City (2016):
Tremebundo y armado hasta los dientes el segundo trabajo acorazado de los barceloneses Mean Machine. Si el espíritu de Lemmy debía seguir vivo estoy seguro que debe haberse instalado en las gónadas del ‘destroyer trio’ y haber poseido su alma por completo. Este disco es una absoluta bomba de relojería, un arma de destrucción masiva que se nutre y arma de la atmósfera del Kill’em All, del macarrismo de Nashville Pussy, Rose Tattoo y Bon Scott y la locomotora sónica de los Motörhead más forajidos y desenfrenados.
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