Desde los tiempos del cine mudo ha habido actores que también ejercían como directores. Charles Chaplin o Buster Keaton son los más conocidos pero, con el paso de los años, eran más los que traspasaban sus inquietudes a la dirección. Algunos eran principalmente conocidos actuando como Clint Eastwood, Robert Redford o Mel Gibson, otros combinaban a la perfección ambas tareas como Orson Welles, Woody Allen o Roman Polanski, unos eran directores por encima de todo como John Huston o Sydney Pollack, y algunos destacaron en otras facetas antes de dirigir como Bob Fosse o dejaron una pequeña muestra de su talento en 1 solo de los aspectos como la única cinta filmada por Charles Laughton o las actuaciones del joven Ron Howard.
Vamos a intentar seleccionar a 20 actores o actrices que hayan demostrado un talento especial, tanto delante como tras la cámara. Obviaré el cine mudo porque ya dediqué un especial al cine silente y, como siempre, puede que no estés conforme con esta selección o hayamos olvidado algún imprescindible para ti o te recordemos esa película que te gustó tanto cuando la viste o te pareció muy mala. Sea lo que sea, gracias por leer. El orden en que los presento no tiene ninguna significación, tan solo como he ido recordándolos. Disfruta.
1.- Clint Eastwood
Voy a empezar casi por el final porque hace pocos meses que estrenó su última película como director, con más de 90 años. Clint fue uno de esos casos en que casi perdemos a un artista de su talla. Tras deambular por producciones televisivas y con poco éxito en la gran pantalla, explotó trabajando para Sergio Leone en el llamado spaguetti western y se convirtió en una estrella con más de 35 años. Con más de 40 debutó en la dirección y “Escalofrío en la noche” le inició una carrera que, con el tiempo, es símbolo de calidad y maestría. Luego vinieron westerns como “Infierno de cobardes”, “El fuera de la ley” o “El jinete pálido”, esa maravilla romántica que es “Primavera en otoño” o algunas de la saga del inspector Harry Callahan como “Impacto súbito”, pero fue a partir de la 2ª mitad de los 80 cuando explotó todo su talento tras las cámaras. Joyas como “Bird”, “Cazador blanco, corazón negro” y los 4 Oscar para “Sin perdón” en 1992 lo encumbraron a lo más alto. En los 90 rodó algunas de mis películas favoritas como “Un mundo perfecto”, “Los puentes de Madison County” o “Medianoche en el jardín del bien y del mal”, pero sería en el siglo XXI cuando volvió a deslumbrarnos con “Mystic river”, que ganó 2 Oscar de las 6 nominaciones que logró, “Million dollar baby”, que volvió a otorgarle 4 Oscar, la dupla dedicada a la guerra de Vietnam “Banderas de nuestros padres” y “Cartas desde Iwo Jima”, rodada enteramente en japonés o “Gran Torino”. En los últimos años ha seguido dejando gotas de su talento como en “Sully”, “Mula” o “Richard Jewell”, acabando de estrenar su último trabajo, “Jurado nº 2”, hace unos meses y siendo muy bien recibido por la crítica, con actores de primer nivel, dejando ese poso de que puede que estemos ante la última filmación real de uno de esos tipos que se han ganado el apodo de “el último clásico de Hollywood”.
Ya digo que las opciones que podría elegir son innumerables, pero voy a decantarme por una cinta que no me canso de ver y que puso sobre la mesa el intelecto desbordante del Sr. Eastwood.
SIN PERDON (1992)
Una prostituta en Big Whiskey es rajada en la cara y, con la oposición del tiránico sheriff Little Bill ofrecen una recompensa de 1.000 dólares para que maten a los vaqueros que lo han hecho. Aparece Bob “el inglés” para conseguir el botín, pero la paliza que sufre a manos de Bill para ahuyentar los intentos es de órdago. En Kansas, William Munny, se reformó de su pasado sangriento a manos de su esposa ya muerta, pero un joven va a buscarlo para conseguir el dinero y, tras negarse, acaba aceptando con la ayuda de su viejo amigo Ned. La lucha por mantener su redil por parte de Bill y la venganza de Will por lo que hace Bill para conseguirlo es brutal. Repleta de frases fantásticas, obra del guión de David Webb Peoples, con una fotografía mayestática de Jack N. Green, que sabe combinar a la perfección los soleados valles del camino con la noche lluviosa de Wyoming, y un reparto espectacular, con Clint como Will, Gene Hackman, que ganó el Oscar a mejor secundario, como Little Bill, Morgan Freeman como Ned, Richard Harris como Bob, Saul Rubinek como el escritor que va cambiando de bando ante la mejor historia, Jaimz Woolvett como el joven cegato, Anthony James como el dueño del burdel, o el elenco de actrices que dan vida a las putas lideradas por Frances Fisher y Anna Thomson, dan vida a una película magistral que acabó ganando 4 merecidos Oscar para Clint como director, Gene como actor secundario, Joel Cox por el montaje y el de Mejor película. La confirmación de que Clint llegó para quedarse.
2.- Orson Welles
El impacto de Orson en Estados Unidos fue sobrenatural. Comenzó en el teatro de muy joven, fundó el Mercury Theathre en 1937 y ahí coincidió con actores de la categoría de Joseph Cotten, Agnes Moorehead o Everett Sloane. En 1938 la radio emitió a nivel nacional su representación de “La guerra de los mundos”, creando una historia que dio por cierta la historia que interpretaban. Ello le generó un contrato en Hollywod con RKO, dándole total independencia creativa. Su irrupción fue con “Ciudadano Kane”, una cinta que revolucionó el lenguaje cinematográfico y lo puso al frente de la crítica y la innovación. Obtuvo 9 nominaciones al Oscar, ganando solo el Mejor guión original, pero su revolucionaria visión propia le metió de lleno en todas las listas de mejores películas de la historia durante 100 años. Con él llegaron a California Cotten, Moorehead, Sloane, George Coulouris o Ray Collins. Su siguiente trabajo, la magnífica “El cuarto mandamiento” ya fue recortada brutalmente por la productora que intentaba meterlo en cintura. Alternaba sus trabajos como actor con otras producciones que aprovechaban su nombre para empujarla, como “El extraño”, o para dejar toques claros de su talento desbordante como “La dama de Shanghai”. La caza de brujas le llevó a emigrar a Europa, trabajando en multitud de proyectos para costearse sus propios proyectos. Su acercamiento a Shakespeare es notable, con trabajos tan notables como “Macbeth”, “Otello” o “Campanadas a medianoche”, aunque su mayor reconocimiento a nivel popular sería como actor en “El tercer hombre” de Carol Reed. Su vuelta a USA como director sería con otra obra maestra como “Sed de mal” en 1958. Siguió trabajando para pagar su vida, pero su innovación se vio casi siempre cercenada o incompleta. Títulos como “El proceso” o la gran cantidad de documentales y trabajos incompletos que dejó dejan claro la mente privilegiada que escondía ese personaje orondo en los palcos españoles para ver los toros en que convirtió su figura.
De las diversas posibilidades que deja una obra tan singular me decanto por una muestra exitosa de talento en mi género favorito.
SED DE MAL (1958)
Solo por el plano secuencia inicial ya valdría la pena, pero además está aderezada con un atractivo estético continuo, una historia atractiva en la frontera entre Estados Unidos y Méjico, un reparto innovador en los personajes, donde la corrupción, la violencia y el poder van de la mano. Mike Vargas y Susan se acaban de casar y presencian la explosión del coche de un capo de la droga. El caso acaba en manos de Hank, pero Mike es policía mejicano y, al ser en la frontera, colabora con la policía norteamericana. La imponente presencia de Orson Welles como el obeso y pendenciero Quinlan, C. Heston como el policía mejicano, con ese bigotito inolvidable, que intenta resolver el por qué, J. Leigh como su esposa Susan que, al intentar ponerla a salvo la mete en el ojo del huracán, J. Calleia como Menzies, el ayudante de Hank, o la aparición de Marlene Dietrich como Tanya, la gitana que adivina el futuro, hacen que la historia sea tan magnética como cada plano y escena, repletos de ese blanco y negro oscuro y agresivo que nos pone en tensión. Siempre se recordará a Welles por su llegada al cine, pero aquí dejó otra muesca de un talento fuera de lo común.
3.- Roman Polanski
Nacido en Polonia, empezó a destacar allí, especialmente cuando fue nominado a la Mejor película extranjera por “El cuchillo en el agua”. Al poco emigró y, especialmente en Gran Bretaña, desborda su talento con títulos como “Repulsión” o “El baile de los vampiros”. Ahí conoció a Sharon Tate, cuyo posterior asesinato por el clan Manson copó todas las portadas del mundo. Triunfa en Hollywood con una de las joyas de su filmografía, “La semilla del diablo”, aunque sería su siguiente “Chinatown” la que lograría el primer Oscar para una película suya (a Mejor guión original). Tuvo que emigrar para seguir rodando. “El quimérico inquilino” y “Tess”, hasta que los problemas legales, siendo acusado de violación, le hicieron traldar su domocilio definitivamente a Francia. Tras varios años de parón volvió con “Piratas”, con Walther Matthau, “Frenético” que le presentó a su futura esposa Emmanuelle Seigner, y las complicadas relaciones de pareja con “Lunas de hiel”. “La muerte y la doncella” sería su última producción notable antes de ganar el Oscar a Mejor director por “El pianista”. Del resto del siglo XXI me gusta mucho su aproximación a Shakespeare con “Oliver Twist”, al blockbuster con la adaptación de Robert Harris en “El escritor” o al teatro con la adaptación de la obra de Yasmina Reza “Un dios salvaje”. Ha actuado en muchas de las películas que él mismo ha dirigido, pero también destacó en films de Giuseppe Tornatore o Andrzej Wajda. Logró 6 nominaciones al Oscar en varios apartados, ganando el de Mejor director por “El pianista”.
Tiene varias películas que me gustan mucho, pero voy a elegir la que lo consolidó como artista junto a grandes nombres de la interpretación en Estados Unidos y un gran talento creativo.
CHINATOWN (1974)
En Los Ángeles, en los años 30 del siglo XX, un detective privado es contratado para investigar, primero la infidelidad de un hombre y después los tejemanejes inmobiliarios del condado en recursos fluviales. Jake Gittes juega en varias partidas a la vez que intenta desentrañar qué es lo que se esconde detrás de todo eso. El productor Robert Evans está detrás del proyecto, con Robert Towne en el guión, Roman Polanski en la dirección y un gran reparto encabezado por Jack Nicholson y Faye Dunaway. Los constantes giros en la investigación y el deslumbrante sol de California son tan protagonistas como las intrigas que se manejan en la oscuridad. Estuvo nominada en 11 categorías, de las que solo ganó el guión original, pero la crítica especializada la encumbró entre los clásicos inmediatos, tanto del cine negro, como de su director, como de los actores protagonistas.
4.- Woody Allen
Comenzó como guionista de comedia y cómico de stand up comedy, creando un personaje propio que se relaciona con él. Su acceso inicial al cine llegó en comedias más físicas y absurdas. Primero actuaba para otros directores hasta que debuta actuando y dirigiendo en “Toma el dinero y corre”. “Bananas”, “Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar”, “El dormilón” o “La última de Boris Grushenko” le ayudaron a definir su estilo de humor irreverente y surrealista. A la vez actuaba para otros como en “Sueños de un seductor” o “La tapadera” pero, a partir de “Annie Hall” cambiaría su estilo por algo más filosófico e introvertido. Ahí ganó 4 Oscar y, desde entonces, ha conseguido más de 20 nominaciones, casi todas como guionista. “Interiores”, “Manhattan”, “Broadway Danny Rose”, “La rosa púrpura de El Cairo”, “Hannah y sus hermanas” o “Días de radio” ejemplifican sus años dorados, aunque siempre ha tenido un estilo propio, tanto en comedia como en drama. Sus comedias locas y explotando su personaje, casos de “Misterioso asesinato en Manhattan”, “Balas sobre Broadway”, “Poderosa Afrodita” o “Desmontando a Harry” son un compendio de ese estilo. Sus dramas, más psicológicos y muy influenciados por su adorado Bergman, como “Delitos y faltas”, “Maridos y mujeres” o “Acordes y desacuerdos” dejaban claro que los 90 fueron otra época dorada para él. El siglo XXI lo centró en la comedia con cintas tan desternillantes como “La maldición del escorpión de Jade”, “Un final made in Hollywood” o “Todo lo demás”, hasta que retomó el drama con su 1ª colaboración con Scarlett Johansson en “Match point”. Supuso un gran éxito de crítica y público, llevándole a repetir 2 veces más con ella en tono cómico en “Scoop” y “Vicky Cristina Barcelona”. Títulos posteriores que a mí me encantan como “Si la cosa funciona” o “Midnight in Paris” le mantuvieron en boca de todos hasta que “Blue Jasmine” otorgó otro Oscar interpretativo a una actriz de su película. En 2016 estrenó en televisión su 1ª serie con todos sus típicos ticks y seguía alternando sus producciones norteamericanas con europeas en Francia, España e Italia. En su carrera ha destacado tanto como actor, director, escritor o dramaturgo, aunque mucha gente solo lo conoce por sus escándalos en los tribunales, acusado por su ex pareja Mia Farrow por abusos sexuales a sus hijos. Ha sido declarado inocente pero, tanto parte de la crítica como la propia Farrow, no han parado de acusarle.
Centrándonos en su tarea profesional me parece uno de los grandes genios de los últimos 50 años y elegir una sola película de la cantidad desbordante de genialidades que la copan me resulta una tarea enorme, pero ahí vamos.
“MANHATTAN” (1979)
Capítulo 1: él adoraba Nueva York. Isaac lleva 2 divorcios y 1 hijo a la espalda, sale con Tracy, una joven de 17 años que estudia bachiller y es muy madura. Yale es su mejor amigo, está casado con Emily, pero tiene un lío con Mary, una snob, de gustos modernos y labia inacabable. Las vidas y diversos líos de los protagonistas ocurren en Manhattan, con música de Gershwin, un b/n fantástico, diálogos punzantes e ingeniosos, un guión romántico de recuerdos y sensaciones de gusto clásico. En una fiesta Isaac coincide con Mary y pasean a su perro salchicha, charlan y acaban sentados en un banquito frente al puente de Brooklyn, en una de las imágenes definitivas de su arte. Jill, 2ª mujer de Isaac le abandonó por otra mujer y va a sacar un libro sobre su matrimonio, cuestión que obsesiona a Isaac. Un domingo Mary llama a Isaac para dar una vuelta porque Yale dedica los domingos a su mujer y no puede quedar. Llueve y se refugian en un museo, conociéndose mejor. Los sucesos llevan a que Isaac rompa con Tracy y Yale deje a Mary. Tracy acepta una propuesta para ir a estudiar a Londres y Yale se centra en su esposa, lo que une a Isaac y Mary, pero al tiempo todo explota porque Mary sigue enamorada de Yale e Isaac corre por todo Manhattan para volver a ver a Tracy antes de irse 6 meses a Londres mientras la música de Gershwin y el skyline de la ciudad que nunca duerme nos dice adiós. Una de las múltiples maravillas del cine de Allen, tan característico y personal, tan diferente en sus varias vertientes, tan mágico que todos nos enamoramos de Mariel Hemingway y de Nueva York, aunque ya no queda nada de aquello.
5.- Mel Gibson
Actor y director estadounidense que, siendo muy pequeño, emigró a Australia con su familia para evitar la guerra de Vietnam. Allí comenzó a despuntar, especialmente con las primeras partes de la saga Mad Max de George Miller o las colaboraciones con Peter Weir “Gallipoli” y “El año que vivimos peligrosamente”. Llegó a Hollywood en 1984 destacando en “Cuando el río crece”, pero sería con la saga Arma Letal junto a Danny Glover cuando acabó por establecerse. Debutó en la dirección en 1993 con “El hombre sin rostro” y, 2 años después, ya ganaría el Oscar a Mejor director por “Braveheart”. Esa segunda mitad de los 90 se especializó en películas de acción y en 2004 aunó su talento especial para la creación con su elevada creencia religiosa con “La pasión de Cristo”. Su tumultuosa vida privada, con varios escándalos, chocaba de lleno con su maestría en los proyectos que abordaba como director. “Apocalypto” en 2006 o “Hasta el último hombre” en 2016 me hacen pensar que seguía actuando para conseguir el dinero necesario para llevar a cabo sus proyectos. Hace poco ha anunciado que va a rodar la 2ª parte de su cinta más polémica con Jim Caviezel de nuevo como protagonista en “La resurrección de Cristo”. Ha estado 2 veces nominado al Oscar a Mejor director ganándolo en 1996 por “Braveheart”, aunque todo el mundo le reconoce un talento especial en dicho arte.
No se ha prodigado mucho como director, pero cualquiera de sus intentonas me parecen sobresalientes, decantándome por 1 películas bélica que muestra una aptitud clara.
HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE (2016)
Mel Gibson se basa en la historia real de Desmond Doss, un joven que participó en la IIGM pero se negó a portar armas por creencias religiosas. La película se puede dividir en 2 partes, una 1ª en que narra la vida de su familia en un pueblo de Virginia, las relaciones con su hermano, sus padres y la mujer que compartirá su vida, y una 2ª centrada en su participación en la IIGM y en la batalla de Okinawa. En esa 1ª pieza vemos una dirección más contenida, clásica y centrada en el drama que vive en su día cuando llega la guerra, y una 2ª en que Mel no deja títere con cabeza y, además de su lado místico, muestra una brutalidad y salvajismo más real y creíble, dotando de una fuerza a las imágenes asombrosas. Logró los Oscar al Mejor montaje y al Mejor sonido de las 6 nominaciones que contaba en uno de esos años en que ganó la peor de todas. Mel fue nominado a Mejor director y el reparto estaba encabezado por Andrew Garfield acompañado por nombres conocidos y reconocibles como Hugo Weaving y Rachel Griffiths como sus padres o Vince Vaughn y Sam Worthington como sus superiores. Durísima, sangrienta y desbordante de acción y emociones.
6.- Bob Fosse
Actor, director, bailarín y coreógrafo que creó escuela y tiene el mérito de haber ganado el Oscar a Mejor director el año en que Coppola competía por “El padrino”. Desde muy jovencito se dedicó a bailar y coreografiar, especialmente en el teatro. En Broadway se hace un nombre rápidamente y llega al cine como bailarín en los 50. Su debut como director se produjo en 1969 con “Noches en la ciudad” que supuso un fracaso, pero ya le otorgó 3 nominaciones al Oscar. 3 años después, con “Cabaret”, lograría 1 Oscar a Mejor director, de los 8 que obtuvo. Un musical que creó escuela y fue un éxito rotundo, dejando números musicales históricos, con Liza Minelli y Joel Grey en estado de gracia en sus roles, ambos ganadores del Oscar, en una adaptación magistral de la novela de Chris Isherwood. Une muchos temas complicados, ambientados en un momento más complicado aún de la historia. Después rompió por completo con lo esperado y realizó un biopic sobre el comediante Lenny Bruce, con un Dustin Hoffman fantástico en un papel muy complicado. En 1979 graba otra de sus joyas, caso de “All that jazz”, un drama musical que abre muchas vías e interpretaciones. Posteriormente volvió a Broadway aunque su impacto ya no fue el mismo y, en 1987, emuló al protagonista de “Empieza el espectáculo” y muere de un paro cardíaco. Su importancia en el musical y la evolución del lenguaje cinematográfico son ineludibles y las opciones para elegir son todas notables, pero me decanto por la que lo encumbró.
CABARET (1972)
Segunda película de Bob Fosse que supuso todo un suceso, ganando 8 Oscar, arrasando en taquilla y convirtiendo a Liza Minnelli, hija de Vincente y Judy Garland en una estrella. La acción se desarrolla en Berlín en 1931, con el auge del partido nazi, en las entrañas de un cabaret. La espectacular interpretación de Joel Grey como maestro de ceremonias va llevando la narración, entre números musicales míticos, desde la llegada de Brian (Michael York) a Berlín hasta su partida, pasando por una relación con Sally (Liza Minnelli), una de las estrellas del espectáculo, y las situaciones dramáticas que, entre baile y música, van aconteciendo. Bob se convirtió en el referente absoluto en los musicales de la época, ganando el Oscar a mejor director y otros para Liza y Joel, el mismo año que competía con “El Padrino”. El guión, los actores, los números musicales, los decorados y vestuario, todo es sublime, y todo ello es tragado por la inconmensurable presencia de Joel Grey y la extraordinaria voz de Liza Minnelli.
7.- Robert Redford
Una de las estrellas más míticas y consolidadas de los últimos 60 años ha abarcado muchos de los papeles que el cine puede ofrecer. Actor, escritor, productor, creador de un festival de cine y, cómo no, director. Como actor comenzó actuando en seriales televisivos y, a mitad de los 60, empezó a hacer trabajos secundarios en películas destacables como “La jauría humana” o “Propiedad condenada”. Luego llegaría la adaptación cinematográfica de una obra que él protagonizó en Broadway y tuvo éxito con Jane Fonda de pareja y un Oscar como secundaria para Mildred Natwick. A partir de ahí se consolidó como una estrella incontestable con trabajos como “Dos hombres y un destino” y “El golpe”, con Paul Newman de compañero y George Roy Hill en la dirección, “El candidato” o su unión con Sydney Pollack en “Las aventuras de Jeremiah Johnson”, “Tal como éramos” o “Los tres días del cóndor”. Cerró la década con otros trabajos notables, destacando “Todos los hombres del presidente”, pero el gusanillo para dirigir ya estaba ahí. En 1980 debutó por todo lo alto con “Gente corriente” que ganó 4 Oscar incluidos Mejor película y Mejor director para Redford. En los 80 dejó alguna de sus actuaciones más recordadas como en “Brubaker”, “El mejor” o “Memorias de África”, a la vez que sembraba la simiente de uno de los festivales más prestigiosos como es Sundance. Realizó su 2ª película como director, “Un lugar llamado Milagro”, con su pareja de entonces como protagonista y fue espaciando más sus apariciones. En los 90 me gustan especialmente sus trabajos en la dirección como “El río de la vida” o “Quiz show”. Dirigió un par de proyectos más como “El hombre que susurraba a los caballos” o “La leyenda de Bagger Vance” y protagonizó otro puñado entretenidas y ágiles como “Spy game” de Tony Scott o “Una vida por delante” de Lasse Hallström, pero ya era su sola presencia y leyenda la que atraía al público. Como director siguió presentando proyectos interesantes como “Leones por corderos”, “La conspiración” o “Pacto de silencio”, pero pase el tiempo que pase ya consiguió ser uno de esos tipos respetados y queridos por todos, ineludible en la historia del cine. Ha ganado 1 Oscar como director y otro honorífico, además de recibir 3 nominaciones más como actor, director y productor. Su activismo político y ecologista le sembró tantos odios como alabanzas, pero está claro que su historia es de película.
Tiraré por la vía de en medio y me quedó con su trabajo más premiado.
GENTE CORRIENTE (1981)
Durísimo drama familiar que supuso el debut de Redford tras la cámara y le reputó varios premios, incluidos 4 Oscar. El joven Conrad vuelve a casa tras pasar un tiempo en el hospital tras la muerte de su hermano Buck en un accidente de navegación. Vuelve a estudiar, al equipo de natación, a comer y cenar con sus padres, pero se siente culpable, solo, asfixiado por la distancia que le separa de su madre, y comienza visitar a un psiquiatra que le ayudará a ver la vida de otro modo. La muerte de una amiga y la huida de su madre chocan con la realidad de la vida cotidiana. La ambientación en una zona fría del norte de Estados Unidos ejemplifica la contención y ocultación de sentimientos que provocan casi todos los dramas de Conrad. Redford se rodea de una gran reparto como Donald Sutherland como padre, la televisiva Mary Tyler Moore como madre, el joven prometedor Timothy Hutton como Conrad, o varios secundarios muy seguros como Judd Hirsch como el psiquiatra, Elizabeth McGovern como Karen o Dinah Manoff. 4 Oscar, que incluyen película, director para Redford, actor secundario pata Hutton y guión adaptado para Alvin Sargent.
8.- Warren Beatty
Otro de esos tipos que ha hecho prácticamente de todo en el mundo del cine. Actor, productor, guionista y director, es hermano de la también actriz Shirley MacLaine y, desde sus inicios, fue considerado un sex symbol y uno de los solteros de oro de Hollywood hasta que se casó con la actriz Annette Bening en 1992. Empewzó en el teatro y la televisión hasta que debutó como protagonista en el cine como pareja de grandes actrices como Vivien Leigh en “La primavera romana de la Sra. Stone”, Natalie Wood en “Esplendor en la hierba” o Eve Marie Saint en “Su propio infierno”. “Lilith” de Robert Rossen o “Bonnie & Clyde” de Arthur Penn ya lo consolidaron como una estrella absoluta, empezando a manejar proyectos más personales y a preocuparse por otras partes del negocio como la producción y la dirección. En los 70 protagonizó “Los vividores” de Robert Altman, “El último testigo” de Alan J. Pakula o “Shampoo” de Hal Ashby, pero ya se atrevió a dirigir con “El cielo puede esperar” y, sobre todo, con “Rojos” en 1981, donde actuó, dirigió y escribió el guión, logrando 3 Oscar, incluyendo el de Mejor director, de las 12 nominaciones que contaba. Su siguiente proyecto ambicioso fue la adaptación del cómic de Chester Gould “Dick Tracy”, que volvió a ganar 3 Oscar de 7 nominaciones. Del resto de su carrera podemos destacar “Bugsy” de Barry Levinson como actor y “Bullworth” como director. En total ha estado nominado 14 veces al Oscar en diversas categorías, ganando 1 como director y otro honorífico en 2000.
Aquí podría elegir algunos de sus films más exitosos, pero me quedo con su Oscar.
ROJOS (1981)
Película política, épica, dramática, que convirtió a Warren en algo más que el guaperas de turno en dramas románticos o comedias. Aquí se encargó de la dirección, producción, interpretación y guión, en una filmación de más de 3 horas que narra un tema muy tabú en Estados Unidos. Sus 12 nominaciones al Oscar solo le reportaron 3, para la dirección de Beatty, que es soberbia, la fotografía de Storaro y para Maureen Stapleton como actriz secundaria. John Reek es un periodista estadounidense que conoce a Louise Bryant en una exposición fotográfica de esta y la revolución comunista estalla al poco de trasladarse junto a Nueva York. Allí John le pone en contacto con parte de los activos más incipientes del comunismo como Emma Goldman, Max Eastman o el escritor Eugene O’Neill. Los continuos viajes de Reek para inmiscuirse en las huelgas y charlas revolucionarias hacen que Luoise inicie un romance con Eugene, pero la actualidad revolucionaria les hace trasladarse y casarse antes de iniciar un viaje a Rusia y conocer a los principales protagonistas que provocan el abandono del ejército de la IGM y la revolución bolchevique. El vaho que sale de sus bocas al hablar es perfecto para ejemplarizar el contraste de la frialdad de determinados métodos políticos y del miedo con el fragor constante en la sociedad y reuniones políticas. La insurrección política se enfrenta a los dramas personales de salud del propio John, único americano enterrado en el Kremlin. La película está aderezada con diálogos de supervivientes de la época que conocieron la acción de primera mano, escritores y periodistas, creando un ambiente de biopic muy real y convirtiendo a la película en algo más. El reparto encabezado está lleno de rostros conocidos como Jack Nicholson, Jerry Korzinsky, Maureen Stapleton, Paul Sorvino o pequeñas intervenciones de Gene Hackman o M. Emmet Walsh. Ese año fue el de “Carros de fuego”, y compitió con grandes producciones como “En el estanque dorado”, “En busca del arca perdida” o “Atlantic City”. Tras ella, Warren no volvió a actuar en varios años con un gran fracaso, ni a dirigir en una década, pero siempre podemos recurrir a esta cinta para recordar el talento que seguía ahí.
9.- Richard Attenborough
Comenzó su carrera como actor, siendo parte de films propagandísticos de la IIGM hasta que forma parte del elenco de una película de Powell & Pressburger. Al poco protagoniza su 1ª aparición destacable como protagonista en “Brighton Rock” y en los 50 ya es una habitual de los secundarios del cine británico. Su debut en Hollywood llegó con el éxito de “La gran evasión” de John Sturges, “El vuelo del Fénix” de Robert Aldrich o “El Yangtsé en llamas”, aunque sus papeles más destacados seguían saliendo de las islas como en “Plan siniestro” o “Cañones en Batasi”, siendo su trabajo más recordado el de “El estrangulador de Rillington Place” de Richard Fleischer. Empezó a combinar sus trabajos en la dirección con la actuación, aunque hasta “Un puente lejano” en 1977, con grandes estrellas como Sean Connery o James Caan no terminó por definirse tras la cámara. Con “Gandhi” logró 8 Oscar incluyendo Mejor película y director y ya fue muy considerado. Destacan sus cintas “A chorus line”, “Grita libertad”, “Chaplin” o esa obra maestra del drama romántico que es “Tierras de penumbra” con unos inconmensurables Anthony Hopkins y Debra Winger. Tras esto volvió a la actuación con 2 grandes papeles en “Parque Jurásico” de Steven Spielberg y “Hamlet” de Kenneth Brannagh. El resto ya no es destacable, aunque la inmensa mayoría desearía haber destacado un mínimo porcentaje de lo que lo hizo el actor, productor y director británico.
De las diversas opciones notables a elegir me quedo con una que siempre me ha fascinado.
TIERRAS DE PENUMBRA (1993)
En los años 50 del siglo XX, el escritor C.S. Lewis da clase en la Universidad de Oxford, con una vida tranquila, cotidiana y de valores clásicos en Gran Bretaña, viviendo con su hermano Warner. Recibe una carta de una norteamericana que quiere conocerle porque le admira mucho como escritor y su hijo es muy fan de los libros de Narnia. En un viaje a Londres quedan para conocerse y establecen una relación de amistad que contrasta la contención de él con la expresividad de ella. Al poco, ella vuelve a Londres con su hijo para conocerlo y que le dedique el libro, acercando más su relación, hasta que ella se traslada de manera definitiva a Londres para vivir pidiéndole matrimonio para legalizar sus papeles. La relación entre ellos se va acercando cada vez más hasta que a ella le diagnostican un cáncer sin solución convirtiendo la relación en un drama romántico sincero y una historia de amor tardía maravillosa. Con Anthony Hopkins como C.S. Lewis, Debra Winger como la poeta norteamericana Joy Gresham, Joseph Mazzelo como su hijo Douglas, Edward Hardwicke como Edward Lewis y un elenco de secundarios del cine británico de primer nivel que consiguen que el ambiente catedralicio de Oxford o las cervezas en la taberna sean creíbles. Tanto Hopkins, que ganó el Bafta, como Winger, que estuvo nominada al Oscar, están sublimes, con una demostración explícita del arte interpretativo, y la dirección de Attenborough es tan comedida como sorprendente, detallista, purista y muy cercana. Una obra de arte poco reconocida para la cantidad de aristas que muestra.
10.- Laurence Olivier
Actor de teatro, de cine y televisión, director y uno de los más reputados de la historia británica y el más representativo de las adaptaciones de Shakespeare a la gran pantalla. De familia muy religiosa, empezó en el teatro e hizo varios intentos de asentarse en Hollywood, pero volvía a Inglaterra especialmente al teatro que consideraba el verdadero arte. Rodando “Inglaterra en llamas” conoció a Vivien Leigh, su futura esposa, pero no sería hasta “Cumbres borrascosas” de William Wyler que rodó su primera gran película. Volvió a Estados Unidos de la mano de Hitchcock con la inmortal “Rebeca” y repetiría con su mujer en “Lady Hamilton” de Alexander Korda. Su debut en la dirección, como no podía ser de otra forma, fue adaptando a Shakespeare con “Enrique V” que recibió 4 nominaciones al Oscar. Más tarde repetiría con “Hamlet” ganando 4 Oscar, incluyendo Mejor película y actor, y “Ricardo III” por la que recibió otra nominación como actor. Con “El príncipe y la corista” coincidió con Marilyn Monroe y en “Espartaco” de Stanley Kubrick protagonizó una de las escenas más recordadas. Nunca más fue el director responsable de una película, pero sí protagonizó muchas que hoy se consideran clásicos como “El rapto de Bunny Lake” de O. Preminger, “Las sandalias del pescador” de M. Anderson, “La huella” de J.L. Mankiewicz, “Marathon Man” de J. Schlesinger o “Los niños del Brasil” de F.J. Schaffner. Su última gran interpretación puede considerarse una adaptación televisiva de “El rey Lear” en Inglaterra, pero todavía hoy es considerado uno de los más grandes de la historia y, sin duda, uno de los 3 mejores salidos de las Islas Británicas.
Aquí debo irme de cabeza a alguna de sus adaptaciones de Shakespeare y me decanto por la más premiada.
HAMLET (1948)
El rey de Dinamarca ha muerto y la reina se casa rápidamente con su cuñado para mantener el trono. El fantasma de su padre le revela la verdad de su muerte por intercesión de su hermano Claudio. Las nubes, el oleaje y las brumas declaran el dramatismo que está viviendo el joven Hamlet al enterarse. La escenificación es muy teatral, dando mucha importancia al texto, muy fiel al original. Hamlet encarga una representación a unos cómicos que pasan por allí y escenifican lo que realmente pasó. La fotografía en blanco y negro y los contrastes lumínicos acentúan el drama y dan más vigor a los soliloquios del príncipe danés. El rey le destierra a Inglaterra para sobrellevar el engaño, pero unos piratas lo raptan a la vez que Ofelia enloquece y muere. Al volver a la corte se enfrenta a Laertes en el entierro de Ofelia y la alianza entre Claudio y Laertes para envenenar con veneno en la bebida y ponzoña en la espada a Hamlet termina en tragedia con la muerte apoderándose del castillo real y dominando la narración. En 1996, Kenneth Brannagh dirigió otra adaptación de 4 horas con un resultado sobresaliente, pero no oculta la magnitud de esta joya de Laurence Olivier que ganó 4 Oscar, incluyendo película y actor para Olivier. El reparto encabezado por él, Jean Simmons o Basyl Sidney cuenta con grandes secundarios de la escena británica como Anthony Quayle, Peter Cushing o Stanley Holloway. Una obra imperecedera que, junto a las aportaciones de Orson Welles o Kenneth Brannagh han pasado a la historia del cine como las mejores adaptaciones cinematográficas de William Shakespeare.
11.- Ida Lupino
Hija de actores, quería ser escritora, pero su familia la abocó a la interpretación. De niña ya hizo su primera aparición sobre las tablas y, con apenas 14 años, ya debutó en el cine. Llegó a Hollywood muy joven, realizando pequeños papeles para grandes directores, siendo la década de los 40 cuando empezó a destacar con títulos como “La pasión ciega” o “El último refugio” de Raoul Walsh, “El lobo de mar” de Michael Curtiz o “El parador del camino” de Jean Negulesco. Tras sus constantes disputas y suspensiones con Warner Bros., llevándole a crear su propia productora con su marido para dedicarse a actuar, escribir, producir y dirigir. Su objetivo eran películas de bajo presupuesto para contar lo que realmente les importaba, siendo “Not wanted” la 1ª vez que se puso tras la cámara debido a una enfermedad cardíaca del director. Desde entonces dirigió varias cintas como “Never fear” sobre la poliomelitis, “Ultraje” sobre abusos sexuales a una mujer, “Hard, fast and beautiful”, un drama deportivo, “El bígamo” sobre los secretos de un matrimonio, “El autoestopista”, que puede ser su trabajo más conocido, o la comedia “Ángeles rebeldes”. Sus labores en la dirección seguían combinándose con la actuación en varias películas destacables como “La casa en la sombra” de N. Ray, “Infierno 36” de D. Siegel, “La podadora” de R. Aldrich o “Mientras Nueva York duerme” de F. Lang. A ello unió ser la única directora en series televisivas de éxito como “Alfred Hitchcock presenta”, “Los intocables” o “La dimensión desconocida”, siendo la televisión su último refugio, aunque con los años ha ido creciendo su importancia y reconocimiento.
Estoy muy tentado de elegir otra película que me gusta mucho, pero me decanto por esta.
EL AUTOESTOPISTA (1953)
Un asesino en serie se dedica a hacer autostop y matar a la gente que le recoge hasta que le recogen un par de amigos que han dicho en casa que se van a pescar pero, realmente, se van a México a divertirse. Roy (Edmond O’Brien) y Gilbert (Frank Lovejoy) pasan por un infierno, siempre a punta de pistola de Emmett (William Talman), huyendo por las montañas desérticas del país vecino hasta que las pistas que van dejando conducen a la policía mejicana a atar cabos. Un thriller a medio camino del cine negro, de serie B, que confirma que Ida Lupino sabía lo que hacía y sabía aprovechar todos los momentos de tensión y armas que le ponían a mano para convertir una película del montón en una angustia constante y en una joya escondida por una producción pobre y unos medios escasos. El talento de la directora hace que esos pocos dólares invertidos se aprovechen al máximo y, aun hoy en día, se disfrute enormemente sin necesidad de explosiones, grandes estrellas o gastarse mucho dinero. Si te gusta la serie, películas como “Detour”, historias simples en la concepción pero repletas de tensión y violencia latente, deberías verla sin falta si no la conoces.
12.- Kevin Costner
Tras varios papeles en películas mediocres y con poco recorrido, sería con “Silverado” de Lawrence Kasdan donde se haría hueco, pasando a protagonizar “No hay salida” y “Los intocables de Elliot Ness” en 1987 convirtiéndolo en una estrella. Su primer paso en la dirección le daría 7 Oscar incluyendo Mejor película y director con “Bailando con lobos”. Su nuevo status le llevó a protagonizar una nueva adaptación de Robin Hood y varias películas notables como “J.F.K., caso abierto” de Oliver Stone o “Un mundo perfecto” de Clint Eastwood. Sus siguientes fracasos en “Waterworld” de su amigo Kevin Reynolds, “Tin Cup” o su 2ª inmersión en la dirección con “Mensajero del futuro” le avocaron a cierta decepción con la crítica, hasta que “Trece días” de Roger Donaldson o su siguiente trabajo como director y protagonista, “Open Range” rescató parte de su prestigio. De sus trabajos en el siglo XXI debemos destacar la mini serie “Hatfields & McCoys” sobre la historia real de 2 familias enfrentadas durante mediados del siglo XIX y que aún perdura, o el éxito absoluto de la serie “Yellowstone”. Su último empeño ha sido gastarse toda la posible herencia para sus hijos con la historia de Estados Unidos en “Horizon: An american saga”. Uno de esos tipos que se han hecho a sí mismos y han conseguido casi todo en el cine y la televisión. También tiene una carrera como músico country, un par de Oscar, Emmy y Globos de oro. Un clásico por derecho propio.
Hay varias películas protagonizadas por él que me gustan mucho, pero debo centrarme en la dirección con su trabajo más exitoso.
BAILANDO CON LOBOS (1990)
Adaptación de la novela de Michael Blake que comienza con el teniente John Dunbar en el hospital de campaña y, al darse cuenta de que le van a amputar un pie, comete una acción suicida que lleva a la Unión a recuperar un terreno perdido. Su heroísmo le proporciona los cuidados del médico personal del General y, tras su recuperación, le dan un caballo y un destino en el fuerte más al oeste. Al llegar lo encuentra desierto y se dedica a adecentarlo. Su soledad solo se ve alterada por la escritura de un diario, relatado mediante una voz en off, la eventual visita de un lobo solitario al que llama Calcetines, y los indios Sioux. Poco a poco va estableciendo una relación con ellos hasta que los comprende al 100%, se convierte en uno más y se enamora y casa con una mujer blanca de la tribu que fue acogida por ellos cuando era niña y le ha ido enseñando el idioma y las costumbres de la tribu. Traba amistad con los líderes, Diez osos, Cabello al viento o Pájaro que pelea y demás miembros del clan, hasta que el miedo le lleva a tomar una dura decisión que puede salvar a los Sioux del hombre blanco.
Debut en la dirección de Costner que supuso todo un éxito y una revalorización del western a nivel mediático y popular. Fue todo un éxito y convirtió la ambición del hombre blanco y el respeto por las tradiciones indígenas en una razón ineludible que, con los extremismos actuales, está volviendo a verse en peligro de extinción. El reparto, encabezado por el propio Kevin Costner y Mary McDonnell, se apoya en un puñado de descendientes indígenas americanos como Graham Greene, Floyd “Red crow” Westerman o Rodney Grant, ganando un total de 7 Oscar, película y dirección incluidos. Con escenas de belleza natural y de clasicismo indudable, fue parte de esa gran colección de títulos que reavivaron el western, y convirtió a Kevin en el hombre de moda del momento.
13.- John Cassavetes
Comenzó en el teatro y se hizo un nombre en la televisión. Se casó con la actriz Gena Rowlands y pasó al cine de la mano de Don Siegel con “Crimen en las calles”. “Dónde la ciudad termina” y “Más rápido que el viento” le llevan a iniciar su carrera en la dirección con gran protagonismo de la improvisación y participación activa de los actores con “Shadows”. Pasa a Hollywood firmando con Paramount, pero supuso un fracaso. Stanley Kramer lo rescata y le da la oportunidad de rodar con Burt Lancaster, pero la relación degenera y le lleva a buscar la independencia absoluta en sus propios proyectos. Como actor participa en varias producciones exitosas como “Código del hampa”, “Doce del patíbulo” o “La semilla del diablo”. Desde ahí destacó más con sus proyectos como director y guionista. “Rostros”, “Maridos”, “Así habla el amor”, “Una mujer bajo la influencia”, “El asesinato de un corredor de apuestas chino” o “Noche de estreno” lo colocan como la cabeza visible del mal llamado Cinema Verité neoyorkino. Él ya había sido nominado al Oscar como mejor director, pero en 1980 consigue que nominen a su esposa por “Gloria”, un personaje mítico de la escena estadounidense. Sus últimos trabajos engloban “Corrientes de amor” y “Un hombre en apuros”, pero ya era considerado el símbolo de la independencia creativa y la imagen de la libertad en el cine.
UNA MUJER BAJO LA INFLUENCIA (1974)
Nick está casado con Mabel y tiene 3 hijos. Han arreglado una noche para ellos y la abuela se lleva a los niños para dejarlos solos, pero una urgencia en el trabajo obligan a Nick a quedarse. Mabel sale, bebe, se lía con un hombre y vemos los problemas mentales que acarrea. Nick, sus compañeros de trabajo, la familia, los niños, el médico todos ven lo que pasa y Nick decide internarla organizando una reunión para su vuelta. La crudeza y realismo con que John, que se encarga de la dirección y el guión, muestra el día a día de la pareja lo convirtieron en un maestro e icono de la versión norteamericana del mal llamado cinema verité. Las emociones están a flor de piel y, tanto Peter Falk como el marido y, especialmente, Gena Rowlands como la mujer están sobresalientes. La sociedad ahogando a la rutina diaria de un matrimonio que dio una nominación al Oscar a Gena y a John.
14.- Kenneth Brannagh
Iniciándose como actor secundario y, especialmente, en el teatro, comenzó su andadura como director con una adaptación de William Shakespeare que recibió las alabanzas y buenas críticas de todos los medios, incluidas 3 nominaciones al Oscar, 2 para el propio Kenneth como actor y director. Había fundado una productora llamada Renaissance y se había casado con la actriz Emma Thompson, convirtiéndose en la pareja más prometedora de la escena británica. Sus sucesivos títulos “Morir todavía”, “Los amigos de Peter” o “Mucho ruido y pocas nueces” no hacían más que confirmarlo, pero los engaños de Kenneth les llevaron a divorciarse en 1995. Su siguiente película como director y actor fue la más fiel adaptación del clásico de Mary Shelley “Frankenstein” y, en 1995, dirige una pequeña producción sobre un grupo de teatro llamada “En lo más crudo del crudo invierno” y protagoniza la adaptación de Oliver Parker sobre el “Othello” de Shakespeare. Su último trabajo en la dirección durante un tiempo fue la monumental, en todos los aspectos, “Hamlet”, con un reparto espectacular, una duración de 4 horas, grandes críticas y 4 nominaciones al Oscar. En el 2000 adaptó otra obra de Shakespeare, “Trabajos de amor perdidos”, pero se recibió con mucha tibieza y le devolvió a centrarse en la actuación, incluida su aparición en la saga de Harry Potter, hasta 2006 en que volvió a adaptar al bardo en “Cómo gustéis”. Dirigió el remake de “La huella” y actuó en la exitosa “Valkyria”, aunque su personaje más destacado sería el televisivo Kurt Wallander sobre las novelas de Henning Mankell. Siguió combinando la actuación con la dirección para grandes producciones como “Thor”, “Jack Ryan: Operación sombra” o “Cenicienta”, hasta que en 2017 cambió a Shakespeare por Agatha Christie y empezó a dirigir y protagonizar los clásicos como H. Poirot en “Asesinato en el Orient Express”, “Muerte en el Nilo” o “Misterio en Venecia”, a la vez que actuaba en grandes producciones como “Dunkerque”, “Tenet” u “Oppenheimer” y volvía conseguir un respeto en 2021 por “Belfast”, una película que obtuvo 7 nominaciones al Oscar sobre su infancia en la Irlanda del Norte de los años 60, con música de Van Morrison y grandes críticas. Actor, director, guionista y productor que pasará a la historia por derecho propio y mucha gente le llamó el nuevo Laurence Olivier. De su ingente producción me voy a decantar por donde empezó todo.
“ENRIQUE V” (1989)
Derek Jacobi ejerce de narrador de cada una de las escenas que van aconteciendo para contar la obra de William Shakespeare que el propio Kenneth Brannagh dirige, escribe y protagoniza. Enrique V es rey de Inglaterra y, aconsejado por el clero, decide guerrear contra Francia por sus derechos dinásticos. La 1ª parte de la filmación acontece en Inglaterra, donde el rey debe decidir qué hacer y con quién puede contar y quién le traiciona. La 2ª parte ya es el viaje al país galo con su ejército y la batalla final que decidirá el futuro de ambas naciones. Kenneth es el rey inglés, Paul Scofield el rey francés, Michael Maloney el delfín de Francia y Emma Thompson la hija del rey que debe utilizarse para unir ambos reinos. Grandes nombres de la escena británica como Brian Blessed, Judi Dench, Ian Holm, Richard Briers o un jovencísimo Cristian Bale forman parte de los hombres de Enrique. La maestría con la que el joven director presenta la acción, llena de primeros planos, discursos motivadores y poesía en cada declamación lo destinaron a ser el nuevo Olivier para adaptar al bardo de Avon. La película obtuvo 1 Oscar a mejor vestuario y 2 nominaciones más, para Kenneth como director y la película, además de varios premios internacionales y críticas muy favorables.
15.- Ben Affleck
Iniciándose como actor infantil de documentales, su carrera empezó de verdad ligada a Kevin Smith en “Mallrats”, “Persiguiendo a Amy” o “Dogma”. Siempre me ha parecido un actor muy limitado, pero con otros talentos muy superiores como director, productor o guionista. En 1997 ganó el Oscar a mejor guión junto a su amigo, también actor, Matt Damon por “El indomable Will Hunting”. Su participación en éxitos de taquilla, aunque de calidad más que discutible, como “Armageddon” o “Pearl Harbor” le alzaron a status de estrella, pero sus problemas con el alcohol y posteriores problemas personales le derivaron hacia la dirección, donde sí ha demostrado un talento especial. A partir de 2007 comienza una carrera en ese sentido con “Adiós pequeña, adiós” con su hermano Casey como protagonista y 1 nominación para Amy Ryan como actriz de reparto. Su siguiente proyecto, “The town (cuidad de ladrones” otorgó otra nominación como actor de reparto a Jeremy Renner, y la siguiente “Argo” ya ganó 3 incluyendo el de mejor película. Ha actuado para David Fincher, Terrence Malick o Zack Snyder, pero mi interés por su carrera hace tiempo que se limita a la dirección y trabajos como “Vivir de noche” o “AIR” me generan más expectación que sus actuaciones para Gavin O’Connnor o Kevin Smith.
Aquí dudo entre sus primeras películas porque todas me gustan, pero la 1ª que me convenció de su talento tras la cámara fue esta.
THE TOWN (2010)
Una banda de atracadores formada por Doug, Jim, Gloansy y Desmond asaltan un camión blindado y un banco en el que Claire es la directora. Todo ocurre en Charlestown, un suburbio de Boston, caracterizado por el crimen y las bandas. Todo lo que rodea a Doug está fuera de la ley, su pasado, su padre encarcelado, sus colegas de banda, su barrio repleto de delincuencia, hasta que vigila a Claire porque ha sido sondeada por el FBI y Jim quiere eliminarla, pero la conoce y establecen una relación destinada a fracasar, como su futuro. Los agentes Frawley y Ciampa les siguen los pasos y les aprietan hasta que su siguiente y posible último golpe desencadena toda la trama, tanto familiar como personal como criminal. Un elenco muy reconocible, con el propio Ben Affleck, Jeremy Renner, Pete Postlewaithe o Chris Cooper del bando delincuente, como Rebecca Hall, Jon Hamm o Titus Welliver del lado legal. Ben ya deja claro que tiene una mano especial en la dirección, uniendo escenas de acción adrenalíticas con otras más íntimas y personales de manera magistral, dando a Jeremy su 2ª nominación al Oscar y consolidando a Ben como uno de los directores más interesantes de los siguientes 15 años.
16.- George Clooney
De raíces familiares artísticas, hijo del presentador de televisión Nick Clooney y sobrino de Rosemary Clooney y José Ferrer o primo de Miguel Ferrer, tuvo unos inicios muy pobres y diletantes en la actuación, hasta que en 1994 su intervención en la exitosa serie televisiva “Urgencias”. Compatibilizando su éxito televisivo comenzó a actuar en el cine con cintas como “Abierto hasta el amanecer” de Robert Rodríguez, aunque sería al abandonar definitivamente la serie cuando se volcaría por completo en el cine. Actuó en “La delgada línea roja” de Terrence Malick, en un reparto coral, “Tres reyes” de David O. Russell o “O Brother” de los hermanos Coen. El siglo XXI le traería el soporte definitivo con sus colaboraciones con Steven Soderbergh o su debut en la dirección con “Confesiones de una mente peligrosa”. La saga Ocean o sus nominaciones al Oscar como actor o película lo consolidaron como una mente privilegiada en el cine más allá del atractivo que generaba en un sector de la audiencia. “Syriana” de las primeras o “Buenas noches y buena suerte” de las segundas lo confirmaban. Siguió trabajando para directores conocidos y puso su cara al frente de marcas reconocidas, pero centró más sus esfuerzos en labores humanitarias. En los últimos 15 años ha protagonizado cintas notables como “Up in the air”, “Los descendientes” o “Gravity”, y ha dirigido otras interesantes como “Los idus de marzo”, “Suburbicon” o “El bar de las grandes esperanzas”, siendo siempre una de las personalidades importantes del 7º arte durante los últimos 30 años.
“BUENAS NOCHES Y BUENA SUERTE” (2005)
Segunda entrega como director de Clooney que cuenta el enfrentamiento real en los años 50 entre el senador McCarthy y el presentador de la CBS Edward Murrow. La deslumbrante puesta en escena de la redacción, en blanco y negro, con humo a raudales y jazz fascina la vista, el oído y el pensamiento, con un guión del propio George y Grant Heslov sobre unos hechos reales acontecidos unas décadas antes. El plantel de actores, con rostros muy célebres como George Clooney, Robert Downey jr., Jeff Daniels, Patricia Clarkson, Ray Wise o Frank Langella, tan solo acompañan con talento y criterio la espectacular actuación de David Strathairn como Edward R. Murrow. La película fue nominada a 6 Oscar y confirmaba a George como un nombre a seguir, más allá de su estrellato delante de las cámaras.
17.- Ron Howard
Se dio a conocer como actor infantil en las décadas de los 60 y 70, especialmente en la televisión. Series como “The Andy Griffith show” o “Happy days” fueron todo un éxito y, aunque hacía pequeños papeles para el cine, como en “American graffiti” de George Lucas o “El último pistolero” de Don Siegel, su interés por la dirección y producción fue creciendo y en los 80 ya se centró en ello. Tras algún capítulo serial o cinta mediocre, dirigió grandes títulos de los 80 como “Un, dos, tres… splash”, “Cocoon” o “Willow”, para consolidarse en los 90 como director para cualquier género y obtener un reconocimiento más firme por parte de crítica y público. Esa década fue el responsable de títulos como “The paper (detrás de la noticia)” o “Apolo 13”, trabajando con grandes nombres de la industria como Tom Cruise, Kurt Russell, Tom Hanks o Mel Gibson. En 2001, con “Una mente maravillosa”, ganó los Oscar a mejor película y director, siendo su mayor éxito profesional. “Cinderella man. El hombre que no se dejó tumbar” o “El desafío: Frost contra Nixon” se intercalaban con productos más mainstream como las adaptaciones de las novelas de Dan Brown y, en la década siguiente volvió a ofrecer productos de calidad como “Rush” o “En el corazón del mar”. Siempre ha estado en la picota por realizar películas muy recordadas por algunos aficionados y otras muy denostadas por la crítica, siendo un director que baila entre las aguas. Sus últimos años destacan más por sus documentales dedicados a The Beatles, Pavarotti o Jim Henson, pero ahí sigue con más de 70 años al pie del cañón.
EL DESAFÍO: FROST CONTRA NIXON (2008)
David Frost era un periodista inglés que hacía un programa insulso en la televisión australiana que recibió la oportunidad de realizar una serie de entrevistas a Richard Nixon 3 años después de su dimisión tras la explosión del Watergate. El primer terció presenta a los protagonistas y sus vidas iniciando la posibilidad de esa entrevista sin ningún apoyo ni convicción. Cuando Nixon lo elige para grabar esas entrevistas sorprende a todo el mundo y Frost llena las pantallas con su optimismo y Nixon con su personalidad. El segundo tercio se centra en las primeras entrevistas con el ex presidente saliendo airoso con su experiencia y labia y el equipo del periodista humillado y negativo por lo que están obteniendo. La última parte es magistral con la preparación y realización de la última charla y Frost atacando y consiguiendo que Nixon se desmorone y confiese lo que todo el mundo sabía. Ron Howard ha dirigido un montón de películas exitosas, pero muy pocas con mano tan firme como aquí, combinando gestos, diálogos y primeros planos tan detallistas como largas conversaciones. Obtuvo 5 nominaciones al Oscar incluyendo película y director y todos los actores que actuaron en ella están a un nivel sobresaliente. Desde Michael Sheen como Frost, Frank Langella como Nixon, Matthew Macfayden, Sam Rockwell, Oliver Platt o Rebecca Hall del lado del periodista, o Kevin Bacon o Toby Jones del bando político. Una muestra del fantástico cine político que surge de vez en cuando.
18.- Tim Robbins
Hijo de músico y actriz, su carrera estaba destinada al arte, en este caso arte dramático. Su carrera empezó en los 80 con pequeños papeles secundarios en televisión y cine. Al acabar la universidad formó el Actor’s Gang junto a su amigo John Cusack y empezó a hacer papeles cada vez más relevantes en el cine. Actuó brevemente en cintas protagonizadas por Demi Moore o Tom Cruise, hasta que en 1988 actuó en “Los bufalos de Durham” con Kevin Costner y su futura esposa Susan Sarandon. Desde entonces empezó a ser tenido en cuenta para papeles protagonistas y, en la siguiente década se afianzó por sus papeles en películas de Robert Altman (“El juego de Hollywood”, “Vidas cruzadas” o “Pret a porter”) o los hermanos Coen (“El gran salto”), pero hay 2 momentos clave para su carrera. La 1ª fue protagonizar junto a Morgan Freeman la película de Frank Darabont “Cadena perpetua”, que generó unas críticas favorables masivas, y por otras su paso a la dirección. Debutó con “Ciudadano Bob Roberts” en 1992 y, con su 2ª película tras la cámara ya obtuvo nominaciones al Oscar a Mejor película y director. Fue espaciando sus actuaciones para centrarse en la dirección, sus compromisos políticos y sociales, siempre apoyando a la izquierda más progresista de Estados Unidos, incluso a la música (grabó un disco con su propia banda e hizo una gira mundial. “Abajo el telón” sería su 3ª película como director, y “Mystic river” de Clint Eastwood le daría un Oscar como mejor actor secundario. Del resto de su carrera destaca su actuación en la película de Isabel Coixet “La vida secreta de las palabras” o de Fernando León de Aranoa “Un día perfecto”. Uno de esos actores que, tanto delante como tras la cámara, ha dejado películas inmortales, aunque su compromiso social es tan evidente como su trabajo.
PENA DE MUERTE (1995)
Adaptación de la novela de la hermana Helen Prejean sobre su trabajo como asistente espiritual de condenados a muerte. Aquí es el propio Tim Robbins el que dirige y adapta el texto, dando el protagonismo absoluta a Susan Sarandon como la monja y a Sean Penn como el presidiario condenado a muerte. En un principio podemos ver la lucha de la religiosa contra sus creencia, contra los frentes sociales que le rodean, las familias destrozadas, los trabajadores de la prisión o el propio Matthew Poncelet, pero simplemente muestra la crudeza y crueldad de la muerte y la venganza, la lucha entre la vida y la muerte. La película obtuvo 4 nominaciones al Oscar, ganando Susan Sarandon el de mejor actriz, quedando una muestra indiscutible del paso de Robbins a la dirección y sus opiniones políticas. Tan dura como real, tan cruda como actual, tan viva como agonizada.
19.- Barbra Streisand
Una de las estrellas multifuncionales idolatradas en Estados Unidos, que ha triunfado en la música, el cine, el teatro, la dirección, ganando el Oscar, el Emmy, el Tony y el Grammy por sus diversas facetas. Especialmente icónica en el mundo de la música, pasó al cine en 1968 con los musicales “Funny Girl” y “Hello Dolly!”. En los 70 protagonizó grandes éxitos como “¿Qué me pasa, doctor?”, “Tal como éramos” o una nueva versión de “Ha nacido una estrella” junto a Kris Kristofferson. En los 80 debuta como directora en “Yentl”, recibiendo 5 nominaciones al Oscar. Su 2ª película como directora ya sería en los 90, un drama romántico apasionante llamado “El príncipe de las mareas” que obtuvo 7 nominaciones más, y su última aportación tras la cámara sería en 1996 con Jeff Bridges en “El amor tiene dos caras” logrando 2 nominaciones al Oscar. Su carrera cinematográfica se ha limitado desde entonces a algunas pocas interpretaciones y participaciones en documentales al centrar su carrera en la música pero es, sin lugar a dudas, uno de los iconos más admirados en su país natal y en el mundo.
EL PRÍNCIPE DE LAS MAREAS (1991)
Tom (Nick Nolte) es un profesor de lengua y entrenador de futbol americano en paro, con 3 hijas, crisis matrimonial y un trauma familiar. Su madre aparece en casa diciendo que debe ir a Nueva York porque su hermana ha vuelto a intentar suicidarse y debe tratar con la psiquiatra que la lleva y estar allí para cuando pueda verla y ayudarla. Sus raíces sureñas chocan con la Gran Manzana y el trato diario con Susan Lowenstein (Barbra Streisand), la psiquiatra judía que lleva a su hermana, hace que vayamos conociendo su propia historia, su pasado y su presente. Susan pasa su propia crisis matrimonial y Tom ayuda a su hijo Bernard entrenándolo y consiguiendo su amistad. Las crisis en las casa de cada uno y el acercamiento entre Tom y Susan hacen que vivan su propia historia de amor, convirtiendo un drama romántico cualquiera en una historia que enfatiza cada uno de los puntales dramáticos, familiar, personal y profesional, lo suficiente para no caer en el típico edulcoramiento cargante de este tipo de cuentos morales. La cinta obtuvo 7 nominaciones al Oscar, incluyendo a Mejor película, actor y actriz, en esta fantástica adaptación de la novela de Pat Conroy.
20.- Charles Laughton
Vamos a acabar esta selección con un caso especial. Charles Laughton es mundialmente conocido por sus interpretaciones en caracteres tan diversos, por sus premios, por estar en todas las listas de los mejores actores de todos los tiempos, pero 1 vez, tan solo 1 vez, se puso tras la cámara para dirigir un película que se ha convertido en una obra maestra con el paso del tiempo, con multitud de escenas y detalles recordados. Su vida iba encaminada para hacerse cargo del negocio familiar, un hotel en la costa norte de Inglaterra, pero su insistencia y atracción por la actuación convenció a sus padres para inscribirlo en el RADA de Londres tras combatir en la IGM. Comenzó a destacar en el teatro y hacer pequeños papeles en cortometrajes y películas poco importantes. La década de los 30 lo llevó a Hollywood firmando un contrato con la Paramount. Al poco volvió a Londres y su unión con Alexander Korda le dio un Oscar por “La vida privada de Enrique VIII” y empezó a combinar las llamadas de Hollywood con el teatro inglés. En el cine podemos destacar “Rebelión a bordo” de Frank Lloyd, “La posada de Jamaica” de Alfred Hitchcock, “Esmeralda, la zíngara” de William Dieterle o protagonizar alguna de las obras maestras de los años 40 y 50 como “Esta tierra es mía” de Jean Renoir, “El sospechoso” de Robert Siodmak, “El proceso Paradine” de Alfred Hitchcock, “El déspota” de David Lean, “Testigo de cargo” de Billy Wilder o “Espartaco” de Stanley Kubrick, ganando 1 Oscar y siendo nominado 2 veces más, combinando siempre el cine con el teatro. A su muerte en 1962 ya se había nacionalizado norteamericano y había dejado su nombre y figura entre los más destacados actores de la historia, dejando viuda a su esposa, la también actriz Elsa Lanchester.
LA NOCHE DEL CAZADOR (1955)
Ben Harper y Harry Powell coinciden en la cárcel, pero Ben está sentenciado a muerte y en la celda sueña en voz alta haciendo partícipe a Harry del secreto del dinero escondido con sus hijos. Al salir de prisión, Harry va en su busca haciéndose pasar por predicador y se casa con Willa, la viuda de Ben, para sonsacar a los niños dónde está el dinero. La lucha constante de los niños por mantener el secreto u obedecer a sus mayores, la pelea de Willa por someterse a su nuevo marido, la disputa de Harry por esconder sus intenciones bajo el mandato de Dios, la eterna contienda entre el bien y el mal que Harry lleva tatuados en sus puños, todo viene representado por un b/n tremendista, un claroscuro tenebroso y unos primeros planos que ponen en tensión al espectador. La única entrega de Laughton como director fue adaptando esta novela de Davis Grubb con un reparto de primer nivel, con Robert Mitchum, Shelley Winter o Lillian Gish y un grupo de niños que representan la constante guerra entre el amor y el odio.
Dejo a un montón de actores que han desarrollado también una carrera tras la cámara, siendo alguno de ellos responsables de productos realmente buenos pero, como siempre, es cuestión de elegir y me limitaré a nombrar a gente como Paul Newman, Robert De Niro, Gene Kelly, Sean Penn, Jodie Foster, Edward Burns o Tommy Lee Jones del bando norteamericano o Fernando Fernán Gómez, Raúl Arévalo, Antonio Banderas, Daniel Brühl o Icíar Bollaín del lado nacional, quedando un montón de nombres más en la recámara.
Algunos como John Huston, Vittorio De Sica o Sydney Pollack han actuado en varias películas, pero su trabajo como director ha primado por encima de todo. Espero que lo hayas disfrutado y sepas perdonar mis elecciones y las posibles faltas de criterio. Como siempre, gracias por leer.
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