Con dos años de inexplicable retraso llega esta película a las salas españolas. Además lo hace con un título estúpido que spoilea la trama, ya que Southpaw se podría haber traducido fácilmente como zurdo. Bueno, olvidemos estas chapuzas de los distribuidores y pensemos que nunca es tarde si la dicha es buena. Películas sobre el mundo del boxeo hemos visto muchas, demasiadas quizás. Siempre es agradable encontrarse con una película que sin apartarse las constantes de este género ofrezca algo nuevo o muestre lo de siempre bajo un prisma distinto. No es que Redención haga ninguna de las dos cosas, pero funciona. Vaya si funciona.
Redención es, como ya anuncia su pésimo título en castellano, la enésima historia de auge, caída y redención de un boxeador. Nada nuevo sobre la lona. Tenemos piques entre boxeadores, los flashes de la prensa, los agentes chupa sangre, revanchas, etc. Lo que hace digna de mención a esta película es la soberbia interpretación de Jake Gyllenhaal, todo un actor en estado de gracia. Su personaje ha requerido un enorme trabajo tanto físico como emocional. Gyllenhaal levanta la película y consigue que nos olvidemos que es más de lo mismo. Su personaje es un boxeador que no sabe hacer nada más en la vida. Su furia ha sido su medio de vida y le ha llevado al éxito, es amado por las masas pero es un ídolo con los pies de barro. La vida le enseñará que debe madurar y empezar a controlarse. Me gustó mucho como Gyllenhaal plasma la evolución psicológica del personaje. También Rachel McAdams está francamente bien. Juntos forman una pareja que es el motor del film y la separa de la mediocridad. Por su parte, Forest Whitaker tiene un personaje algo más estereotipado, el típico entrenador algo peculiar, y el rapero 50 Cent está correcto. Otra que me sorprendió fue la joven Oona Laurence, creo que volveremos a oír hablar de ella.
Redención se podría definir fácilmente como un Rocky moderno ambientado con canciones de rap. La dirección de Antoine Fuqua es acertada. Este tipo no me suele gustar nada, pero aquí su estilo nervioso y televisivo se adapta como un guante a la historia. Al igual que me pasó con Warrior, pasé un rato muy entretenido viendo esta película, incluso me emocioné y me puse de pie en algunos momentos. Es puro cine de boxeo hecho para entretener y que además aporta un poquito más gracias al gran trabajo actoral. No debemos pedirle más. A mí me gustó más que todas esas innecesarias secuelas de Rocky que Stallone se está sacando de la manga en los últimos tiempos, ninguna de ellas me ha hecho vibrar tanto como Redención.
Lo dicho, Redención no va más allá de otras películas sobre el mundo del boxeo pero conseguirá hacer pasar un muy buen rato a los aficionados a este género gracias al titánico trabajo de ese excelente actor llamado Jake Gyllenhaal.
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