Alexandre Aja es uno de los mayores estandartes del “nuevo extremismo francés”, movimiento cinematográfico que elevó el terror a una nueva categoría con historias truculentas, con exceso de hemoglobina, pero con guiones y puestas en escena alambicadas. Todo con su segundo filme “Alta tensión” que precedería a títulos como “Martyrs” o “A l’ interieur”. De allí su paso a Hollywood donde ha conseguido un prestigio importante dentro del horror moderno con los “remakes” de “Las colinas tienen ojos”, “Piraña” o “Reflejos” hasta sus últimas producciones “Infierno bajo el agua” y “Oxígeno” del 2021. Así que tres años llevábamos sin saber nada de él.
Ahora regresa con esta producción donde el cine de género se une a la problemática social, en el campo de la salud mental, para narrarnos bajo la pluma de Kevin Coughlin las vicisitudes de una madre con sus dos hijos menores de edad que viven aislados en mitad de un bosque pudiendo salir de su casa atados por una cuerda porque entre los árboles vive el mal y si se sueltan les espera una diabólica posesión. De ahí su título de “Nunca te sueltes”.
La propuesta nos ofrece dos posibilidades: o bien es cierto lo que se nos propone o bien es un delirio de la madre. Una especie de síndrome de Münchausen por poderes, una de las patologías mentales más perniciosas pues se lástima a quien se desea cuidar. De nuevo, Aja nos ofrece bajo una perspectiva de cine de género algo de mayor empaque.
Su trabajo posee una puesta en escena intimista que recuerda a las de M. Night Shyamalan al ambientar su historia en un lugar cerrado con nula conexión con el exterior como sucedía en “El bosque”, “La visita” o la reciente “Llaman a la puerta”, entre otras, junto a cierta temática de “El sexto sentido” o “Los otros”. No es la única referencia pues podemos observar ciertas similitudes con algunos clásicos contemporáneos como “Babadook”, si bien es verdad que se acerca más al “thriller” que al terror.
Puesta en escena solvente la de Aja aunque quizás no tan exuberante en planos y ritmo que en otras de sus producciones anteriores pero con el añadido de contar con una estrella como Halle Berry que compone un gran papel de madre coraje, demacrada y con nulo maquillaje. Encabeza un reparto donde destacan también los dos menores, y eso es toda una sorpresa, Percy Daggs IV y Anthony B. Jenkins.
“Nunca te sueltes” con todas sus limitaciones tiene puntos de interés y si se rasca en la superficie ofrece mucho más de lo que se puede suponer. No es el ejercicio más vistoso ni lo mejor de Aja (aquí mucho más académico en a realización) pero siempre es sinónimo de calidad en el irregular panorama del cine de terror de este siglo.
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