Comenzábamos esta segunda jornada visitando algunos de los monumentos esenciales del románico zamorano y, como es natural, probando algunas de sus exquisiteces gastronómicas como la grandiosa tortilla de callos para entrar con el estómago lleno ante una segunda jornada que prometía. Sobre el tema gastronómico advertir la extraordinaria idea de ofrecer junto al resto de servicios de restauración uno dedicado a los productos zamoranos con el añadido de servir un vino de toro con cada plato o bocadillo (de ternera alistana o lechazo).
Una de las cosas por la que es destacado el Z Live es por dar las primeras medias horas de cada día a formaciones emergentes del panorama patrio. En este caso los afortunados de poder presentarse en un festival tan señero como éste fueron los valencianos Dawn of Extiction, con una propuesta bastante dura uniendo metalcore y thrash que gustó a los presentes que iban llegando al recinto. Continuaron Against myself y su metal sinfónico bien conducido por su vocalista Elisabeth Amodeo, a la que hemos podido ver cantando con los gaditanos Saurom en su última gira y finalizando Rise to fall, a los que habíamos conocido en una edición pasada del Palacio Metal Fest y que funcionan a la perfección en directo con un estilo en la línea del death metal melódico escandinavo que en esta edición de Z llevaba como exponente a The Halo Effect en su clausura.
Algo más de tiempo (cuarenta y cinco minutos) tuvieron los suecos Twilight forcé. Power metal estilo sinfónico (perfectamente ataviados al estilo de las novelas de Tolkien o mundos de fantasía) que servía de perfecto complemento a Hammerfall ,que iban a tocar más tarde, aunque su “show” nos recordaba a los Rhapsody, cuando Turilli y Lione llegaron este estilo a elevadas cotas. Un estilo que nada tiene que ver con la contundencia deathmetalera de los estadounidenses The Black Dalia Murder, uno de los “platos fuertes” para los degustadores de sonidos extremos. Había interés en saber cómo han evolucionado tras el más que posible suicidio de su anterior vocalista Trevor Strnad y la llegada de Brian Eschbach. En su hora de actuación demostraron seguir siendo un referente en su género con temas como “Verminous”, “What a horrible night to have a curse”, “Miasma”, “I will return” o “Deathmask divine”. Nadie de los amantes del death supongo que saldría desencantado con la evolución en escena de los americanos.
El alto nivel en música extrema continuaba con Insomnium donde los nórdicos siguen la presentación de su álbum conceptual “Anno 1696”, un arte que no repetían desde aquel inmortal “Winter´s gate”. Nos ofrecieron buena parte del disco como “1696”, “Lilian”, “Song of the dusk», «The”rapids” o “White christ” junto a muescas de su ya dilatado pasado como “Ephemeral”, “While we sleep2 o su final con “”Heart like a grave”.
Y tras tanta contundencia nada mejor que relajar los oídos con Leprous. Y es que los noruegos, capitaneados por Einar Solberg son toda una institución si hablamos de metal progresivo. Técnica, virtuosimo y unos temas tan hipnóticos como “Have you ever?”, “Out of there”, “The Price” o “The sky is red” que dotan a todo el conjunto de una atmósfera envolvente. De lo mejor del día.
Y ante una apuesta novedosa, otra de un enorme clasicismo como es Hammerfall, referente del power metal sueco. Una formación la actual que lleva una década sin cambios en la formación pero que sigue marcada por las evoluciones de su guitarra Oscar Dronjak y la voz de Joacim Cans. Da igual que presenten su nuevo disco “Avenge the fallen” (del que interpretaron “Hail to the King” y “The end justifies”) pues su sonido es el de siempre, el que su público espera. Más cuando tocan épicas melodías como las de “Brotherhood” o “Hearts of fire”.
Y como estrella del segundo día, toda una institución en el thrash metal europeo como es Kreator, con la siempre épica que transmite su líder Mille Petrozza. Los alemanes son una “apisonadora” en vivo y a lo ofrecido en su último Lp “Hate über alles” destilan una agresividad brutal en cada clásico como “Phobia”, “Satan is real”, “Hordes of chaos”, “Terrible certaintly”, “Violent revolution” o “Pleasure to kill”. Una banda que he visto en multitud de escenarios, salas y festivales pero que cuando se les da un lugar de honor en el ”line up” no decepcionan jamás.
Siguiendo la estela de brutalidad, el hardcore de los también germanos Annisokay mantuvo la misma línea de los anteriores. Metal bien ejecutado pero que nos dejó para el arrastre por lo que no pudimos disfrutar de Vhaldemar como se mercen los vascos.
Texto y fotografías: José Luis y Sergio Díez
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