Después de convencer a la audiencia con el especial de la NBC (68 Comeback Special), Elvis Presley consolidó su posición con este LP: El Rey seguía en pie. Hasta entonces, ninguna canción suya había llegado al Top 10 en los últimos cinco años, mientras seguía haciendo películas que nadie quería ver. En From Elvis in Memphis, Eduardo Izquierdo muestra a un Elvis dispuesto a volver a reinar, tomando decisiones y derrochando talento en la interpretación. El de Tupelo se mostró exultante en las jornadas de grabación en los American Sound Studio.
Así, el autor, desmenuza la gestión y grabación del legendario LP. Recorre los entresijos, sin caer en la repetición de la historia ya conocida y manida sobre la carrera de El Rey, y, aunque, de muestren detalles técnicos, el texto intenta enfocarse en la parte emocional. Esto último lo consigue descargando la densidad de algunas partes, como mostrar los músicos de la grabación, hecho a agradecer, con pequeñas interacciones con el lector. En especial, aquellas para los lectores menos entendidos en Elvis.
Uno deduce que lo que hace distinto a este trabajo es que El Rey del Rock estuvo involucrado de la misma manera que los músicos en la elección del repertorio o en la composición de unos arreglos atemporales. Todo ellos sin ser conscientes, los allí presentes, de estar rubricando una obra maestra, además de nutrir otros trabajos futuros. Es este salirse de su círculo, léase trabajar lejos de la sombra del Coronel, en ejemplos patrios encontramos a Sabina cuando se puso en manos de Alejo Stivel, lo que hace florecer lo mejor del intérprete: Tomar las riendas y su madurez musical.
Si bien, como se ha mencionado, un detalle a agradecer es las aclaraciones de términos más técnicos, no todo lector tiene que estar familiarizado con ellos, así como los nombres de músicos, colaboradores, etc. El libro cojea ante la falta de material visual que acompañe parte del análisis. Por ejemplo, la explicación de la portada y el primer sencillo, detallando y argumentando desde la vestimenta, a la luz o la guitarra, se ve falto de una imagen, de apoyo visual.
Por otro lado, el lector pudiera echar en falta un desarrollo de la situación social, para establecer un contexto, que queda algo cojo para quienes no han indagado en los acontecimientos estadounidense de la época. Frases como «La cultura negra infectará a los blancos», hubiesen necesitado de alguna pincelada para entender un miedo que existía en el r’n’r.
Cómo punto fuerte, hacia el final, está el recate de los descartes grabados en aquellas sesiones: «Suspicious Minds» o «Kentucky Rain», dando empaque al análisis del LP, también con todo lo acontecido más allá del material publicado.
Como indica uno de los recortes recopilados al final del título: «La América trastornada por la guerra y el asesinato reclamaba la vuelta de Elvis en tanto que icono del rock: las sesiones de Memphis restablecieron su relevancia una vez más » (VVAA. 1001 discos que hay que escuchar antes de morir).




















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