Las adaptaciones al cine de las novelas de Stephen King han tenido de todo: desde genialidades y algunas obras maestras hasta filmes más mediocres o productos de derribo de escaso presupuesto. Sin embargo, sus historias suelen generar interés desde su planteamiento, fruto de esa conexión que tiene King con el público, ofreciendo lo que éste demanda.

“La larga marcha” es otro ejemplo. Una distopía donde tras una guerra que ha dejado devastada y en crisis económica a la nación, los Estados Unidos ponen en vigor un juego que consiste en reclutar a cincuenta participantes que deben caminar a una velocidad determinada y sin pararse. Los que no pueden seguir mueren y el único ganador se lleva riquezas y ser convertido en héroe.
Un argumento que una vez desvelado es complicado de mantener visualmente, por lo que “La larga marcha” no había sido llevada al cine con anterioridad, por esa complejidad de trasladar el libro a la gran pantalla. Pero su guionista JT Mollner tiene la brillante idea de dotar de profundidad a sus personajes y así el espectador puede empatizar con los ellos y su analogía con regímenes poco edificantes funciona mejor. Es cierto, que en más de un momento tiene obvios “bajones” pero han conseguido algo complicado con esta adaptación tan compleja.
Ayuda que tras las cámaras esté Francis Lawrence que no en vano ha dirigido la mayoría de las películas de “Los juegos del hambre” (sólo falló en la primera), largometraje con el que hay un claro paralelismo. No es el único pues otro relato de Stephen King como “Perseguido” también aparecería en esta lista o la extraordinaria “Danzad, danzad malditos” de Sydney Pollack.
Lawrence nos ofrece un futuro pesimista dominado por teorías individualistas y por el ejército que impone sus ideas con fuerte autoridad, propia de los Estados autocráticos. Ante ello, estos jóvenes que caminan sin destino hacia su propia muerte ejemplifican la servidumbre voluntaria, la falta de ambición de las sociedades actuales que les animan a su propio fracaso para mantener sus privilegios.
Una analogía que funciona y que además está bien ambientada, con esos paisajes rurales sin apenas personas que representan lo bello unido a lo desolador y macabro (en ello tiene que ver la fotografía del belga Jo Willems, quien también trabajó en “Los juegos del hambre”) y unos actores donde el único nombre conocido es el villano Mark Hamill pero donde hay que destacar a Cooper Hoffman y David Jonsson como una más que eficaz pareja protagonista.
Un título este “La larga marcha” que se suma a notables producciones, basadas en Stephen King como “Carrie”, “El resplandor”, “Cadena perpetua” o “Misery”. Quizás no a la altura de ellas pero en buena línea.




















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