Rara-loca, tía.
Escucha.
No significas absolutamente nada para mí, oye,
escucha.
Durante el día, durante la noche,
exprésalo bien, dilo todo.
O lo tienes o no.
O aguantas en pie, o caes.
Cuando tu voluntad se rompe,
cuando se te escurre de las manos,
cuando no está el horno para bollos,
hay un punto débil en ese plan.
Oh, no significas nada para mí (escucha, oh-oh, oye)
No, no me importas lo más mínimo (escucha, oh-oh, oye)
pero tú tienes lo que hace falta para liberarme (escucha, oh-oh, oye)
Oh, podrías serlo todo para mí.
No puedo decir (decir) que no lo estoy (no)
como perdida (perdida) y con cargo de conciencia (culpable)
No puedo decir (decir) que no amo (no)
la luz (luz) y la oscuridad.
No puedo decir que no (no)
Sabes que sigo viva
y me encanta lo que siento (siento)
Podría mostrártelo (mostrártelo) esta noche, a ti esta noche.
Oh, no significas nada para mí (escucha, oh-oh, oye)
No, no me importas lo más mínimo (escucha, oh-oh, oye)
pero tú tienes lo que hace falta para liberarme (escucha, oh-oh, oye)
Oh, podrías serlo todo para mí.
De mis manos, podría entregarte algo que yo misma hice.
De mi boca, podría contarte otro ladrillo que puse.
Desde mi cuerpo (desde mi cuerpo) podría mostrarte (podría mostrarte)
un lugar (un lugar) que Dios conoce (que sólo Dios conoce)
Ten en cuenta que este lugar es sagrado (oh-oh-oh-oh)
¿De verdad te quieres ir? (dos, tres, cuatro)
Escucha, oye, oye,
no significas nada para mí.
Escucha, oye,
No significas nada para mí cuando pienso en otra cosa.
Escucha, oye, oye,
no eres nada para mí.
Escucha, oye,
No eres nada para mí cuando tengo otra cosa en la cabeza.
0 comentarios