Por estos extraños caprichos de la distribución, nos llega este filme estrenado el pasado 2024 y que intenta rendir tributo al gran éxito de la Troma, y uno de los mayores de la Serie Z, como es “El vengador Tóxico”.

Una productora que consiguió sus principales réditos en las décadas de los setenta y ochenta con títulos míticos en el terror y el gore como “Sardu”, “Los surfistas nazis deben morir”, “El día de la madre” o “El monstruo del armario” aunque sus dos personajes más recordados serán los creados, y dirigidos por Michael Herz y Lloyd Kaufman como son “El Sargento Kabukiman” y, sobre todo, Toxie, protagonista de “El Vengador Tóxico”. Historia sencilla donde un joven e inocente limpiador de un gimnasio sufre un accidente con productos químicos por culpa de un grupo de descerebradas personas, tan guapas y fuertes como abusonas. Convertido en un superhéroe deforme cobrará justa venganza de los que le hicieron la vida imposible y le dejaron en ese estado.
Ahora sólo con Kaufman en las labores de producción, llega esta nueva adaptación con más presupuesto y un reparto encabezado por Peter Dinklage, Jacob Tremblay, Elijah Wood y Kevin Bacon pero sin dejar un solo instante su aura de “explotation”, de ese cine simpático y casposo que durante años abanderó la Troma.
Efectos especiales correctos pero sin alardes, basados en el CGI, dirección sin riesgo la de Macon Blair que en su guion sí realiza algunas variaciones, aunque sin romper el espíritu de cine de venganza, al trasladar la acción del gimnasio a una empresa química, a los abusones por empresarios y sicarios mafiosos y a la mítica ciudad de Tromaville por la Nueva ST. Roma. Cambios que no producen sonrojo y que en el lado positivo nos permite ver mejores intérpretes y en el negativo pierde el carácter más cómico y adolescente, con la dupla de sexo y asesinatos.
Crímenes que, sorprendentemente, no son tan gore como podrían haber realizado con más dinero pues no existe ninguna escena tan brutal como la escena original en la cafetería o en la sauna que sí homenajeaba a la perfección Damien Leone en su salvaje “Terrifier”, todo un canto a los míticos psicópatas surgidos en la década de los ochenta.
Un título que entretendrá más a los amantes de subproductos tipo “Zombies nazis”, “Mad Heidi” o cosas del mismo tenor (a fin de cuentas eso era la Troma en sus mejores tiempos) que a los del “Vengador Tóxico” original que sin ser ni siquiera una buena película, sí encontró su lugar en el imaginario colectivo pues además de este “remake” rodado casi cuarenta años después, tiene dos secuelas y hasta un musical.




















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