“Dos tumbas” es el paso de Kike Maillo al “thriller”, tras la ciencia ficción de “Eva” que le permitió acometer diferentes obras con el gigante Netflix como “Toro” o la anterior “Disco, Ibiza, Locomía”. De nuevo, con la plataforma de “streaming” presenta esta miniserie.

En el aspecto positivo, “Dos tumbas” se reduce a tres episodios, por lo que en menos de dos horas y media se puede ver en su integridad. De hecho, podía haberse rodado en formato película pero por esas circunstancias de la actualidad, lo que en pantalla grande resulta excesivo para el espectador en formato televisivo crea cierta adicción para poderla completar seguida. Además tiene una correcta factura visual, filmando en la malagueña Frigiliana y en el almeriense Cabo de Gata. Dos estupendas y costeras localizaciones y sus protagonistas funcionan, con una brillante Kiti Manver y un soberbio Álvaro Morte, con un maravilloso y nada forzado acento andaluz. Junto a ellos, un actor al alza como Salva Reina como nombres más reconocibles del acertado reparto.
Eso sí, quien espere grandes sorpresas acabará decepcionado pues la serie no ofrece nada nuevo dentro del misterio. Una historia donde unas jóvenes mueren en circunstancias desconocidas y donde los familiares intentan resolver qué paso. La novedad es que una de ellas es la abuela de una de las jóvenes y el otro un delincuente, padre de la otra.
Todo filmado con corrección, con un guion irregular donde los giros argumentales funcionan en algunas ocasiones, en unas mejor, otras peor y con algunas soluciones inverosímiles pero que mantiene el ritmo aunque a pesar de su corta duración, en algunos momentos parece una trama alargada, con situaciones que se repiten. Algo que parece confirmar que quizás no hubiese sido mala idea filmarla en formato largometraje aunque sepamos que en la actualidad el auge de los seriales supera, incluso, la propuesta cinematográfica.
Aun con sus defectos, “Dos tumbas” es un producto entretenido y que no carece de interés, donde Kike Maillo demuestra su pericia como cineasta. Es cierto que la historia no ofrece nada nuevo y por su planteamiento donde unas poco más que adolescentes desaparecen tras una fiestas locales, hallándose muertas tiempo después recuerdan algunos casos de la “historia negra” española como los de Rocío Wanninkoff (que sucedió también en la provincia de Málaga), el de Sonia Carabantes o más cercano el de Diana Quer. Horribles asesinatos que superan la ficción que nos propone “Dos tumbas”.




















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