El recuerdo de la pandemia, gracias a esa capacidad del ser humano de sobreponerse y seguir adelante, casi se antoja lejana en el tiempo. De ese pasado virulento de noticias continuas y confinamiento, ahora salen historias a partir de lo vivido. Ephemera es un buen ejemplo. La unión de un colectivo diverso entre los que se encontraban músicos, diseñadores o tatuadores que dieron rienda suelta a su capacidad de creación y una vez “vuelta la realidad “ comenzaron a explorar y exponer su arte en forma de canciones mediante una serie de e.p.’s., que culmina ahora con el lanzamiento de “For those afraid to die!”, en el que los engranajes giran hacia terrenos más agresivos en su música.
Cuatro canciones en las que el hardcore y el metalcore se desenvuelven a través de un constante arrebato violento por parte de las voces mientras musicalmente cuadran momentos más pesados sin dejar escapar destellos melódicos. Sobresale el trabajo de la batería de Chris Jenkinson, comandando el empuje continuo, un bucle de ritmos milimetrados que son bombardeados por la guitarra de Cris Baker. “Origin” abre este trabajo, con la desgarrada garganta de Mason Preece. “For those afraid to die” suena dispuesta a no hacer prisioneros, agresiva, directa, como una ametralladora que recarga una y otra vez su letal melodía. En “Heaven” nos topamos con unas líneas más melódicas dibujadas por la guitarra que luce porvencima de la contundencia de la batería y los furiosos versos que escupen las gargantas de Preece y Jesse Leach (Killwitch Engage). Cierra el e.p. “House fire” con rapeos incluidos como contrapunto al sentido metálico que desprende las canción, de nuevo las cartas boca arriba para mostrar a las claras, sin trampas ni cartón, la jugada de Ephemera.
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