Las fiestas que organiza Rock Action Sur en la Sala Milwaukee van camino de convertirse en épicas en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María pues junto a los grupos contratados se suma el excelente ambiente generado entre concierto y concierto. Un ejemplo de ello es la que pudimos disfrutar el sábado 25 de enero con un triple cartel que, visto la energía y disfrute del público, encantó a los asistentes. A ello contribuye la disposición de un lugar tan especial como la Milwaukee (uno de los locales de conciertos más bonitos y mágicos de España) que separaba en dos atmósferas diferentes el evento: el interior con un tipo de música y más bailable en el patio interior a ritmo de Dj’s.

En cuanto a las bandas, una local, otra de una provincia cercana y la última internacional. Un atractivo cartel que consiguió que desde su apertura a las 17.30, la sala presentase un excelente aspecto, más cuando comenzaron los directos resultando, incluso, complicado conseguir un buen lugar para poder ver a las diferentes formaciones que sonaron todas de forma excelente, así que un punto a favor para el técnico de sonido pues el envite no resultaba sencillo.

Un ejemplo fue SecoSecoSeco, dúo conformado por los hermanos Rejano: Daniel a la batería y Sergio al sintetizador y la voz. Música electrónica y extraña que en sus cuarenta y cinco minutos dejaron buenas sensaciones a los presentes desde su inicio con “Cohete chino sin control” hasta el final con su single “Fugu” (todavía hoy resuena en nuestras cabezas la estrofa de “-Pez globo espía/ Fugu, Fugu, Fugu/ Fugu espía noche y día-“) donde acabaron lanzando serpentinas y globos en homenaje al tóxico pez. Su repertorio consistió en los diez cortes de su primer álbum más los añadidos de “Constantinopla” y “Yucatán”. Sonido muy experimental con todo tipo de sampleados y efectos (comenzando por la voz) y una puesta en escena enérgica y curiosa. Proyecto inclasificable el de los hermanos Rejano, más incluso que su anterior trío Little Cobras con su sonido “garagero” que carecía de bajo.

Tras los portuenses, con la espera escuchando música y bebiendo cervezas en los dos diferentes ambientes, llegaban Ramona desde Sevilla. Trío formado por Darío García como voz y guitarra, Daniel Gómez al bajo y Rosa Ponce a la batería. Rock and Roll sesentero, con ecos a los Beach Boys. Melodías simples, directas y bailables donde alternan el inglés con el español. Buenos coros los de Gómez y Ponce (a la que vimos más tarde subir a tocar la pandereta en un tema de los E.T. Explore me) en un corto repertorio de treinta minutos pero que al ser la mayoría de los temas de menos de dos minutos, tocaron catorce cortes, desde el inicial “Ramona” y buena parte de su disco “Una banda de la provincia de Sevilla” como “So fun”, “Rebeca”, “Girl” o “Lorraine”.

Y sobre las nueve de la noche podíamos disfrutar del cabeza de cartel, los holandeses E.T. Explore Me, inclasificable trío donde la psicodelia y la electrónica son la base pero que alternan con punk, country, “garage” e, incluso, un punto de stoner. Todo porque alternan el sintetizador con la guitarra, una Washburn que cuando suena nos conduce al psychobilly (esa fusión del country con el punk) y a los sonidos desérticos. Además derrochan actitud y aptitud tanto Jeroen Blijleve con su bajo, Jeroen Kruljs a la batería y Joost Varkevisser a la voz (cubierta bajo una buena capa de efectos), guitarra y sintetizador. Nos comentaron que su profesionalidad es increíble pues su prueba de sonido finalizó con sólo dos canciones.

En su “set list”, predominio de su último disco “Drug me”, finalizando su actuación con el corte homónimo, y diversiones como “Boots”, “Punch”, “Imperia” o “Ark” que enfervorizaron a un público que no paraba de botar, bailar o empujarse. Una experiencia de una hora brutal, acompañado por un desatado Varkevisser que acababa invitando a gente al escenario a acompañarles con la percusión, tocando las seis cuerdas encima de una mesa en medio de la sala o el sintetizador con el pie. Tanto gustaron que ante la ovación decidieron tocar un bis (creímos entender que de su anterior grupo De Kliko´s) para ofrecernos un desenlace inesperado con una larga improvisación que llevó, de nuevo, a su vocalista a transportar el sintetizador a mitad de la Milwaukee con el público tocando las teclas y ayudándole a subir a la misma mesa para apoyado en la pared continuar tocando con el órgano en volandas. De locos. Un colofón brutal a una de las actuaciones más enérgicas que vamos a vivir este año (y eso que estamos en enero).

by: Jose Luis Diez

by: Jose Luis Diez

Cinéfilo y cinéfago, lector voraz, amante del rock y la ópera y ensayista y documentalista con escaso éxito que intenta exorcizar sus demonios interiores en su blog personal el curioso observador

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