Este año he sido poco prolífico a la hora de escribir y también a la hora de escuchar novedades musicales. He estado inmerso en un montón de música, pero más bien de años pasados. Por lo que realmente me centraré en hacer una lista de discos que realmente he escuchado, oído y puesto más de tres veces.
Nada de discos que se ponen rápidamente y se van a la carpeta de los despachados, o aquel que uno oye una vez y lo guarda en la estantería para olvidarse de él.
Me faltan el directo de Jason Isbell, Steve Forbert, Alejandro Escovedo, Amy Helm, el directo de Bill Callahan, el de Dirty Three, un montón de Jazz, de blues por escuchar. Y es que oír detenidamente con los dos oídos sin nada que me distraiga del disfrute de escucharlos es cada vez más difícil. Los discos, ahora mayormente, tienen una escucha de vida.
Mejores discos de 2024
Nick Cave – Wild God
Un disco que gana con cada escucha, posiblemente su disco más completo desde Push the Sky Away. Nada nuevo que descubrir, es el Cave de los estadios y adulado por sus nuevos admiradores que le descubrieron por Peaky Blinders y por las tragedias que marcaron su vida. Su vida y su visión de mundo. Pero sigue siendo Nick Cave y este, un buen disco.
Tindersticks – Soft Tissue
Otros que sin realmente aportar nada nuevo, siguen su trayectoria con discos de calidad. Lejos de Curtains o de su época de gloria, Stuart sigue reconfortando con su voz y llenando el espacio de melancolía hipnoticamente bucólica.
Lakecia Benjamin – Phoenix Reimagined
El año pasado Phoenix me encantó, este año con la revisión de su Phoenix, me confirma que es la chica del momento en el jazz. Se ha paseado a lo largo y ancho de nuestro país ofreciendo conciertos que no hacen más que reafirmar su talento tanto sobre las tablas como en disco. Puristas del jazz abstenerse.
Kamasi Washington – Fearless Movement
De Kamasi me gusta lo que justamente molesta a muchos. Sus excesos musicales, discos largos donde no inventa nada, en los que sabe escoger de los maestros la esencia llevándola a su territorio. Un jazz espiritual, moderno con tintes psicodélicos. Junto a su ópera prima Epic, su mejor disco, a mi gusto.
Meshell Ndegeocello – Red Hot & Ra | The Magic City
Adoro a Sun Ra en todas sus vertientes, por lo que un disco como este de la mano de la talentosa Meshell no podía disgustarme. Ndegeocello, ahondando en el repertorio de Sun Ra pero con composiciones completamente nuevas, que se basan en la esencia de Ra y al mismo tiempo le infunden música y sonidos originales de su propia creación.
John Lurie – Painting with John (Music from the Original TV Series)
Una alegría volver a ver a John Lurie en la serie de HBO, nada mejor que escuchar esta banda sonora ecléctica, confeccionada por el ex Lounge Lizard que se acompaña por los ex Lounge Lizards: Steven Bernstein a la trompeta, el fallecido Curtis Fowlkes al trombón, Doug Wieselman a la guitarra, Michael Blake al saxo tenor y Calvin Weston a la batería, así como al violonchelista. Jane Scarpantoni y el trombonista Clark Gayton, entre otros. La música como el mismo Lurie la denomina fake jazz, un compendio de improvisación, pureza y jeroglíficos musicales no aptos para amantes de las radio fórmulas.
The Messthetics & James Brandon Lewis – The Messthetics and James Brandon Lewis
Joe Lally al bajo y Brendan Canty a la batería, son dos miembros de la mítica banda Fugazi que se unen al saxofonista James Brandon Lewis y al guitarrista Anthony Pirog consiguiendo una música con muchísima fuerza que por momentos recuerda a Morphine, John Zorn y otros guerreros de sonidos eclécticos. Jazz con energía, mucha energía sin miedo, si prejuicios y esperemos, tenga continuidad, ya que se han sacado un pedazo de disco.
Myriam Gendron – Mayday
Esta chica canadiense esta tocada por los dioses; disco que lanza y trabajo que consigue que vuelvas a caer bajo su hechizo. Un disco con instrumentales somnolientos, algunas canciones cantadas en francés, otras en Inglés. Folk con regusto a jazz con esa voz terrenal y melancólica. Un disco que huele a lluvia, a roble, pero al mismo tiempo el free-jazz del saxofón de Zoh Amba, y los riffs de Marisa Anderson en “Long Way Home” electrizan. Un disco tan lleno de matices como colores existen sobre la tierra.
Beth Gibbons – Lives Outgrown
Beth Gibbons, con 59 años, sigue sonando mágica y estremecedora, como la primera vez que escuche aquel “Dummy”. 11 años han pasado para volver a escuchar algo nuevo, y, como siempre, su música suena hipnótica e inquietante; bella y oscura, triste y maravillosa como la vida misma. Beth canta sobre el envejecimiento, el crepúsculo de la vida de una manera barroca y algo fúnebre que se acerca a esa Nico tenebrosa; salvo que aquí aún hay un rayo de luz que sigue brillando fuerte.
Gillian Welch and David Rawlings – Woodland
Estos dos nombres, ya sean juntos o por separado, son sinónimos de calidad, de excelencia. Séptimo álbum de estudio de Gillian Welch y el tercer álbum en solitario de David Rawlings, también el segundo álbum de estudio que se les acredita como dúo; y ningún tropiezo por el camino. Muchos discos de americana, country folk, llámenlo como quieran, han salido este año. Pero como este, ninguno. Este es el que hay que tener si quieren tener alguno.
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