Han pasado veinte años del que probablemente podemos considerar uno de los últimos grandes momentos del rock. A principios de este siglo, multitud de bandas explotaron en el imaginario colectivo y en las listas de éxitos con sonidos herederos de los 60, 70 y 80. Encabezada primero por bandas como The White Stripes, The Hives, The Strokes y un poco más tarde por grupos como Yeah Yeah Yeahs, Editors o Bloc Party (por mencionar solo algunos), aquella ola acabó siendo etiquetada como la de los “Revivals Garage Rock y Post Punk de los 2000”, y en pocos lugares se siente su presencia tan fuerte a día de hoy como en “Conspire”, el nuevo LP del quinteto madrileño de rock alternativo Driive, publicado por Wild Punk Records el 22 de noviembre, día internacional de la música por celebrarse su patrona, Santa Cecilia.
Gran parte del éxito a la hora de homenajear estos estilos recae en Carlos Hernández Nombela. El mítico productor desarrolla un trabajo meticuloso gracias al cual “Conspire” consigue evocar tanto la actitud iconoclasta y transgresora del punk como el espíritu minimalista del garage rock.
El pistoletazo de salida de este LP es “Joy Of Living”, una píldora de la felicidad “garage rock” que consigue que olvidemos todos nuestros problemas por un momento. Explosivo desde sus primeros compases con un redoble furioso de batería y unas potentes y diabólicas guitarras, este tema reivindica el aspecto más lúdico de nuestra existencia.
A continuación, tenemos una de las mayores sorpresas que esconde este disco. El primer tema en castellano de Driive, “Ahora O Nunca”, donde podemos oír ecos de algunas de las influencias principales de la banda madrileña. Hay guiños a los compases repetitivos del krautrock de Can y Neu, una clara inspiración en los riffs de Queens Of The Stone Age y por primera vez, atisbos de bandas españolas como Triángulo de Amor Bizarro o El Columpio Asesino en unos estribillos furiosamente bailables.
El tercer corte del álbum es “The World Is Ours”, un himno rockero con unas guitarras muy contundentes, unos estribillos altamente coreables y una base rítmica muy potente, que nos retrotrae a la segunda oleada del “Garage Rock Revival” de bandas como The Subways, The Vines o The Von Bondies.
Después de un inicio furioso llega un momento algo más tranquilo y reflexivo con “Devil”, un tema con ecos de los primeros The National e Interpol, que logra algo tan difícil como tratar temáticas como la rutina y el cansancio o el desencanto vital de una manera vibrante.
Dejamos atrás este pequeño remanso de relativa tranquilidad para adentrarnos de lleno con “Conspire”, tema que da título al disco marcando el regreso de Driive al dance punk tan presente en su anterior trabajo, el EP “Monsters” del 2022. En “Conspire”, la banda madrileña materializa el relato de la trepidación de un primer encuentro romántico a través de unos ritmos y guitarrazos furiosos, que recuerdan a los Klaxons, Bloc Party o We Are Scientists más bailables, y un ‘gran final’. Una canción que promete ser uno de los fijos de sus próximos conciertos.
Seguimos con «I’ll Find You” o “dime que eres fan de The Strokes sin decirme que eres fan de The Strokes”. Podríamos decir que la influencia principal de este tema sería ‘difícil de explicar’, pero diremos que este homenaje refleja la madurez de Driive a través de la capacidad de referenciar a muchos de sus artistas preferidos sin mayor intención que divertirse y divertirnos.
Llegamos al penúltimo corte del disco, “Life Support”, que se adentra en los caminos del indie pop transitados por grupos como Bombay Bicycle Club o Kings Of Leon contando la preciosa historia de amor improbable entre dos personas muy diferentes.
Y terminamos el disco con “Carousel (Love Will Find A Way)”, una preciosa canción que junta las guitarras distorsionadas con una cadencia más lenta donde los Driive más atmosféricos y melancólicos se despiden de nosotros por el momento, dejándonos como siempre con ganas de más.
Un disco que disfrutas de principio a fin en la casi media hora que tardas en escuchar los 8 temas que lo componen, eliminando esa maldita manía de ir alternando temas de nuestras listas de reproducción. Es un disco que te va subiendo el ánimo con cada tema, con una variedad de estilos que te invita a mover el esqueleto ahora que nos va entrando el frío en el cuerpo y necesitamos música que nos active para afrontar el día a día. Si buscas nuevos grupos que te llenen de luz el día, Driive puede ser una opción estupenda.
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