Los griegos Rotting Christ pasaron de ser una referencia en el black metal europeo a abanderados del nuevo doom metal desde el antológico “Kata to daimona eatoy” del 2012. De ahí otro estupendo álbum como “Rituals” y un paso más al gótico con “The heretics” que mantuvo su vocalista y líder Sakis Tolis con su LP en solitario «Among the fires of hell».
Con este mantienen su constante actual, con un disco cercano al gótico pero sin dejar el metal extremo, su toque doom metal, coros épicos, riffs grandiosos y con una cadencia melódica que “engancha” desde la primera escucha. Todo para narrar en forma conceptual, la historia de los últimos reyes paganos que decidieron morir antes que convertirse en cristianos.
Un “Pro xristou” que comienza con una introducción de minuto y medio llamada de forma homónima, con el resto de la formación haciendo los coros. Fórmula que llevan realizando desde el cambio de estilo pero que sigue a la formación. Más coros épicos y un ritmo pausado en “The apostate”, dedicado a Juliano, El Apostata, el emperador romano que intentó restaurar el culto romano y acabó convertido en el último no cristiano. Un tema donde Sakis Tolis casi susurra las estrofas, dejando el coro en el estribillo.
Tras ello, llega el sencillo publicado “Like father like son”, con otro riff machacón fácil de escuchar y que nos recuerda un tanto a los de Amon Amarth dentro del death melódico, sustituyendo vikingos por cultura mediterránea y un Sakis Tolis que sigue casi hablando en las estrofas. Lo que es innegable es que la banda actual de Rotting Christ es de las mejores en toda su historia con su hermano Themis Tolis a la batería y los jóvenes Kostas Cheliotis al bajo y Kostas Foukarakis a la otra guitarra.
Al igual que en la apertura con “Pro Xristou”, Rotting Christ utiliza ritmos casi iguales en otros cortes del álbum. Por ejemplo, “The sixt day” es un autoplagio musical de “My salvation” del “Among fires of hell” pero que si se obvia esta circunstancia resulta otra canción irresistible.
“La letra del diavolo” resulta sumamente original con un coro femenino demoniaco llevando el “tempo” antes de que entre Sakis Tolis musitando “I’m the voice, the voice of god”. Otra tonada impía que invita a la destrucción del considerado rival religioso. Viendo cómo está el mundo en la actualidad a lo mejor no ha cambiado tanto en otras culturas.
Y del femenino al masculino (por lo menos en el coro de entrada) con “The farewell” manteniendo esa capacidad para crear magníficas melodías de guitarra pero con una voz algo más agresiva que nos conduce a “Pyx lax dax”, una especie de variación de “The apostate”. Sin duda, quien quiera criticar tiene campo abonado por aquí pues “Pro Xristou” no es nada original para quien haya escuchado esta nueva época (¡que lleva más de una década!) repitiendo ritmos de otras canciones. Pero al fin y al cabo, ellos son los que han llegado a este sonido y al que le guste no va a resultar extraño.
Tampoco aporta nada nuevo “Pretty world, pretty dies” con coro susurrando o épico según corresponda, Sakis casi hablando y otro riff “marca de la casa” pero como hemos explicado unas líneas más arriba no es necesario inventar sonidos y tonalidades (ya lo hicieron hace años), más si hablamos de un trabajo conceptual donde han decidido mantener una estructura similar.
Nos acercamos al final con “Yggdrassil”, con los toques de batería de Themis Tolis dominando el final de cada estrofa. Más coros épicos en el estribillo y una historia que une Grecia con la cultura vikinga. Algo de lo que los Tolis saben bastante pues fueron abanderados del helenic black metal , trabando contacto con el “inner circle” noruego, con Mayhem o girando con Inmortal y los canadienses Blasphemy en la mítica gira “Fuck Christ tour” (que no pasó por España). Cierran con “Saorsie”, donde se nota una evolución más cercana al extremo, cosa que en el resto del “Pro Xristou” no vemos. Sirve de colofón a un disco bien producido que demuestra la capacidad compositiva de Sakis Tolis, la facilidad para crear riffs, como hacer de la necesidad virtud pues en esta tesitura vocal aguanta a la perfección el paso del tiempo pero que peca de algo de autocomplacencia al revisitar de una forma u otra, otras canciones anteriores. Aun así un trabajo notable alto.
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