Los amigos de Prisoners of Rock nos hace participes de sus vivencias en el concierto de Alice:
Nos sorprendió muy gratamente que dentro de la programación de este año, el Alma Festival incluyera a ALICE COOPER y poder disfrutarlo en un recinto tan acogedor como el Poble Espanyol de Barcelona.
Es el segundo año que se monta el festival en este recinto al producirse una escisión en el grupo organizador del Festival Jardins de Pedralbes, lo que hace que tengamos más oferta, que no está nada mal.
En la parte alta del recinto se monta una carpa para que algún artista pueda calentar al público antes de la estrella de la noche, pero nosotros llegamos para ver al señor Vincent Damon Furnier, que a sus 76 tacos sigue con un empuje y energía envidiable, y con su banda más que consolidada, ya que con 60 años de carrera que lleva como ALICE COOPER han pasado por ella un gran número de músicos, pero lleva más de una década con la misma formación compuesta por los guitarras Ryan Roxy, Tommy Henriksen (también guitarrista y productor de HOLLYWOOD VAMPIRES) y la «huracán» Nita Strauss, más la base rítmica formada por Chuc Garric y Glen Sobel a la batería.
El creador del Shock-Rock comienza su espectáculo con una sorprendente Lock Me Up del Raise Your Fist And Yell, del cual en las últimas giras va rescatando perlas (a ver si en una cae Freedom) y aunque la excusa de la gira es su fantástico último trabajo Road, solo sonará de él Welcome To The Show, ya que el resto es un repaso a toda su carrera, sin olvidar los clásicos que no pueden faltar como No More Mr. Nice Guy, I’m Eighteen, Under My Wheels o Billion Dolar Babies.
El sonido lo notamos un poco bajo, y al principio cuesta oírlo cantar, pero luego va mejorando con Bed of Nails,He’s Back (The Man Behind The Mask), con la aparición de la influencer móvil en mano que acaba eliminada a manos de Jason Voorhees, y ya oímos bien Be My Lover en la que le canta a un maniquí de trapo que zarandea y en la que hace su primera aparición, su hija Calico.
Van cayendo éxitos a lo largo del espectáculo como Hey Stupid, en la que salta al escenario un papparazzi y Alice despacha atravesándolo con su pie de micro, Lost In America y recupera la fantástica Welcome To My Nightmare y como aquí no se pueden exhibir animales en espectáculos, nos quedamos sin ver la boa durante el tema.
El último momento teatral se da cuando una de las escaleras que decoran los laterales del escenario se convierte en atril y aun con la camisa de fuerza canta Elected, un claro giño al estado de la política actual de su pais y al de casi todo el mundo, lo que da por finalizado el set que se nos ha hecho verdaderamente corto porque no ha habido ni un momento de descanso para nosotros.
El bis que no tarda más de dos minutos en sonar es School’s Out, con Alice completamente de blanco con levita, chistera y bastón, que ofrece a algún afortunado de las primeras filas, dentro de la cual canta una estrofa y el estribillo de Another Brick In The Wall (Part II) de PINK FLOYD y nos presenta a la banda y él mismo, con un gesto de modestia, pero «por lo bajini» pidiendo más griterío del público (muy cachondo) y acaban el tema y su actuación agradeciendo mucho el que hayamos venido, a un afluencia que no agota nunca los entradas en todas sus visitas a la ciudad, cosa que no entenderé nunca.
TEXTO: Ferkiss.
FOTOS: Metalmaniac.
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