Primera vez que un servidor se atreve con un concierto de Metal Extremo del palo del Death/Black Metal. La ocasión lo merecía y mucho, desde CRIATURAS SALVAJES cubrimos mucho (de hecho hasta en 3 ocasiones ya) este tipo de música y, en particular, a las brasileiras CRYPTA, banda cabecera y ‘main artist’ de un triple cartel compuesto también por dos imponentes combos daneses como Plaguemace y Nakkeknaekker.
Como os decía, el reclamo principal era la banda de Fernanda Lira y Luana Dametto, cómo no siendo respaldadas con corre-mástiles de infarto por las excelsas guitarristas Jessica Di Falchi y Tainá Bergamaschi. Venían presentando su tremebundo segundo álbum, Shades Of Sorrow (2023), en una extensa gira europea que recalaba en la Ciudad del Turia, siendo esta fecha la segunda de una generosa gira por nuestro país de hasta siete fechas. Vamos con la crónica en sí…
Imposible llegar a ver a los Plaguemace, no problem, la noche prometía estar saturada de fétidos guturales, ‘screamos’ que harían sangrar cuerdas vocales y frenéticos ritmos desde el mismísimo infierno y no me estresó en absoluto no haber visto a los daneses… ¡¡¡porque venían otros daneses!!!… NAKKEKNAEKER.
Sin estar muy versado en la, a priori, breve discografía de los de Silkeborg, diré que tienen un directo atronador, que sonaron perfectos y muy ajustados técnicamente y que beben de la vieja escuela teniendo como estandartes e inspiración a Death y Carcass. Un puto ’10’ a la entrega, pegada y carisma de su batería. Por el contrario, a nivel escénico, como me pasa con este tipo de bandas que se me hacen un poco bastante lineales (sobre todo las masculinas), basaron sus movimientos escénicos en dejarse las jodidas cervicales y mover sus asalvajadas cabelleras prácticamente sin moverse del sitio y con un cantante muy poderoso y agresivo vocalmente hablando, sí, pero muy limitado (y asilvestrado) en tanto en cuanto a ser un frontman de verdad y tenernos enganchados en todo momento (y sé que en este tipo de música no se puede aspirar a ser ni un David Lee Roth, ni Steven Tyler, ni Iggy Pop…).
Turno para las brasileñas CRYPTA. Sí, la música no es que variase mucho con respecto a la de los daneses, si bien es cierto que los toques Thrash y Black Metal fueron diferenciadores, pero aquí la cosa encima de las tablas cambió radicalmente. Fernanda Lira es la protagonista absoluta del cotarro, la sacerdotisa satánica máxima, la que lleva el peso del ritual tanto a la hora de conectar con el público como de realizar una auténtica labor de frontwoman. Además, Jessica y Tainá no pararon de moverse por todo el escenario, enganchado al público desde todos los flancos, juntándose ellas, añadiéndose Fernanda, en fin, que saben perfectamente cómo controlar un show de estas características para no resultar lineal y aburrido. Obviamente, cayeron casi todos los temas de Shades of Shorrow resultándome jodidamente destructores los singles «Trial Of Traitors» y, buenoooo, sobre todo y ante todo ese advenimiento de Baphomet que se genera interpretando tanto «The Other Side Of Anger» y «Stronghold». Vaya tralla…
Para los bises se dejaron dos de sus joyas definitivas, el instant classic en que se convirtió el primer single de su último disco, «Lord Of Ruins», y el único tema que desgranaron de su debut, Echoes From The Soul, con el tremebundo «From The Ashes».
Técnicamente, estuvieron de matrícula de honor, Luana Dametto, Jessica, Tainá, Fernanda, todas ellas brillaron al máximo, tenían muchas ganas, notaron a la perfección que el público estaba allí por ellas, que se conocían todos sus mandamientos sónicos y es muy de agradecer que lo expresasen en varias ocasiones. Salí de allí vivo y de una pieza, a pesar de los múltiples pogos y rondos que allí se produjeron. Me lo pase ‘teta’, contra todo pronóstico ja, ja, ja…
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