De Ferrol a Valencia llegó este torbellino de hombre, cantautor de sus propias canciones como el se define, joven con muchos años arriba de los escenarios, haciendo canciones de su propia vida.
Con letras de desamor, de amor, contándole a la amistad, a los valientes que sufren una enfermedad y aún te dan animos a ti, preciosa la historia que nos contó. Historias de encuentros inolvidables en una playa, sobre las conexiones del famoso hilo rojo que hay entre las personas que a pesar del tiempo las vuelve a unir.
Y como el decía, todo con toque de drama pero con humor. No sé si en dos horas puedes conocer a alguien, pero mi intuición femenina me dice que Andrés Suárez desprende dosis de energía positiva a raudales, amigo de sus amigos, generoso, humilde que no olvida sus raíces y a su familia, melancólico y alegre a la vez, defensor de la música en directo, pues la pandemia hizo mella en él; que disfruta de las pequeñas cosas que nos da la vida, le encanta cantarle a su vida y contar su historia en forma de canciones. PRECIOSAS CANCIONES.
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